Este es el momento para cambiar de un comportamiento defensivo a uno planeado y estratégico.

Ante los retos del panorama económico de México que nos deja el COVID-19, debemos tener en cuenta las oportunidades que se presentan para el país ante la disrupción de las cadenas de suministro globales ocurridas en las últimas semanas, principalmente con el cierre de las plantas asiáticas.

El cierre de la mayor parte de plantas manufactureras en China y la aprobación del T-MEC, han sido la combinación perfecta para que muchas empresas vean a México como un lugar atractivo para invertir y de este modo ampliar sus cadenas de suministro y depender menos del país asiático.

Las oportunidades para México se han abierto ante la demanda que genera la demanda por parte de EUA y el inicio de la guerra comercial que este país inició con China, especialmente en productos donde México ha demostrado ser competitivo y tener la capacidad productiva para reemplazar parte del comercio de EUA con China.

Así mismo, el incremento de los aranceles impuesto por EUA a China ha provocado que la participación de México en el comercio de EUA sea mayor, principalmente en sectores como el de la producción y exportación de componentes y productos electrónicos y de la industria alimenticia.

Lo anterior abre un mercado de exportación aún más amplío para México en la industria agroalimentaria, la cual tuvo un crecimiento de 8.60% en 2019, según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, lo que posiciona en el 10° lugar a nivel mundial, según datos de la Organización Mundial de Comercio.

Apertura Económica por país (% del Comercio vs PIB Nacional), 2018.

Fuente: CBRE Research con datos del Banco Mundial, 2020.

La ubicación geográfica, los menores costos de mano de obra y conectividad logística con EUA y Canadá, así como acuerdos internacionales con las principales áreas económicas del mundo han posicionado a México como la principal potencia exportadora de América Latina. Asimismo, Mexico tiene una apertura comercial del 80%, Canadá del 66% y Alemania es el país más abierto a la exportación con 86%.

Así, mientras las economías más avanzadas transicional hacia procesos automatizados y de desarrollo tecnológico, México está heredando todos los procesos manufactureros que sirven a la región de Norteamérica. Lo que genera una diversidad de oportunidades en el mediano y largo plazo.