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Reiniciando el turismo: un enfoque sostenible para la nueva era

Por Sara González para OpenMind

“El turismo puede servir de puntal para superar la pandemia. Al reunir a las personas, el turismo puede promover la solidaridad y la confianza, ingredientes cruciales para impulsar la cooperación global que tan urgentemente se necesita ahora.” Con estas palabras, António Guterres, el secretario general de las Naciones Unidas, enviaba un mensaje al mundo el pasado 9 de junio que urgía a retomar la actividad del sector turístico.

Durante varios meses, la repetición frecuente de las palabras “quédate en casa”, que intentaba convencer a la población de que saliera lo mínimo posible de sus hogares para evitar la propagación de la COVID-19, tuvo su traducción en el sector del turismo en el mensaje “viaja mañana”, promovido por la Organización Mundial del Turismo. Ese mañana ya ha llegado, y el reto es innegable. En la nueva normalidad, ¿cómo se lleva a cabo un regreso seguro de un sector económico cuya esencia misma es la movilidad de las personas?   

UN SECTOR CRUCIAL PARA LOS PAÍSES MÁS VULNERABLES

Según los datos del Consejo Mundial del Viaje y el Turismo, en el año 2019 el turismo supuso un 10,3% de la actividad económica mundial. Reiniciar el turismo es clave debido a su peso económico fundamental, y además se trata un sector estrechamente relacionado con el bienestar social, económico y ambiental de muchos países, con especial repercusión en los países en vías de desarrollo.

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible incluía el turismo como uno de sus pilares fundamentales. “El sustento de muchas personas depende de él, especialmente el de las mujeres, y en particular en los países más vulnerables del mundo, entre los que se cuentan los pequeños Estados insulares en desarrollo y los países menos adelantados. Además, en muchos lugares del planeta, la protección de la biodiversidad depende en gran medida del sector turístico, tanto para su conservación como por los ingresos que generan esos esfuerzos.”, afirmaba Guterres.

TURISMO SOSTENIBLE: ¿LA CLAVE DEL FUTURO?

Una de las estrategias para afrontar la nueva etapa de la industria recogidas en el documento “Prioridades de la OMT para la recuperación del turismo” consiste en “convertir la innovación y la sostenibilidad en la nueva normalidad”. Si el escenario inesperado de tener que lidiar con una pandemia a medio plazo no debe hacer que desaparezca el foco en la sostenibilidad que se consolidó el año pasado como una de las grandes prioridades a nivel mundial, este propósito tampoco debe desdibujarse en la recuperación de una de las industrias más importantes del mundo, como es el turismo.

¿De qué hablamos cuando hablamos de turismo sostenible? En palabras de la Organización Mundial del Turismo, debe cumplir tres requisitos:

  • Dar un uso óptimo a los recursos medioambientales y cuidar la diversidad biológica.

  • Respetar la autenticidad sociocultural de las comunidades anfitrionas y contribuir al entendimiento y la tolerancia intercultural.

  • Asegurar unas actividades económicas viables a largo plazo y ofrecer a las comunidades anfitrionas oportunidades de empleo estable y de reducción de la pobreza.

Teniendo en cuenta estos puntos, el desarrollo del turismo sostenible podría impactar positivamente en todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), pero la ONU destaca especialmente la influencia que podría tener en los objetivos 8 (trabajo decente y crecimiento económico), 12 (producción y consumos responsables) y 14 (vida submarina).

MEDIDAS PARA REACTIVAR EL TURISMO DESDE LA SOSTENIBILIDAD

Las directrices globales de la OMT para reiniciar el turismo publicadas el 28 de mayo de 2020 daban algunas pistas que pueden servir para impulsar una mejora de la sostenibilidad de las actividades.

  • Promover el turismo interno y de proximidad a corto plazo potenciando la cadena de valor local, por ejemplo, los productores locales.

  • Desarrollar oferta turística centrada en la naturaleza, las zonas rurales y la cultura. Algunos ejemplos pueden ser el ecoturismo, los deportes individuales o en grupos reducidos y la observación de aves.

  • Promover nuevos destinos y experiencias con valor añadido e inspiración local, en especial con las industrias creativas.

Como en el resto de las industrias, la lógica de la demanda tendrá un peso fundamental en el éxito de estas iniciativas. Si aumentan los viajeros comprometidos con la sostenibilidad de sus actividades que valoren que se introduzcan estos cambios, también crecerá la variedad de la oferta.

El turismo, que ha dejado de ser un lujo para muchas personas en las últimas décadas, no debería ser ajeno a la crisis climática, ya que puede ser determinante para que se cumplan algunos de los objetivos más ambiciosos de los planes para frenar la degradación del medioambiente, como el de la neutralidad de carbono o la conservación de la biodiversidad.

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