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Comentario, Jackson Hole

Por Jack Janasiewicz, Estratega de Portafolio, Natixis IM

Para los seguidores de la política monetaria, esta semana tiende a ser una de gran interés ya que el Simposio de Política Económica anual, organizado por el Banco de Kansas City de la Reserva Federal desde 1978, se llevará a cabo este jueves y viernes. Los Participantes, que van desde banqueros centrales a académicos, se congregan para abordar temas económicos e implicaciones concernientes a la coyuntura, que este año, se resume como sigue: “Navegando la Próxima Década: Implicaciones para la Política Monetaria.” Se espera que el enfoque de este tema se dirija a la política monetaria con una visión a largo plazo, desde la época actual y hasta 10 años a partir de ahora.

Si bien actualmente solo podemos adivinar los resultados posibles de la reunión virtual, hay algunos temas que recientemente se han visto destacados por los miembros de la Fed en varios discursos relacionados con cambios potenciales a la política monetaria y el proceso de decisión. Los dos temas que parecen más importantes y relevantes incluyen: proyecciones a futuro y meta de inflación asimétrica. Es necesario recordar que la Fed se enfoca en un mandato doble –estabilidad de precios y empleo al máximo. El reciente entorno económico ha desafiado estos resultados anticipados, convirtiendo a una revisión de las políticas existentes en un imperativo para esfuerzos futuros.

Adoptar una meta de inflación asimétrica se ha vuelto un tema de moda en fechas recientes, mismo que ha sido abordado por algún tiempo por las autoridades. El problema con la estrategia de la Fed para lograr su meta establecida de 2% de inflación: puede derivar en un corto circuito en cualquier recuperación económica incipiente. Y debido al daño que hemos visto en la economía como resultado de la respuesta en políticas ante la pandemia del COVID19, es fácil saber porque este es el tema central. Los economistas se han referido al objetivo de inflación como una estrategia del pasado –misma que no intenta corregir los errores del pasado. Pensemos en la pérdida del PIB nominal que ha resultado de los confinamientos derivados del COVID19. Con una recuperación económica, podríamos esperar (ojala!) un regreso de la inflación a su meta de 2% mientras que el PIB nominal todavía tiene que recuperar sus máximos pre-crisis. La Fed, habiendo llegado a su meta de inflación del 2%, podría por lo tanto plantearse endurecer su política monetaria mucho antes que se recupere la pérdida en el crecimiento del PIB. La economía necesita acelerarse con el fin de generar un crecimiento para ‘emparejarse’ que es necesario para tapar los hoyos en la economía que se abrieron por la crisis del coronavirus. Se requiere una política de ‘restauración’ o ‘alcance’. Quizá esto requiere una forma de meta en niveles de PIB nominal. Quizá esto requiere permitir a la inflación exceder dicho umbral del 2% por el momento. En términos más generales, quizá esto requiere una meta de inflación asimétrica que reposicione las expectativas de inflación a un nivel ‘promedio’ en vez de una meta en un punto especifico de tiempo. De cualquier modo, la idea es permitir que la recuperación económica tenga la oportunidad de restaurar su ruta de crecimiento anterior a la recesión en vez de andar potencialmente por las ramas en dicha trayectoria porque se llegó antes a una meta de inflación de 2%.

El otro tema a destacar gira en torno a la proyección. Una inflación muy baja significa que las tasas de interés probablemente también se van a mantener bajas. Y debido al nivel actual de tasas de interés nominales que continúan avanzando hacia el límite de Cero o menor, la efectividad de recortes adicionales a las tasas para ayudar a promover el crecimiento económico disminuye. Como resultado, las herramientas tradicionales de la Fed deben modificarse y ajustarse. Cuando la tasa de los fondos federales se aproxima a dicho límite más bajo de tiempos de la Crisis Financiera Global Crisis, la Fed cambió de dirección y empezó a usar nuevas herramientas: compras de activos a gran escala en valores como bonos del Tesoro e hipotecas respaldadas por el gobierno junto con declaraciones sobre los planes y expectativas de la evolución de las tasas de interés a corto plazo. Lo anterior se dio en la forma de flexibilidad cuantitativa, lo último, de proyecciones. Ambos apuntaban a limitar las tasas de interés a largo plazo. Parece que la Fed va a necesitar depender mucho más de la flexibilización cuantitativa y proyecciones a futuro como una palanca clave de la política monetaria. Pero la idea de construir con base en las proyecciones parece ser el tema más pertinente esta semana. Puede haber dos medios para abordar el fortalecimiento de esta herramienta. Uno puede ser la proyección con base en fechas donde la Fed simplemente declara que las tasas de la política monetaria no se van a incrementar al menos hasta finales del 2020 por ejemplo. Por supuesto esto podría ser demasiado específico para la preferencia de la Fed, en que “las tasas de su política no se incrementarán por un largo periodo” podría bastar. El tema es que la narrativa implica que las tasas no van a ir a ningún lado por un tiempo. La otra opción es un resultado donde la Fed defina criterios específicos que debe cumplir antes de que las tasas escalen más. Esto podría implicar un nivel establecido del PIB nominal. Un nivel específico de empleo o desempleo. O como ya mencionamos, una tasa promedio de inflación. De nuevo, presentar metas económicas especificas podría ser otro cambio en términos del manejo de las proyecciones. Y en un intento por fomentar la credibilidad de esta proyección basada en resultados, la Fed podría también emplear una versión de Control de la Curva de Rendimiento o Límites de la Curva. En palabras más simples, si las tasas impulsadas por el mercado empezaran a escalar indicando que los inversionistas estaban desafiando la credibilidad de la Fed en términos de adhesión a las metas pre-establecidas (que podrían derivar en una prematura contracción de la política monetaria en medio de una incipiente recuperación), la Fed podría intervenir en los mercados abiertos vía compra de activos con el fin de impulsar a las tasas hacia la meta establecida. De ahí el término, limite a las tasas de interés. Esto agregaría otra capa de credibilidad y efectividad a cualquier resultado con base en los cambios a la proyección.

El simposio de Jackson Hole con frecuencia es una prueba de fuego para nuevas ideas y políticas con respecto a los bancos centrales. Los mercados ciertamente van a estar atentos al evento con transmisión en vivo con el fin de obtener una visión de cualquier cambio potencial propuesto por los participantes relacionado con el futuro de las decisiones en política monetaria.

Jack Janasiewicz
Estratega de Portafolio, Natixis IM
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