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Un nuevo equilibrio global

Por Philippe Waechter, director de investigación económica de Ostrum Asset Management, filial de Natixis IM

El nuevo tratado de libre comercio es entre Asia y China, cuando el precedente debería haber sido entre Asia, excluyendo a China, y Estados Unidos. Donald Trump decidió lo contrario a su llegada a la Casa Blanca el 23 de enero de 2017, reduciendo la influencia estadounidense en Asia.

El futuro ex presidente también inclinó la balanza tecnológica entre los estadounidenses y China.

Es en este nuevo orden mundial donde tendrá que suscribirse la política internacional de Joe Biden. El equilibrio del mundo cambió durante la presidencia de Donald Trump. Al llegar a la Casa Blanca, uno de sus primeros gestos de política exterior fue sacar a Estados Unidos de las negociaciones del TPP (Alianza Transpacífica). Firmó el decreto de salida el 23 de enero de 2017 mientras se instalaba en la oficina Oval el día 20.

Joe Biden aún no llega a la Oficina Oval y China ya firma un acuerdo de libre comercio (RCEP, o Asociación Económica Integral Regional) con 14 países de Asia y Oceanía. Muchos de ellos ya son parte de la TPP, (renombrada CPTPP, Acuerdo Integral y Progresivo para la Alianza Transpacífica) como se muestra en el gráfico. El tratado de libre comercio es ahora entre Asia y China, y no entre Asia y Estados Unidos.

Las negociaciones lideradas por Barack Obama para la TPP tenían como objetivo fortalecer la presencia estadounidense en Asia. De hecho, desde la llegada de China a la Organización Mundial del Comercio, el equilibrio de los países asiáticos se había alterado. La distribución de las exportaciones coreanas a EEUU y China atestigua esto. (El patrón es similar para otros países asiáticos).

Barack Obama quería encontrar los medios para contrarrestar económicamente a China. El plan era más amplio porque habría mantenido una fuerte influencia política en la región.

La intención de Donald Trump era principalmente repatriar los trabajos del sector industrial que las empresas estadounidenses crearon en la región. El objetivo era regresar a Estados Unidos la producción que había salido a Asia en la fase de globalización. Esta estrategia también tenía como objetivo reducir la dependencia de Estados Unidos en China y Asia. Esta estrategia fracasó ya que la repatriación de puestos de trabajo fue limitada y la influencia estadounidense finalmente se erosionó.

Dinámica Tecnológica

El establecimiento del tratado de libre comercio (RCEP) tiene como objetivo facilitar el comercio entre los países de la zona y acentuar la dinámica económica específica de todos los países afectados. Una consecuencia que observaremos con el tiempo es una mayor interdependencia de las cadenas de valor. La dinámica de la producción se va a interceptar, reforzando el crecimiento de la región.

Esta dinámica de libre comercio se da mientras las tensiones entre Estados Unidos y China siguen siendo muy fuertes en cuanto al sector de tecnologías. La desconfianza de la Casa Blanca en las empresas chinas está provocando una ruptura que castiga a ambas partes. Los estadounidenses suministraban partes esenciales para el desarrollo de las empresas chinas cuando tenían una ventaja tecnológica innegable, especialmente en 5G e Inteligencia Artificial.

El presidente chino, que ha hecho del desarrollo tecnológico el núcleo de su estrategia industrial, mantendrá una importante inversión pública para que la reacción estadounidense se perciba con el tiempo solo como un inconveniente y no como un freno al desarrollo de China.

Si este es el caso, como lo imagino, significa que la dinámica tecnológica conjunta entre EEUU y China ya no existe. Cada país seguirá un camino diferente con trayectorias tecnológicas que no necesariamente serán tan consistentes con el tiempo. Por tanto, la definición del estándar tecnológico se convertirá en una fuente de tensión entre los dos países. Esta divergencia será aún más importante a medida que las cadenas de valor están más integradas entre los países de la nueva zona de libre comercio. Esto será a expensas de una mayor integración entre las empresas estadounidenses y chinas.

La nueva zona de libre comercio es muy extensa y es también es una región con un crecimiento muy fuerte, más fuerte que el de Estados Unidos y Europa. El equilibrio del mundo está cambiando.

La llegada de Joe Biden a la Casa Blanca ocurre en un marco más precario para los estadounidenses. China está ganando una ventaja comparativa sobre EEUU en toda la región asiática. Es probable que China también asuma el liderazgo en la definición del estándar tecnológico. La tarea del nuevo presidente estadounidense será de grandes dimensiones. Lo será aún más ya que la retirada de las tropas estadounidenses en el mundo es reciente y rápida. La presencia política de los estadounidenses es menos notoria.

En su artículo de la primavera pasada en Foreign Affairs, Joe Biden indicó el deseo de los estadounidenses de volver al centro de las negociaciones internacionales. A partir de ahora, la aparición del presidente estadounidense ya no es una condición suficiente para influir en las posiciones, orientaciones y decisiones.

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