Estás aquí
Inicio > Columnas > Turbulencias en las criptomonedas

Turbulencias en las criptomonedas

En las últimas semanas, las criptomonedas se desplomaron. El emblemático bitcoin cayó más de un 45%, aunque en el momento de redactar este artículo seguía registrando una subida del 10% en lo que va de año. La capitalización del mercado de los criptoactivos asciende ahora a USD 1,5 billones, frente a los USD 2,5 billones de hace menos de un mes.

A pesar de que estamos desconcertados por esta tremenda volatilidad – en parte inducida por los tuits publicados por ciertas celebridades –, a la hora de analizar las perspectivas de las criptomonedas algunas noticias llaman nuestra atención más que otras. Más aún, el ambiente negativo se vio alimentado por los comunicados de los reguladores, que esta vez se centraron en la huella de carbono de las criptomonedas. Por si esto no bastara, las malas noticias siguieron llegando: la preocupación por un uso delictivo de los criptoactivos regresó al primer plano, ya que el FBI consiguió recuperar 63,7 de los 75 bitcoins pagados a los piratas informáticos que atacaron Colonial Pipeline y acapararon los titulares al provocar la interrupción de una infraestructura esencial de EE. UU.

Ni la víctima ni los hackers salieron beneficiados del reciente movimiento del mercado: la recuperación de bitcoins ascendió a solo USD 2,3 millones de los USD 4,4 millones perdidos. Aunque no se han revelado los detalles de esta operación de recuperación, esta noticia aporta muchas informaciones, pero la vulnerabilidad del blockchain no figura entre ellas. El FBI no «descifró el código», sino que al parecer recuperó la clave privada del propio monedero de los hackers empleando los métodos policiales habituales, y ayudado por los errores humanos cometidos por los delincuentes.

Las criptomonedas se ven y se verán muy afectadas por el ruido a corto plazo, a veces de forma exagerada en comparación con las clases de activos tradicionales. Esto se debe a la

falta de mecanismos de estabilización existentes en el sistema financiero mundial. Durante mi etapa como CIO, los mercados demostraron en muchas ocasiones que las fluctuaciones del sentimiento a corto plazo apenas influyen en las tendencias a largo plazo. Así sucede con esta nueva clase de activos, un universo que el departamento de investigación de Julius Baer sigue de cerca, prestando especial atención a cómo reaccionan los gobiernos y sus organismos reguladores.

Yves Bonzon
CIO de Julius Baer
Top