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Cierre de Mercados

Tras cerrar la semana previa con pérdidas y contraerse en 2.82%, el precio del oro cerró esta semana cotizando en 1,777.12 dólares por onza, lo que equivale a un aumento en su precio de 0.80%. Las presiones al alza para el precio del metal precioso se dieron al reducirse la especulación de que la Reserva Federal va a adoptar una política monetaria menos flexible.

Las presiones al alza para el precio del oro se dieron luego de que se publicara la inflación de Estados Unidos, correspondiente al mes de julio, la cual se ubicó en una tasa mensual de 0.5%, luego de haber aumentado 0.9% en junio. La desaceleración fue interpretada como una disminución de las presiones inflacionarias y permitió la depreciación del dólar en el mercado cambiario. El dato alivió la preocupación de que la Reserva Federal tendrá que actuar para frenar el aumento de los precios.

La reducción en las especulaciones en torno a la Fed durante la semana, también llevaron al dólar estadounidense a debilitarse, lo que a su vez permite que la demanda por commodities, incluyendo el oro, incremente. El debilitamiento del dólar vuelve a las materias primas más accesibles para inversionistas que tienen otra divisa. En la semana, el índice del dólar se redujo en 0.27%.

Asimismo, el oro amplió sus ganancias después de que se publicará el sentimiento de los consumidores de Estados Unidos, el dato preliminar mostró que el optimismo de los consumidores se redujo a 70.2 unidades su menor nivel en casi una década, lo que avivó la demanda del oro como metal refugio. El índice se redujo ante las preocupaciones en torno a la nueva variante del coronavirus, menos estímulos directos y presiones inflacionarias.

No obstante, a pesar del aumento en el precio del oro no se descarta que se pueda ver presionado a la baja debido a la especulación en torno a la política monetaria de Estados Unidos. Hay que mencionar que, las presiones inflacionarias continúan lo que se vio reflejado en la inflación al productor de julio, la cual se ubicó en una tasa anual de 7.8%, superando las expectativas del mercado de 7.3%.

Asimismo, varios oficiales de la Fed se han pronunciado a favor de una postura menos flexible debido a señales de recuperación sostenida del empleo. De hecho, es probable que la oferta laboral incremente en los siguientes meses mientras que expiran los beneficios suplementarios por desempleo y las escuelas vuelvan a abrir. Hay que mencionar que, el cuidado infantil, los problemas de salud y los beneficios por desempleo han causado que algunos estadounidenses no regresen al mercado laboral. Sin embargo, la variante delta podría retrasar el proceso por su rápida propagación y el hecho de que los menores de 12 años no se pueden vacunar.

Bajo este contexto, es probable que el oro cotice en un canal entre 1,720 y 1,800 dólares por onza durante la siguiente semana. Hay que recordar que, en la semana el precio del metal precioso tocó un mínimo intradía de 1,690.61 dólares por onza, no visto desde marzo.

Las principales mezclas de petróleo cerraron la semana con pérdidas, pues continua el nerviosismo en torno a la demanda, con el incremento en el número de casos de coronavirus.

Hay que mencionar que en su reporte semanal de la Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés) publicó que la demanda implícita por energéticos se redujo de manera significativa durante la semana previa. La reducción en la demanda de esos energéticos se debe a que la variante delta está reduciendo los viajes ante un aumento en las hospitalizaciones, lo que a su vez se produce en un contexto donde los viajes de verano comienzan a disminuir, puesto que ya estamos cerca del final de la temporada de vacaciones. Durante la semana previa, la demanda por gasolina pasó de 345 mil barriles diarios a 9.4 mbd y una contracción en la demanda por combustible para avión de 367 mil barriles diarios a 1.28 mbd.

Sin embargo, las pérdidas fueron limitadas ante la aprobación de un proyecto de ley de infraestructura en el Senado de Estados Unidos de 550 mil millones de dólares y una propuesta de gasto de 3.5 billones de dólares. Lo anterior aumentó el optimismo en torno a la demanda pues tienen el potencial de apoyar aún más la recuperación económica.

Asimismo, en la semana existió optimismo ante la publicación de la perspectiva energéticas a corto plazo, de la Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés). En el reporte mensual se publicó que se espera que la producción de petróleo crudo en Estados Unidos caiga en 160 mil barriles diarios en 2021 a 11.12 millones de barriles diarios (mbd). Adicionalmente, para 2022 se espera que la producción de crudo estadounidense sea en promedio de 11.8 mbd, menor a lo previamente estimado de 11.9 mbd.

Ante esto, el WTI cerró la semana cotizando en 67.99 dólares por barril, que equivale a una reducción en su precio de 0.42%. El WTI tocó un precio máximo en la semana de 69.62 dólares por barril y un precio mínimo de 65.15 dólares por barril. Mientras tanto, el precio del brent se redujo en 0.66% y cerró la semana cotizando en 70.23 dólares por barril.

Hacia adelante, el mercado se mantendrá atento a noticias relacionadas con sus fundamentales de oferta y demanda, principalmente a la propagación de la variante del coronavirus y los efectos sobre la economía global. En China, las autoridades anunciaron el cierre parcial del puerto Ningbo-Zhoushan, uno de los principales puertos de carga, debido a que se identificó un nuevo brote de coronavirus entre los trabajadores. La noticia genera incertidumbre pues se teme que otros puertos comiencen a imponer restricciones, afectando aún más las cadenas de suministro globales. Por su parte, en Tokio, el gobernador Yuriko Koike, señaló que la propagación del virus está en “niveles de desastre”, comparándolo con inundaciones que han afectado la región y pidió a los residentes evitar salir de sus casas. De hecho, la Agencia Internacional de Energía (IEA) reportó recortó las proyecciones de demanda mundial de petróleo para el resto de este año en 550 mil barriles diarios, ante el resurgimiento de la pandemia.

Bajo este contexto, durante la siguiente semana el precio del WTI puede cotizar en un rango entre 65 y 72 dólares por barril.

Al igual que el petróleo, los commodities industriales cerraron la semana con ganancias ante la posibilidad de un mayor gasto en infraestructura en Estados Unidos. Hay que mencionar que, en la semana el senado aprobó una propuesta de gasto de 3.5 billones de dólares y un plan de infraestructura de 550 mil millones de dólares. No obstante, los proyectos de ley aún necesitan ser aprobados por la Cámara de Representantes.

De ser aprobados, los dos proyectos de ley implicarían una mayor demanda por commodities industriales lo que apoya el precio de estas materias primas.

Asimismo, las presiones al alza para los precios de los metales industriales se dieron ante el debilitamiento generalizado del dólar estadounidense, que hace que estos metales sean más accesibles para los inversionistas que tienen otra divisa.

Sin embargo, continúan los riesgos en torno a la demanda por estos commodities, pues continúa la pandemia del coronavirus con la propagación acelerada de la nueva cepa, sobre todo en China. Las preocupaciones en torno a la demanda aumentaron tras la publicación de la balanza comercial de China. La balanza comercial mostró un superávit de 56.58 mil millones de dólares en julio, por encima de los 53.25 mil millones esperados por el mercado. Mientras tanto, las exportaciones crecieron a una tasa anual de 19.3% en julio, por debajo de las expectativas del mercado, de 20.0%. Asimismo, las importaciones crecieron en 28.1% anual, por debajo de 33.3% esperado por el mercado.

Con respecto a las importaciones del mineral de hierro este se redujo en 1.02% a 88.5 millones de toneladas en julio, mientras que las importaciones de productos de acero se redujeron en 16.08% a 1.04 millones de toneladas. Asimismo, las importaciones de cobre se redujeron de 0.43 millones a 0.42 millones.

Por su parte, las presiones inflacionarias en China también están aumentando. De hecho, la inflación se ubicó en una tasa anual de 1.0% durante julio, por encima de las expectativas del mercado, de 0.8%. Lo anterior podría llevar a que el banco central reduzca su apoyo económico para tratar de contener la inflación en ese país.

Ante esto, el cobre cerró la semana cotizando en 9,542.50 dólares por tonelada métrica, lo que equivale a un aumento en su precio de 1.02%, mientras que, el precio del níquel mostró un incremento semanal de 2.30% y cerró cotizando en 19,656 dólares por tonelada métrica. Por su parte, el precio del aluminio se incrementó 0.85% y finalizó la semana cotizando en 2,600 dólares por tonelada métrica, mientras que, el zinc cerró la semana cotizando en 3,033.50 dólares por tonelada métrica, con un aumento semanal en su precio de 1.68%.

Hacia adelante, los participantes del mercado se mantendrán atentos al desarrollo de la pandemia del coronavirus y las expectativas en torno a la política monetaria, no sólo en China, sino también en Estados Unidos. Bajo este contexto el cobre puede cotizar entre 9,350 y 9,700 dólares por tonelada métrica durante la siguiente semana.

Los commodities agrícolas cerraron la semana con ganancias ante la publicación de las Estimación de la Oferta y la Demanda Agrícola Mundial (WASDE, por sus siglas en inglés), Los resultados del reporte mostraron que las sequías y el calor extremo en Estados Unidos y Canadá y las inundaciones en Europa y Asia han tenido un efecto negativo en la oferta de estos commodites.

Para el caso del maíz, el WASDE estimó que en agosto los inventarios globales del grano serán de 284.68 millones de toneladas métricas, lo que equivale a una reducción de 2.25%, mientras que, redujeron sus expectativas de producción en 0.73% a 1.29 mil millones de toneladas métricas. En el caso específico de Estados Unidos, el WASDE estimó una reducción en los inventarios de 13.37% a 1.24 mil millones de bushels, mientras que las estimaciones de producción disminuyeron 2.74% a 14.75 mil millones de bushels, lo que se debe a una reducción en los rendimientos de 2.73% a 174.6 bushels por acre.

Para el caso de la soya, el WASDE proyecta que la producción global se reducirá en 0.41% a 383.63 millones de toneladas métricas. Asimismo, para el caso de Estados Unidos, se redujo las estimaciones de producción en 1.5% a 4.34 mil millones de bushels, ante una ligera contracción en los rendimientos de 1.57% a 50 bushels por acre.

Finalmente, para el caso del trigo el reporte del WASDE, en donde mostró una reducción en las estimaciones de inventarios globales en agosto de 4.33% a 279.06 millones de toneladas métricas, mientras que, las expectativas de producción global se redujeron en 1.95% a 776.91 toneladas métricas. En Estados Unidos, el WASDE estimó una reducción en los inventarios de 5.71% a 627 millones de bushels, mientras que, redujeron las estimaciones de producción en 2.81% a 1.69 mil millones de bushels, ante una contracción en los rendimientos de 2.84% a 44.5 bushels por acre.

Ante esto, el maíz y el trigo cerraron la sesión cotizando en 5.72 y 7.74 dólares por bushel, lo que equivale a aumentos en sus precios de 2.88 y 5.63%. En la semana, el precio del trigo alcanzó un máximo intradía de 7.86 dólares por bushel, no visto desde el primero de febrero del 2013. Mientras tanto, el precio de la soya aumentó en 2.17% y cerró la semana cotizando en 13.65 dólares por bushel.

Hacia adelante, se espera que la siguiente semana el maíz cotice en un rango entre 5.55 y 5.94 dólares por bushel, mientras que el trigo podría cotizar en un canal entre 7.26 y 7.45 dólares por bushel.

El peso cerró la semana con una apreciación de 0.88% o 17.7 centavos, cotizando alrededor de 19.87 pesos por dólar, con el tipo de cambio tocando un máximo de 20.1680 y un mínimo de 19.8400 pesos. La apreciación semanal del peso se debió a los siguientes dos factores:

1.El dólar se debilitó 0.27% durante la semana de acuerdo con el índice ponderado, al relajarse la especulación sobre el futuro de la política monetaria de Estados Unidos. La debilidad del dólar se acentuó en la sesión del viernes, luego de que en Estados Unidos se publicó el indicador de sentimiento del consumidor preliminar para agosto que se ubicó en 70.2 puntos (menor nivel desde diciembre de 2011), muy por debajo de las expectativas del mercado y cayendo 11 puntos con respecto a julio, la mayor caída mensual desde abril del 2020. Al interior, el indicador de expectativas se ubicó en 65.2 puntos, cayendo 13.8 puntos, la mayor desde diciembre del 2012, y ubicándose en su menor nivel desde octubre del 2013. El indicador muestra un deterioro de la confianza de la población estadounidense ante el crecimiento en contagios de coronavirus asociados a la variante delta, una disminución de los apoyos directos a la población y el incremento en precios al consumidor.

2.Banco de México subió la tasa de interés objetivo en 25 puntos base a 4.50% y dio a conocer una revisión al alza de su previsión de inflación, que considera niveles de inflación anual superiores al 5% durante el primer trimestre del 2022 y que se alcance el objetivo del 3% hasta 2023. La apreciación del peso se concentró en las últimas tres sesiones de la semana, pues el mercado ya anticipaba que Banco de México adoptara una postura monetaria menos flexible debido a los riesgos al alza para la inflación. Hacia adelante, se mantiene abierta la puerta a recortes adicionales a la tasa de interés, por lo que es probable que el tipo de cambio tienda a ubicarse por debajo de 20.00 pesos por dólar.

En la semana, las divisas más apreciadas fueron el peso colombiano con 2.89%, el peso chileno con 1.60%, la lira turca con 1.26% y la corona noruega con 1.06%. El avance de estas divisas se debió principalmente a la debilidad del dólar, pues en el mercado de materias primas se observó un desempeño mixto durante la semana. La apreciación del peso colombiano se debe a la expectativa de un mayor flujo de dólares hacia el país tras la venta de la compañía de distribución de electricidad Interconexión Eléctrica SA. Por su parte, el avance de la lira turca se debió a la decisión del Banco Central de Turquía de mantener la tasa de interés sin cambios en 19.0%.

En contraste, la divisa más depreciada fue el won surcoreano que perdió 2.35%, cotizando en 1,169.02 won por dólar, tocando un tipo de cambio máximo de 1,169.66 won por dólar, nivel no visto desde el 30 de septiembre del 2020. La debilidad del won se debe a que se han liquidado posiciones de inversión en el mercado de capitales coreano. Asimismo, hay aversión al riesgo por el incremento de casos de Covid19 en el país a un ritmo histórico.

En la semana, el euro tocó un mínimo de 1.1706 y un máximo de 1.1805 dólares por euro. Por su parte, el euro peso tocó un mínimo de 23.3148 y un máximo de 23.6367 pesos por euro.

Al cierre, las cotizaciones interbancarias a la venta se ubicaron en 19.8833 pesos por dólar, 1.3868 dólares por libra y en 1.1795 dólares por euro.

En la sesión, el Indicador Base de Percepción de riesgo global (IBP) se ubicó en -475 unidades, lo que significa apetito por riesgo alto, lo que se da ante el debilitamiento generalizado del dólar estadounidense. Al interior del indicador, los componentes de mercado de divisas, dinero y riesgo país mostraron resultados consistentes con mayor apetito por riesgo, mientras que los componentes de mercado de capitales y commodities mostraron resultados mixtos.

Durante la semana 3 de los 5 días el índice mostró percepción por riesgo, puesto que el mercado sigue considerando que la Reserva Federal podría a adoptar una política monetaria menos flexible. Si bien esto significa que la economía se está recuperando y debería causar apetito por riesgo, la política monetaria flexible ha causado ganancias en los mercados financieros globales.

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