La piratería y falsificación son problemas crecientes que afectan desde artículos de lujo, productos farmacéuticos hasta productos de consumo cotidiano. De acuerdo con David Heimsatz, consultor de servicios jurídicos de ClarkeModet México, empresa especializada en temas de Propiedad Industrial e Intelectual, el 85% de los mexicanos ha consumido productos piratas debido a su fácil accesibilidad y conveniente precio versus el producto original.

En este sentido, el especialista opina que las plataformas digitales son un mercado con mayor susceptibilidad a un gran volumen de recibir conductas ilícitas, ya que los motores de búsqueda para estas actividades- arrojan que 47% de los URL llevan a contenido o servicios ilegales.

Asimismo, las aplicaciones móviles en México se han visto envueltas en el mismo panorama. : por 3.7 descargas legales, hay una descarga ilegal, es decir, alrededor de 25%. Sin embargo, Heimsatz asegura que los Marketplaces – espacios en donde varios comerciantes ofrecen productos para que los consumidores los adquieran a través de internet- actualmente cuentan con herramientas propias, algoritmos y bases de datos para combatir la venta de productos ilegales, dando el 97.6% de fidelidad en sus productos.

Al mismo tiempo, dan facilidad a los titulares para notificar contenido sospechoso y darlo de baja, gracias a la reforma a la Ley Federal de Derechos de Autor, lo cual es una ventaja que se contempla una congruencia legislativa por parte de los titulares.

“La piratería de productos desincentiva el desarrollo del comercio y de la innovación, pues al ponerlos a la venta atentan contra la reputación de las empresas, de sus marcas y de sus activos intangibles. Además, los productos originales, pierden posición en el mercado, mientras que, los productos que se hacen pasar por productos de los titulares, con una procedencia dudosa y una muy baja calidad además tiene acceso a un costo mucho menor vs las inversiones de los titulares.”, comenta el consultor.

La piratería equivale al 1.2% del PIB mexicano y cuesta 43,000 millones de pesos anuales. Por ello, el fortalecimiento de las sanciones que ofrece la Ley brinda herramientas para combatir la piratería y falsificación a los titulares de derechos mayores; vale la pena entonces ejercerla, para proteger sus derechos y sus activos intangibles y modelo de negocio.

Una correcta protección de los activos de propiedad industrial e intelectual como marcas, patentes, diseños, derechos de autor, etc, por parte de las empresas y particulares, ayudará a que éstos puedan luchar activamente contra conductas ilícitas y hacer valer sus derechos frente a usos no autorizados.

“Los esfuerzos legislativos son un paso importante para la protección de los activos intangibles frente a las necesidades actuales. La velocidad con la que se generan nuevos medios de vulneración de los derechos de terceros requiere de una adaptación rápida, por parte de la ley y de las autoridades, para atender estas necesidades. Junto con el esfuerzo de los consumidores por respetar y asegurarse de no alentar esta conducta. Los esfuerzos son muy importantes y facilitan las acciones en contra de infractores o posibles infractores de la ley”, concluye Heimsatz.