En el párkinson, los síntomas suelen aparecer lentamente y sin seguir un orden particular. Entre los primeros síntomas visibles o motores (debido a que alteran el control del movimiento) se destacan el temblor, la rigidez, la lentitud de movimiento y la inestabilidad de la postura.

Las señales invisibles o no motoras suelen confundirse con otras dolencias, incluso con el estrés, estas se pueden percibir a través de problemas urinarios, problemas del olfato o con el sueño, es decir, presentas sueños vividos o muy reales, estreñimiento, babeo y exceso de saliva, e incluso, en cambios emocionales.

Los síntomas del párkinson requieren ciertos cuidados para evitar que estos se vuelvan complejos. Por ello, te compartimos 5 consejos de cuidado integral para el adulto mayor que vive con esta condición:

1. Acudir con el especialista: Una vez detectados los principales síntomas, es recomendable buscar la opinión de un neurólogo especialista en trastornos del movimiento, quien trata las enfermedades del sistema nervioso y cuenta con toda la capacitación para realizar la evaluación y el tratamiento del párkinson.

2. Apegarse a su tratamiento: Recuerda que es importante apegarse a las indicaciones del médico y seguir un tratamiento integral, el cual debe contemplar diversos factores como el acompañamiento farmacológico, nutricional, psicológico, rehabilitación tanto física como cognitiva y en algunos casos el uso de tecnologías médicas.

3. Recibir acompañamiento: Conforme va avanzando el párkinson, algunas actividades cotidianas como caminar, bañarse, vestirse o comunicarse, pueden tornarse difíciles y contar con un compañero de confianza que escuche, cuide y apoye emocionalmente, puede contribuir a hacer más llevadero este sendero.

4. Cuidar su alimentación: Este se convierte en un acto indispensable, pues las personas que viven con párkinson deben controlar adecuadamente la ingesta de proteínas, ya que su consumo moderado ayuda a mejorar la absorción de levodopa. Considera incluir todos los grupos de alimentos para cubrir las necesidades nutricionales, incluso, puedes consultar con el especialista en nutrición para que te oriente con una dieta acorde a tu tratamiento.

5. Hacer Ejercicio: Esto contribuirá a mejorar la función motora al aumentar la flexibilidad, el equilibrio y la sensación de bienestar; incluso puede beneficiar el estado de ánimo, el sueño, las funciones cognitivas y puede prevenir el riesgo de enfermedades cardio y cerebrovasculares, entre muchos otros beneficios.

Los ejercicios de estiramiento contribuyen a mantener la flexibilidad de tus articulaciones, reducir la rigidez, el movimiento lento, corregir la postura, el equilibrio y ayudan a disminuir las dificultades para respirar e ingerir alimentos.

Si tu familiar vive con párkinson o alguna otra condición similar, es importante acudir con un especialista. Para esta condición específica, el médico indicado es el neurólogo especialista en trastornos del movimiento, quien te aconsejará sobre los tratamientos y cuidados especiales para que puedas llevar una vida más plena.

En caso de requerir tratamiento quirúrgico, tu neurólogo te referirá a un neurocirujano especialista en cirugía funcional, quien te explicará el procedimiento y te guiará durante todo el proceso.

En México, existen diversas redes de apoyo como la Red Mexicana de Asociaciones de Parkinson, las cuales ejercen diversas funciones como educación, acceso a información, acompañamiento y la facilitación de algunas terapias y/o medicamentos. Su objetivo es acompañarte y ayudarte en el manejo integral del párkinson.

Si deseas informarte más acerca de esta condición consulta el Manual para el paciente “Viviendo con párkinson” en versión digital en el siguiente enlace:
http://bit.ly/manual_parkinson o bien o bien ingresar a: PARKINSON Y YO