“El PIB de México creció un 19.56% interanual en el segundo trimestre de 2021, debido principalmente a efectos de base. Sin embargo, la actividad económica posiblemente se contraiga en el tercer trimestre, debido a la tercera ola de Covid-19, una menor producción petrolera y alteraciones en la cadena de suministro. El consenso prevé un crecimiento del 6% en 2021 y del 3% en 2022. Los niveles de vacunación siguen estando por debajo del umbral de inmunidad colectiva; alrededor del 63% de la población ha recibido al menos una dosis y el 38% tiene el esquema completo de vacunación”, dice Eirini Tsekeridou, analista de renta fija en Julius Baer.

En agosto, un incendio en la plataforma offshore de Pemex recortó la producción en 1.6 millones de barriles, lo que equivale a una contracción intermensual en la producción de petróleo de casi 1.5%, que habrá de impactar en el crecimiento del tercer trimestre. La inflación y la política monetaria deberían seguir bajo presión en tanto el crecimiento impulsado por EE. UU. enfrenta restricciones sobre la oferta a corto y largo plazo. Como la inflación se mantiene por encima de la meta, continuarán las presiones sobre el banco central de México (Banxico) para que aumente las tasas. Tras la decisión sorpresiva de subir las tasas de interés en junio, y otro aumento de 25 p.b. en agosto, esperamos que Banxico continúe endureciendo la política monetaria a intervalos de 25 p.b. en las próximas reuniones. En la declaración realizada en la última reunión de política monetaria, Banxico volvió a reconocer que las previsiones publicadas en el informe trimestral de junio eran demasiado optimistas en el contexto actual y se espera que tanto la inflación general como la subyacente converjan en la meta del 3% recién en el tercer trimestre de 2022.

El nuevo ministro de finanzas de México, Rogelio Ramírez de la O, presentó el presupuesto 2022. Como prometió, no hay aumentos de impuestos y se mantiene el foco en la austeridad y la consolidación fiscal. Para el próximo año, el gobierno espera un crecimiento del PIB del 4.1%, una tasa de inflación del 3,4%, una tasa de cambio promedio de USD/MXN 20,3, precios promedio del petróleo de USD 55.1 por barril, producción de crudo de 1,826 millones de barriles por día y tasas de interés nominales del 5,3%. Se pronostica un déficit fiscal global de -3,1% del PIB para 2022, en tanto el saldo primario (saldo fiscal sin pagos de intereses sobre la deuda pública) se proyecta en -0,3% del PIB. Se espera un coeficiente deuda pública/PIB del 51% para 2022.

El gobierno busca ampliar la base tributaria y reducir la evasión fiscal. Esto, sumado a precios más altos del petróleo y un mayor crecimiento esperado, permitirá financiar el aumento del gasto en áreas sensibles para el presidente López Obrador, incluida la salud (aumento del gasto del 27.6% en comparación con 2021), protección social (aumento del 12.8%) e infraestructura (incremento del 12.7%). El Senado debe aprobar las partidas de ingresos del presupuesto antes del 31 de octubre, mientras que la Cámara de Diputados tiene hasta el 15 de noviembre para aprobar las partidas de gasto.

El presidente López Obrador inició la segunda parte de su mandato con una mayoría más reducida en el Congreso. El resultado de las elecciones legislativas de junio redujo el riesgo de nuevas reformas a la Constitución de México, lo que es positivo para la economía y las inversiones.