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Cierre de Mercados

El peso cerró la semana con una apreciación de 1.69% o 35 centavos, cotizando alrededor de 20.35 pesos por dólar, perforando por primera vez en 11 sesiones el soporte clave de 20.40 pesos por dólar. En la semana el tipo de cambio tocó un mínimo de 20.3193 y un máximo de 20.9031 pesos por dólar. La apreciación fue resultado de una corrección a la baja del tipo de cambio, luego de que el peso se depreció por cuatro semanas consecutivas, en las que acumuló un retroceso de 4%. Asimismo, en el mercado cambiario se observó un debilitamiento del dólar estadounidense, con el índice ponderado retrocediendo 0.31% durante la semana, luego de cinco semanas de aumentos consecutivos. Una corrección a la baja del tipo de cambio, ocurre cuando el mercado aprovecha para realizar ganancias y ajustes de posiciones en sus portafolios, luego de una subida significativa en la paridad.

Los factores que permitieron la recuperación semanal del peso mexicano fueron

1. Disminución de la especulación sobre el futuro de la política monetaria de Estados Unidos. Lo anterior, luego de que al cierre de la semana pasada los datos de empleo se ubicaron por debajo de la expectativa. Adicionalmente, esta semana se publicaron los datos de inflación al consumidor y al productor lo que también redujo la especulación en torno a la postura de la Fed.

Sin embargo, hacia adelante se mantiene la expectativa de una postura monetaria menos flexible, por lo que no se descarta el regreso de la especulación a favor del dólar, incrementos en la tasa de rendimiento de los bonos en el mercado secundario y por lo tanto una depreciación del peso. Cabe recordar que, en Estados Unidos la inflación al consumidor hiló cinco meses por arriba del 5%, algo que no se veía desde 1990, mientras que la inflación al productor se ubicó en 8.6%, marcando un récord por sexto mes consecutivo. Por lo anterior, es posible que en los próximos meses se dé un traspaso de los precios del productor hacia el consumidor. Asimismo, las principales mezclas de petróleo continuaron con su tendencia al alza con los precios del WTI mostrando un incremento semanal de 3.62%, cotizando en 82.22 dólares por barril.

2. Mayor apetito por riesgo en la mayoría de los mercados financieros, especialmente en el mercado de capitales, en donde los inversionistas se mantienen enfocados en la temporada de reportes trimestrales. Durante la semana algunos de los principales bancos de Estados Unidos publicaron sus resultados, los cuales superaron las expectativas del mercado. Adicionalmente, hacia el cierre de la semana el Banco Popular de China tranquilizó a los mercados, pues mencionó que los reguladores financieros apoyarán a la empresa Evergrande para reanudar sus proyectos.

Hacia adelante, prevalece el riesgo de que se incremente la percepción de riesgo sobre México, debido a la iniciativa de la reforma eléctrica. La reforma tiene el potencial de frenar el crecimiento económico del país al inhibir la inversión privada, adicionalmente podría generar presión sobre las finanzas públicas aumentando la probabilidad de un recorte en la calificación crediticia.

En el resto del mercado cambiario, las divisas más apreciadas fueron de economías emergentes o de países productores de materias primas: destacándose el sol peruano (4.09%), el rand sudafricano (2.13%), el dólar neozelandés (1.92%), el peso mexicano (1.69%), el dólar australiano (1.55%), la corona sueca (1.54%), la corona noruega (1.37%) y el rublo ruso (1.14%). La recuperación en estas divisas se debió a la menor aversión al riesgo que se observó en los mercados financieros, así como a la disminución en el rendimiento de los bonos del Tesoro.

En contraste, las divisas más depreciadas fueron la lira turca (-2.97%), el yen japonés (-1.72%), la rupia india (-0.35%) y el peso argentino (-0.24%). En donde la lira turca alcanzó su peor nivel en registro, al tocar un máximo de 9.2505 liras por dólar. Lo anterior se debe a la incertidumbre política, luego de que el presidente turco Erdogan, despidió a tres miembros del comité de política monetaria que estaban en contra de realizar recortes a la tasa de interés.

En la semana, el euro tocó un mínimo de 1.1524 y un máximo de 1.1624 dólares por euro. Por su parte, el euro peso tocó un mínimo de 23.5652 y un máximo de 24.8810 pesos por euro.

Al cierre, las cotizaciones interbancarias a la venta se ubicaron en 20.3505 pesos por dólar, 1.3745 dólares por libra y en 1.1605 dólares por euro.

En la sesión, el Indicador Base de Percepción de riesgo global (IBP) se ubicó en -11 unidades, muy cerca de su umbral de cero unidades, indicando una percepción neutral de riesgo, pues continúan los ajustes en las posiciones en los mercados financieros globales. Sin embargo, 3 de las 5 sesiones de la semana se observó percepción por riesgo ya que existe nerviosismo ante presiones inflacionarias, la crisis energética y una postura monetaria menos flexible de los bancos centrales.

El oro cerró la semana con ganancias, cotizando en 1,768.27 dólares onza tras un aumento en su precio de 0.63%. En la semana, el metal precioso alcanzó un máximo mensual de 1,800.61 dólares por onza y un mínimo de 1,750.24 dólares.

Las presiones al alza se dieron a la par de una reducción en los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, cuya tasa a 10 años disminuyó en 3.6 puntos base durante la semana, a 1.58%. Hay que mencionar que una reducción en los rendimientos de los bonos del Tesoro disminuye los costos de oportunidad de mantener inversiones en materias primas, como el oro, las cuales no devengan intereses.

La contracción en los rendimientos de los bonos sucedió luego de la publicación del informe de inflación de Estados Unidos, que mostró una aceleración de los precios al consumidor durante el mes pasado. Si bien el aumento en la inflación es un indicador de que sería prudente endurecer la política monetaria, la posibilidad de estanflación, fue lo que causó los movimientos en el mercado. De hecho, en las minutas de política monetaria de la reunión de política monetaria del mes pasado, los funcionarios de la Reserva Federal se mostraron de acuerdo con empezar a reducir las compras de bonos a mediados de noviembre o diciembre.

Un escenario de estanflación es positivo para la demanda por commodities independientemente de la decisión de la Fed. Cabe mencionar que los aumentos sostenidos en los precios reducen el valor del dinero, obligando a los inversionistas a incrementar su demanda por oro como activo para salvaguardar valor.

Otro factor que presionó al alza el precio del oro fue el debilitamiento del dólar estadounidense, cuyo índice se redujo en 0.31% durante la semana. El debilitamiento del dólar aumenta la demanda de los commodities al hacerlos más accesibles para los inversionistas que tienen otra divisa y al incrementar su valor.

Hacia adelante se espera que continúe el nerviosismo ante presiones al alza para la inflación, la crisis energética y una postura monetaria menos flexible de los bancos centrales del mundo. Bajo este contexto, es probable que el oro cotice en un canal entre 1,740 y 1,800 dólares por onza durante la siguiente semana.

El WTI cerró la semana cotizando en 82.22 dólares por barril, lo que equivale a un aumento en su precio de 3.62%, siendo esta su octava semana consecutiva de ganancias. En la semana, el WTI tocó un precio máximo de 82.49 dólares por barril, no visto desde el 29 de octubre del 2014 y un precio mínimo de 79.42 dólares. Por su parte, el precio del brent mostró un aumento semanal de 2.82% y cerró cotizando en 84.71 dólares por barril.

Las presiones al alza siguen siendo causadas por la crisis energética global, derivada principalmente de la escasez de gas natural y carbón en Europa y Asia. El nerviosismo aumentó luego de que la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés) publicara que los suministros de Estados Unidos de gas natural aumentaron en 81 mil millones de pies cúbicos, cifra que fue ligeramente menor a lo esperado por el mercado de 89 mil millones de pies cúbicos. Si bien no se espera que Estados Unidos tenga escasez de gas natural, el hecho de que sus inventarios no aumenten aceleradamente incrementa el nerviosismo en este mercado.

Entro otros factores que causaron las presiones al alza fueron:

Los comentarios del gobierno de Arabia Saudita, el cual rechazó las peticiones de aumentos adicionales de la producción petrolera de la OPEP y sus aliados (OPEP+). De acuerdo con el ministro de Energía de Arabia Saudí, el príncipe Abdulaziz bin Salman, el acuerdo protege el mercado petrolero de la volatilidad en los precios que se observó durante el 2020.

El reporte mensual de la Agencia Internacional de la Energía (IEA), en donde se mencionara que el aumento de los precios del gas natural podría impulsar la demanda de petróleo. La IEA aumentó su previsión de crecimiento de la demanda mundial de petróleo en 2022 en 210 mil barriles diarios y espera que la demanda total de petróleo en 2022 alcance los 99.6 millones de barriles diarios (mbd), lo que estaría ligeramente por encima de los niveles previos a la pandemia.

Hacia adelante, no se descarta volatilidad en el mercado energético, sobre todo ante las preocupaciones en torno al crecimiento económico global, lo que puede limitar la demanda por energéticos. El nerviosismo se da ante la posibilidad de que estemos en un escenario de estanflación global por el aumento en los precios y los problemas de la cadena de suministro, lo que ha frenado el crecimiento económico. Cabe destacar que el Fondo Monetario Internacional expresó su preocupación por la recuperación económica mundial y el hecho de que exista divergencia entre los países. Por lo anterior el FMI redujo su perspectiva de crecimiento global para el año de 6% a 5.9%.

Bajo este contexto, durante la siguiente semana el precio del WTI puede cotizar en un rango entre 78 y 83 dólares por barril.

Por su parte, los metales industriales cerraron la semana con ganancias, las cuales están relacionadas con las preocupaciones en torno al impacto que la crisis energética a nivel global y el impacto que podría tener en la producción de materias primas.

Los productores de metales, están restringiendo la producción ya que el aumento de los costos de la energía provoca el aumento en los precios de los metales. Para el caso del aluminio, cada tonelada que se produce requiere alrededor de 14 megavatios por hora, lo que es equivalente a lo que necesita un hogar para funcionar más de 3 años. Por lo anterior, la industria del aluminio en China fue la primera en ser afectada por los objetivos del gobierno de Beijín.

Hay que mencionar que, en la semana, la compañía Nyrstar dijo que recortará la producción de zinc en sus tres fundiciones europeas hasta en un 50% debido al aumento de los precios de la energía. Asimismo, Glencore Plc, ha recortado la producción en sus tres plantas europeas debido al aumento de los precios de la energía.

Lo anterior llevó al aluminio a cerrar la semana cotizando en 3,171.50 dólares por tonelada métrica, lo que equivale a un aumento en su precio de 6.93% y alcanzó un máximo de 3,215 dólares no visto desde el 16 de julio del 2008. Por su parte, el precio del zinc aumentó en 20.42% durante la semana y cerró cotizando en 3,794.50 dólares por tonelada métrica y alcanzó un máximo de 3,944 dólares no visto desde el 15 de mayo del 2007. Asimismo, el precio del níquel aumentó 4.16% y cerró la semana cotizando en 20,020 dólares por tonelada métrica, mientras que el cobre cerró la semana cotizando en 10,538 dólares por tonelada métrica, lo que equivale a un aumento en su precio de 12.25%.

Sin embargo, la crisis energética mundial es un arma de doble filo para los metales industriales, ya que la escasez de energía también ha desacelerado la industria manufacturera, lo que podría desencadenar un retroceso en la recuperación económica global. Por lo anterior, se ha observado volatilidad en los precios de los metales industriales, la cual se espera continúe hasta que se resuelva la crisis del sector energético. Bajo este contexto el cobre puede cotizar entre 9,900 y 10,729 dólares por tonelada métrica durante la siguiente semana.

Los commodities agrícolas cerraron la semana con pérdidas

Por un lado, el maíz y la soya cerraron la semana cotizando en 5.27 y 12.18 dólares por bushel, lo que equivale a reducciones en sus precios de 0.66 y 1.97%, respectivamente.

Para el caso del maíz, el WASDE publicó en sus estimaciones de octubre un aumento en los inventarios globales de 1.38% a 302 millones de toneladas métricas, mientras que las estimaciones para Estados Unidos mostraron un aumento de 6.53% a 1.50 mil millones de bushels. El aumento en los inventarios estadounidenses se da ante un aumento en las estimaciones de producción de 0.15% a 15.02 mil millones de bushels, mientras que los rendimientos pasaron de 176.3 bushels por acre a 176.5.

Para el caso de la soya, el WASDE publicó en sus estimaciones de octubre un aumento en los inventarios globales de 5.74% a 104.57 millones de toneladas métricas, mientras que las estimaciones para Estados Unidos mostraron un aumento de 72.97% a 320 millones de bushels. El aumento en los inventarios estadounidenses se da ante un aumento en las estimaciones de producción de 1.69% a 4.45 mil millones de bushels, mientras que los rendimientos pasaron de 50.6 bushels por acre a 51.5.

Finalmente, el trigo cerró la semana con pocos cambios, cotizando en 7.33 dólares por bushel, lo que equivale a una ligera contracción en su precio de 0.07%.

A diferencia del maíz y la soya, para el caso del trigo el WASDE publicó en sus estimaciones de octubre una reducción en los inventarios globales de 3.13% a 277.18 millones de toneladas métricas, mientras que la producción global se redujo en 0.57% a 775.87 millones de toneladas métricas. Mientras tanto, las estimaciones de inventarios para Estados Unidos mostraron una reducción de 5.69% a 580 millones de bushels. La reducción en los inventarios estadounidenses se da ante una disminución en las estimaciones de producción de 3.01% a 1.65 mil millones de bushels, mientras que los rendimientos pasaron de 44.5 bushels por acre a 44.3.

Hacia adelante, los participantes del mercado continuarán atentos a las noticias relacionadas con las condiciones climáticas e informes en torno a la oferta y demanda de los granos. Se espera que la siguiente semana el maíz cotice en un rango entre 5.06 y 5.32 dólares por bushel, mientras que el trigo podría cotizar en un canal entre 7.05 y 7.45 dólares por bushel.

En la semana que terminó el 15 de octubre, el mercado de capitales cerró con balances positivos en la mayoría de los índices bursátiles. Las ganancias estuvieron impulsadas principalmente por dos factores:

1. La disminución en el rendimiento de los bonos del Tesoro. En la semana el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años, disminuyó en 3.6 puntos base, ubicándose en 1.58%. Lo anterior, permitió un desempeño positivo dentro del mercado bursátil, pues una menor tasa en los bonos hace más atractiva la inversión en los mercados de capitales.

2. El optimismo generado por las publicaciones de reportes trimestrales, pues en general han superado las expectativas del mercado. En la semana se destacaron las publicaciones de los principales bancos de Estados Unidos, en donde Goldman Sachs fue el que mostró los mejores resultados. El reporte trimestral de dicho banco mostró una ganancia por acción de 14.93 dólares, 50.51% por encima de lo esperado por el mercado. Asimismo, reportó una utilidad neta de 5.28 mil millones de dólares, superando la expectativa del mercado de 3.48 mil mdd. Cabe recordar que, durante el trimestre anterior la temporada de resultados impulsó a los índices a registrar nuevos máximos históricos, por lo que los inversionistas permanecerán alerta de las publicaciones en las próximas tres semanas.

A pesar de las ganancias, se mantiene la preocupación en torno a las presiones inflacionarias, lo que podría reducir los márgenes de las empresas. En la semana se publicó, la inflación al productor de Estados Unidos, que se ubicó en una tasa anual de 8.6%, ligeramente por debajo de las expectativas del mercado de 8.7%, aunque ubicándose en su mayor nivel desde que comienza la serie (2010), marcando un nuevo récord por sexto mes consecutivo.

Así, en Estados Unidos, los principales índices accionarios cerraron con balances semanales positivos. El Dow Jones registró una ganancia semanal de 1.58%, luego de haber avanzado 1.22% en la semana anterior. Así, el Dow Jones se ubicó en un nivel de 35,294.76 puntos, lo que equivale a un rendimiento en el acumulado del año de 15.32%. Por su parte, el índice S&P 500 avanzó a una tasa semanal de 1.82%, su mayor ganancia semanal desde el 23 de julio. Así, el índice hiló dos semanas al alza y cerró en un nivel de 4,471.37 puntos, por encima de su promedio móvil de 50 días el cual se ubica cerca de 4,436 puntos. Al interior del S&P 500, las ganancias se concentraron en el sector de materiales, consumo discrecional y de bienes raíces. Por último, el Nasdaq cerró en 14,897.34 puntos, con un aumento semanal de 2.18%, su mayor incremento en 6 semanas. En el acumulado del año, el S&P 500 muestra un rendimiento de 19.04%, mientras que el Nasdaq avanza 15.59

En México, el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la Bolsa Mexicana de Valores cerró con una ganancia semanal de 3.25%, hilando dos semanas al alza y registrando su mayor ganancia semanal desde el 5 de marzo. Así, el IPC se ubicó en un nivel de 52,798.38 puntos, lo que equivale a un rendimiento acumulado en el año de 19.81%. Desde el punto de vista técnico, el índice superó el nivel de 52,500 puntos por primera vez desde el primero de septiembre, día en que el IPC alcanzó su máximo histórico de 53,400.94 puntos. Al interior del índice, se registraron ganancias semanales en 29 de las 35 empresas incluidas. La emisora con mejor desempeño fue Grupo México (+10.82%), Industrias Peñoles (+9.46%), Alsea (+8.75%) y Cemex (+8.16%). Cabe mencionar que la siguiente semana, 46 empresas de la Bolsa Mexicana de Valores darán a conocer sus resultados trimestrales, por lo que el desempeño del IPC dependerá en parte de los resultados.

En Europa, las principales plazas bursátiles cerraron con resultados semanales positivos. El Euro Stoxx 600 cerró en 469.39 puntos, presentando una ganancia semanal de 2.65%, luego de haber avanzado 0.97% durante la semana pasada y marcando su mayor ganancia semanal desde el 12 de marzo. Al interior del índice, las ganancias se concentraron en el sector materias primas y el tecnológico. Por su parte, el DAX de Alemania mostró un avance semanal de 2.51%, su mayor avance semanal desde el 12 de marzo. El FTSE 100 de Londres se incrementó a una tasa semanal de 1.95%, luego de haber mostrado un aumento de 0.97% la semana anterior. Así, el DAX y el FTSE 100 cerraron en niveles de 15,587.36 y 7,234.03 puntos, respectivamente, lo que equivale a un rendimiento acumulado en el año de 13.62% y 11.97%.

En Asia, los principales índices también cerraron en terreno positivo. En Japón, el Nikkei 225 cerró la semana con una ganancia de 3.64%, luego de haber registrado tres semanas a la baja en las que acumuló una pérdida de 8.22%. Así, el índice japonés se ubicó en 29,068.63 puntos, lo que equivale a un rendimiento acumulado en el año de 5.92%. Por su parte, el Hang Seng de Hong Kong se ubicó en 25,330.96 puntos al cierre, mostrando una ganancia semanal de 5.69%, hilando tres semanas al alza. En el acumulado del año el Hang Seng muestra un rendimiento negativo de 6.98%. Cabe recordar que, en la semana la bolsa de Hong Kong estuvo cerrada por dos días, ante el tifón Kompasu y por la festividad de Chung Yeung. Por último, en China el Shenzhen cerró en 4,932.11 puntos, lo que equivale a un rendimiento semanal de moderado de 0.04%, hilando tres semanas al alza. Cabe mencionar que, en la última sesión de la semana el Banco Popular de China habló sobre el caso de la empresa inmobiliaria Evergrande, indicando que la situación es “controlable”. Agregó que los reguladores del sistema financiero van a asegurar que se proporcione apoyo para reanudar los proyectos inmobiliarios de Evergrande.

Por último, el Bitcoin cerró la semana cotizando cerca de 62,590 dólares por unidad, tocando un máximo en la semana de 62,801.60 dólares acercándose a su máximo histórico de 64,868.78 dólares. El optimismo se da, ante la expectativa de que la próxima semana la Comisión del Mercado de Valores de EE.UU. (SEC por sus siglas en inglés) apruebe las solicitudes presentadas por ProShares, Valkyrie Investments, Invesco y VanEck, para la creación de un fondo ETF de la criptomoneda. Adicionalmente, la criptomoneda se ha favorecido del debilitamiento del dólar, pues una disminución en el dólar hace al Bitcoin más accesible para inversionistas que tienen otra moneda.

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