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Well Being Employment tendencia mundial que impactará al sector inmobiliario en el 2022

Si bien en décadas anteriores el sector de las oficinas a nivel mundial enfocó su evolución en ofrecer espacios acordes a las necesidades de clientes y agentes externos, en los próximos años, principalmente los post pandémicos, predominará una tendencia orientada a poner al colaborador en el centro del foco de evolución. Esta tendencia responderá principalmente a la necesidad de rediseñar espacios que satisfagan al colaborador en el ámbito laboral, pero también en su salud física y emocional.

El reporte Perspectiva Inmobiliaria Global de JLL, señala que en este 2022 se espera que algunos sectores estratégicos, como el de las oficinas corporativas, tomen la iniciativa con el fin de seguir atrayendo la demanda y contribuir a la recuperación económica, luego de la etapa más álgida de la pandemia por Covid-19. En este sentido, la firma global especializada en bienes raíces y administración de inversiones, avizora muchos cambios que buscan evolucionar la relación que durante muchos años predominó entre los colaboradores y los espacios de oficina en los que se desempeñaban.

De acuerdo con este reporte de JLL, las tasas de regreso a las oficinas varían significativamente en cada país, pero se observa un aumento importante a nivel mundial. Además, las necesidades cambiantes de los empleados combinado con con la lucha por atraer y retener el talento de los grandes corporativos en el mundo, serán el centro de atención en este año en medio de un entorno de trabajo cada vez más enfocado al modelo híbrido.

En este sentido, el Director Ejecutivo de Administración de Proyectos y Desarrollos de JLL México, Arturo Bañuelos, señaló que el diseño de los lugares de trabajo está tomando un papel cada vez más importante, con el fin de ofrecer espacios más armónicos, con iluminación, muebles ergonómicos, acústica adecuada. La reducción de los metros cuadrados para el trabajo individual será predominante y se ampliarán los espacios de trabajo colaborativo y al aire libre, al tiempo que las terrazas y balcones serán de los espacios más buscados. En promedio, en una oficina con configuración tradicional, los lugares asignados ocupan el 80% de la superficie total, cifra que cambiará a un 60 y 65 por ciento para la configuración de trabajo híbrido.

Además, de acuerdo con el directivo de JLL, las inserciones tecnológicas avanzan cada vez más rápido en las oficinas, centros de trabajo, e incluso en los hogares, con el fin de adaptarse a un entorno híbrido, que lejos de desaparecer, se afianzará en los próximos años.

“El reto para el sector de oficinas será el de atraer a los empleados a espacios innovadores que fomenten la creatividad y productividad, pero en un ambiente de trabajo seguro. La oficina seguirá siendo el centro del ecosistema laboral, dedicando los espacios físicos a la socialización, colaboración, reuniones presenciales y gestión de personas, pero adaptadas a espacios con inserciones tecnológicas que se adapten a los nuevos modelos de trabajo como el híbrido y la conectividad flexible”, aseguró Arturo Bañuelos.

Es una realidad que los colaboradores no desean volver a los viejos hábitos, demandan flexibilidad. El Barómetro de Preferencias del Trabajador de JLL, que encuestó a 3,300 trabajadores de oficina de 10 países y de todas las industrias, encontró que la mayoría identifica el equilibrio entre la vida laboral y personal y la capacidad de trabajar desde el hogar o la oficina como algo más importante que el sueldo.

No obstante y sin importar el sector al que pertenezcan, las empresas deberán tener en consideración los beneficios que una oficina física trae consigo. Además de ser el principal elemento tangible de cualquier empresa, el espacio físico laboral permite la convivencia entre trabajadores que, a su vez, son la pieza principal que da forma, identidad y va creando la mística de cada compañía.

Se espera que este 2022 sea otro año de transformación; las principales tendencias que configuran el sector inmobiliario mundial van a influir en las decisiones que se tomen a lo largo del año. Evaluar qué cambios impulsados por la pandemia han llegado para quedarse y cuáles son de carácter más temporal, sigue siendo un reto.

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