El impacto del Covid-19 ha sido importante para todos los mercados de oficinas, que han visto como los ocupantes, cautelosos antes las inusuales circunstancias, retrasaban todas sus decisiones inmobiliarias y, en especial, sus planes de expansión. La progresiva reactivación de la demanda por parte de los inquilinos anima a los operadores Flex y la contratación por su parte empieza a mostrar signos de recuperación desde la irrupción de la pandemia.

Con la desaceleración pre-Covid-19.- La bajada de take-up provocada por el Covid-19 en los principales mercados se vio irremediablemente reflejada también en el mercado Flex que, en cualquier caso, tras un periodo muy largo de incrementos sostenidos ya había mostrado signos de ralentización en los meses previos a la pandemia. La descentralización del trabajo, la creciente demanda de flexibilidad contractual y la incertidumbre sobre qué superficie de oficina necesitan las organizaciones está expandiendo el modelo Flex más allá de pequeñas empresas y start-ups. Las grandes corporaciones están ya considerando seriamente este modelo para sus empleados.

Las empresas comienzan a plantearse modelos 100% flexible, pero esta opción no es la única que el mundo Flex pone a su alcance. Los alquileres tradicionales pueden complementarse con ciertas opciones que se adaptan mucho mejor a las necesidades específicas de algunos colectivos dentro de estas grandes corporaciones.

Una empresa es un facilitador de diferentes equipos de personas con distintos estilos de trabajo, por eso, cuando una compañía se plantea implementar soluciones Flex se debe poner especial foco en qué tipo de empleados trabajan en ella.

«El ‘Flex’ o espacio flexible ha pasado a jugar en primera división en el mundo de las oficinas. El interés por parte de muy diferentes tipos de empresas por el ‘coworking’ o las ‘oficinas de servicio” no ha parado de crecer a lo largo del último año. La clave reside en saber identificar el tipo de empleado para dar con la solución y el entorno adecuado» nos comenta Azul Gómez, Líder de Workplace Strategy para CBRE México y Latinoamérica.

Entornos para generar equipo PYMES. – Las pequeñas y medianas empresas que trabajan únicamente en entornos Flex priorizan el sentimiento de pertenencia, la interacción presencial y la sensación de identidad, para ellas este tipo de espacio es clave para construir el equipo y apalancar su crecimiento.

En el caso de grandes corporaciones que optan por un modelo 100% flexible, el espacio se convierte en la sede y punto de encuentro de todos los empleados. En estos casos es importante mantener un cierto nivel de personalización que garantice el sentimiento de pertenencia

Espacios de «aterrizaje». – En los casos en los que las grandes corporaciones optan por mantener una sede central en formato tradicional, aquellos perfiles con 3 o más días de teletrabajo o incluso 100% de teletrabajo, valoran de forma especialmente positiva la posibilidad de tener acceso a un espacio Flex.

Un ejemplo lo encontramos en aquellas corporaciones con una gran dispersión geográfica de sus comerciales. Estos empleados no necesitan una oficina convencional pero sí que valoran el acceso a un espacio donde poder realizar sus tareas diarias. El Flex incrementa la sensación de pertenencia y cuidado por parte de la compañía.

Hubs de innovación. – Muchas empresas cuentan con departamentos con necesidades creativas específicas, que se alejan mucho de las dinámicas de trabajo del resto de departamentos.

También los espacios Flex puede ser un perfecto comodín temporal para estos perfiles más colaborativos o áreas que trabajan por proyectos y que requieren de forma temporal de un entorno diferente que faciliten el trabajo en equipo, la ca-creación y el intercambio de ideas con otros usuarios (externos, start-ups, etc.).