Entre 2013 y 2030 el sector del transporte representaraì el 97% del aumento del consumo de petroìleo mundial, por lo que las buenas prácticas medioambientales se vuelven indispensables. Las empresas de flotillas, como parte integrante del sector transporte y de la cadena de suministro, adquieren cada vez más conciencia de que deben ser sostenibles.

La gestioìn sostenible de una flota se refiere a lograr una reduccioìn del impacto ambiental de la operativa de sus vehiìculos, y esto es posible solo mediante una transformacioìn integral de estructuras, sistemas y procesos. Así, pues, ¿coìmo aplicar los principios de la sostenibilidad a una gestioìn de flota?

Implementando programas de capacitacioìn para conductores. Los buenos hábitos de conducción brindan seguridad a los operadores, ahorran hasta un 10% en combustible, así como reparaciones, a la vez que prolongan la vida útil de los vehículos. Acelerar y frenar de manera progresiva, tomar las curvas evitando giros bruscos, aprovechar las inercias o cambiar de marcha en el momento adecuado son buenas prácticas que los conductores deben aprender y adoptar para una conducción sostenible.

Integrando vehiìculos menos contaminantes. Los vehiculos eléctricos e híbridos son cada vez más eficientes y menos contaminantes. Aún presentan desventajas, como un alto costo inicial de adquisión, recorridos limitados para entregas a larga distancia y escasez de cargadores, pero en un futuro próximo se espera que las tecnologías se optimizarán para competir en potencia y rendimiento con los motores diesel.

Por otra parte, es posible adecuar los vehiìculos con los que ya cuenta la flota con piezas que reduzcan la resistencia aerodinaìmica sin tener que sustituirlos.

Realizando planes de mantenimiento preventivo adecuados. Los vehiìculos con un adecuado plan de revisiones preventivas se descomponen menos, no comprometen la marcha de la operativa y contaminan en mucha menor medida. Esto permite reducir los gastos en la gestioìn y tener una logiìstica verde.

Optimizando las rutas. Si se trazan los trayectos de manera adecuada se puede disminuir el tiempo en circulacioìn y los kiloìmetros recorridos, al tiempo que se reducen el consumo de combustible y la huella de carbono. Además, un menor tiempo en circulacioìn representa menos desgaste de los vehiìculos y reducción del riesgo de accidentes.

Adaptando el tipo de combustible. Cada tipo de servicio, operativa y vehiìculo tiene su combustible oìptimo, dependiendo del tipo de ruta, así como del nuìmero de paradas y puestas en marcha de la unidad durante la jornada. Se puede elegir el más conveniente y ahorrador entre gasolina, gasoìleo, gas natural, gas licuado, electricidad, hidroìgeno, biocombustibles o hacer combinaciones de combustibles.

Para llevar a cabo con éxito estas acciones en beneficio del medio ambiente la tecnología puede ser la mejor aliada de las empresas de flotillas. Un software de gestión flotas permite administrar todas estas operaciones sostenibles con eficiencia, al reunir y procesar los datos clave para tomar decisiones acertadas que pueden llevar a una disminución de hasta 20% de las emisiones de carbono, debido al mejor aprovechamiento de los vehículos. Tener flotas eco-friendly, rendidoras, rentables y eficientes es sustancial en un mundo donde la sostenibilidad es ineludible.