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Recuperación del empleo ha sido lenta, incompleta y desigual: Cepal y OIT

En riesgo están muchas partes en el planeta, por ejemplo la recuperación de los salarios y el empleo en América Latina y el Caribe, que pretende recuperarse a niveles prepandemia, sin embargo hay un gran peligro que puede hacer que se pierda, pues el vaivén económico que se registra en estos tiempos, el efecto búmeran de las sanciones contra Rusia y la advertencia de recesión en Estados Unidos.

El más reciente informe realizado por la Cepal, (Coyuntura laboral en América Latina y el Caribe: Los salarios reales durante la pandemia; evolución y desafíos) se advierte que “después de la histórica contracción que registró el número de ocupados en la región durante 2020 (-8.2 por ciento), en 2021 se produjo una importante recuperación de ese indicador, que fue de 6.8 por ciento entre el cuarto trimestre del año y el mismo periodo de 2020. Sin embargo, pese al considerable aumento del empleo a lo largo del año, sólo a partir del cuarto trimestre de 2021 el número de ocupados en la región alcanzó el nivel registrado al cierre de 2019; la crisis generada por la pandemia de covid-19 afectó de manera más significativa el empleo femenino, con un retroceso equivalente a más de 18 años en los niveles que presentó la tasa de participación de las mujeres”.

En la mayoría de las economías de la región se registró un aumento del número de ocupados durante 2021, y en algunos casos las tasas de crecimiento superaron 9 por ciento. Aun así, “dadas las diferencias en la dinámica de la evolución del empleo, en algunos países el crecimiento del empleo en 2021 fue insuficiente para alcanzar el número de ocupados que registraban al cierre del cuarto trimestre de 2019”.

A nivel regional, todos los sectores productivos mostraron una recuperación del número de ocupados durante 2021. Destacó el incremento en los sectores agrícola (27.2 por ciento), servicios básicos (19.4), restaurantes y hoteles (17.9), servicios financieros (11.9) y construcción (11.7). En contraste, los sectores que registraron el menor crecimiento en este renglón fueron el manufacturero –incluida la minería– (2.8), servicios comunales (6) y comercio (8). “Las dinámicas de crecimiento de la ocupación han estado estrechamente vinculadas a la recuperación de la actividad económica. Los sectores económicos en los que más aumentó la producción fueron los que mayor incremento de ocupados registraron”.

Por el lado del ingreso, la Cepal indica que en la región el salario medio real registró un alza durante 2021 en Bolivia, Colombia, Chile, Costa Rica, El Salvador, México y Panamá, y el crecimiento promedio en estos países fue de 4 por ciento. “En las cinco economías cuyo salario medio real creció en 2021 tras haberse contraído en 2020 (Bolivia, Colombia, Costa Rica, El Salvador y Panamá) el incremento promedio fue de 5.2 por ciento, variación que permitió que el salario medio real de 2021 superase el valor de 2019. En dos economías de la región, Chile y México, el salario medio real experimentó alzas tanto en 2020 como en 2021, y la variación promedio observada fue de 2.2 por ciento en 2020 y de 1.1 por ciento en 2021”.

En lo que respecta al salario mínimo real, las caídas fueron más generalizadas en 2021 que en 2020. Así, durante 2020 el salario mínimo real se contrajo en Argentina, Bolivia, Guatemala, Haití, Jamaica, Nicaragua, Perú, Uruguay y Venezuela, es decir, en nueve de las 20 economías de las que se dispone de información. En 2021 el salario mínimo real se contrajo en 15 casos: Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Jamaica, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Venezuela.

Mientras en las etapas iniciales de la pandemia muchos gobiernos regionales decidieron incrementar el salario mínimo para paliar el efecto de la crisis sobre los trabajadores de menores recursos, en 2021 esa política no fue tan generalizada. “Otro elemento que ha afectado la dinámica de los salarios mínimos reales ha sido la inflación; luego de la reducción significativa que experimentó durante 2020, en 2021 la inflación regional mostró un importante repunte”. Pero en 2022 el golpe ha sido aún más fuerte.
De acuerdo con CEPAL y OIT, en un contexto en que todavía hay margen para la recuperación de la ocupación hasta los niveles prepandemia, es clave la posibilidad de realizar ajustes nominales de los salarios mínimos que compensen las pérdidas provocadas por el aumento de la inflación. En ese sentido, la reactivación de los mecanismos de diálogo entre gobiernos, trabajadores y empleadores para fijar los ajustes de los salarios mínimos tiene un gran potencial a la hora de conciliar las necesidades de los actores laborales. Ello serviría para aplicar los incrementos del salario mínimo que permitan compensar el aumento de la inflación, considerando también su impacto tanto en los costos de producción —sobre todo de las microempresas y pequeñas y medianas empresas (mipymes)— como en la generación y recuperación del empleo.
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