El día de ayer, el anuncio de la Fed de un incremento de 75 puntos base a su tasa de referencia fue tal y como se esperaba: aburrido y poco notorio. La Fed consideró la elevada inflación y estuvo acertadamente en línea con los riesgos de inflación. También reconoció la desacelerada actividad económica y su continuo compromiso con regresar la inflación a su meta de 2%. Lo mismo de siempre.

Hablaron con firmeza y le hicieron saber a los mercados que están en control de todo. Es de destacar lo siguiente: el final de la proyección a futuro. La Fed ahora depende de los datos en una base de reunión tras reunión – lo cual hace eco de los comentarios de la Presidente del BCE Lagarde. Pero entonces, ¿qué tiene a los alcistas tan encendidos? Powell sugiere que el ser un poco más dependientes de los datos, y destaca que otro incremento inusualmente alto (como de 75 puntos) en la tasa de los fondos de la Fed dependería de los datos. Además, añadió que podría ser apropiado desacelerar los incrementos a las tasas en algún punto en el futuro también. ¿Están acaso preparando el escenario para un giro dovish? Esto es lo que desató el movimiento de los mercados. Sin una reunión de la Fed programada para agosto, hay bastantes datos por asimilar entre hoy y la reunión de septiembre asumiendo que el próximo evento de Jackson Hole siga siendo moderado. La dependencia de los datos es un arma de doble filo. Si los datos siguen siendo críticos, la Fed se reserva el derecho a elevar la tasa. Si los datos son moderados, la Fed tiene la opción de contenerse. Un giro dovish será resultado de la dependencia a de los datos.