Las minutas de la Fed dictaron el ritmo del mercado luego de que, existen expectativas de más anuncios de aumentos de tasas este año. Sin embargo, es probable que el ritmo de alza de tipos se ralentice para esquivar las consecuencias de eliminar drásticamente la liquidez de la economía.

Las presiones de precios se han recortado en la economía estadounidense con un impacto significativo, sin embargo, la visión de lograr la estabilidad de precios alcanzando el 2% de inflación anual aún está lejos de terminar. Por lo tanto, se espera una orientación agresiva del presidente de la Fed, Jerome Powell, esta semana durante la reunión de banqueros centrales.

Además del Simposio Jackson Hole de EE. UU., el mercado también centra su atención en los datos de pedidos de bienes duraderos de EE. UU., que se publicarán el miércoles. Los datos económicos se ven a la baja en un 0,6% desde la publicación anterior del 2%. En ocasiones, cuando la economía de los EE. UU. ya ha mostrado un índice de precios al consumidor (IPC) básico de los EE. UU. sin cambios, una disminución en los datos económicos no es lucrativa para el índice del dólar estadounidense (DXY).

En el frente de la eurozona, el mercado está a la espera de la publicación de la Confianza del Consumidor de la Eurozona, que se publicará el martes. Una estimación preliminar de los datos económicos es -28, inferior a la publicación anterior de -27. Un recorte adicional en la confianza del consumidor puede mantener a los toros de la eurozona en vilo.

Escenario del peso

La siguiente zona de resistencia crítica se ve en torno a los 20.15/20 pesos por dólar, un nivel que contiene las resistencias horizontales, así como el promedio móvil simple (SMA) de 100 días.

Una ruptura decidida por encima de los 20.25 pesos abriría las puertas a más ganancias para la divisa estadounidense, con el objetivo de alcanzar la zona de los 20.50.

A muy corto plazo, las perspectivas son negativas para el peso, con indicadores técnicos planos y alcistas para el dólar. No obstante, el impulso no es lo suficientemente fuerte y parece que se está desvaneciendo. El sesgo positivo para el dólar se debilitaría con un descenso por debajo de las 20.00 unidades. Por el contrario, un cierre diario por encima de este nivel sería una señal positiva para la moneda norteamericana.

Un soporte clave surge en las 19.90 unidades, que si no se mantiene, el dólar podría observar mayores pérdidas, para probar de nuevo la zona de 19.80 pesos.