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«Presupuesto 2023: ¿más gasto pondrá en riesgo la estabilidad?»

El pasado jueves 8 de septiembre, el gobierno presentó el presupuesto para 2023 y los Criterios Generales de Política Económica. UBS destaca que, como suele ocurrir con la administración actual, las cifras estimadas en los que se basa el presupuesto parecen optimistas. Además, se prevé un gran aumento en el gasto. No obstante, UBS considera que la estabilidad fiscal de México no se encuentra en riesgo: la administración de AMLO, acaso más que cualquiera de sus predecesores, ha hecho de la estabilidad una prioridad y ha logrado encontrar tanto fuentes adicionales de ingresos como recortes en el gasto discrecional.

+De los supuestos en los que se basa el presupuesto de 2023, UBS destaca:
*El crecimiento del PIB tiene una estimación puntual de 3.0%, cifra muy por encima del consenso de 1.4% y del pronóstico de UBS de 1.9%; además, las autoridades mexicanas no contemplan una recesión en Estados Unidos el año que viene.
*El estimado de inflación, de 3.2%, se ubica también muy por debajo del consenso de 4.7% y del pronóstico de UBS de 4.3%.
*En tanto, la producción petrolera se estima en 1.872 mbd, cifra 2.5% superior a lo presupuestado este año, pero lejos del nivel de producción actual de 1.7 mbd.
*El peso se estima que cotice en un promedio de 20.6 unidades por dólar, un estimado por arriba del consenso y de los 21.5 pesos por dólar pronosticados por UBS.
*Los intereses en Cetes de 90 días se estiman en un promedio de 8.5% para el próximo año, lo cual sugiere una descompresión de las tasas desde su nivel actual y del propio pronóstico del gobierno para este año, ubicado en 9.5%.
*La deuda pública en relación con el PIB se sitúa en 49.4% para el próximo año, cifra por debajo del 51% presupuestado para 2022, pero por encima del 48.9% estimado por las autoridades para finales de este año.

+Pese a que el crecimiento parece estar sobrestimado por un amplio margen en el presupuesto, UBS no tiene claro que esto ponga en peligro las cuentas fiscales. Esto se debe a que los precios del petróleo en el paquete económico están por debajo de las estimaciones del mercado. Dicho esto, el gobierno no ha tomado en cuenta el costo de los subsidios de la gasolina, que serían mayores en caso de que los precios del petróleo superen a las estimaciones del presupuesto. En un escenario en el que el aumento de los precios del petróleo se consume por completo en subsidiar la gasolina, el impacto neto en las cuentas fiscales sería un aumento del déficit de 0.2% del PIB, un golpe manejable, en la opinión de UBS.

+Aunque el gobierno parece estar sobreestimando el crecimiento, UBS precisa que solo está asumiendo un aumento real de 1.3% en los ingresos públicos, excluyendo el IEPS a las gasolinas, lo cual es una posición prudente.

+De acuerdo con la Secretaría de Hacienda, actualmente existen más de $600 mil millones de pesos en la tesorería que podrían utilizarse para financiar cualquier desajuste. En este sentido, UBS se pregunta por qué este dinero aún no ha sido transferido a los fondos de estabilización.

+En lo que respecta a los ingresos, el gobierno estima un crecimiento real del 9.9% respecto a lo presupuestado en 2022, pero apenas un 0.8% respecto a lo estimado ahora para este año. UBS explica que la diferencia se debe en gran medida a que la estimación de los precios del petróleo para 2023 son más altos que los presupuestados originalmente para 2022.
UBS destaca dos diferencias importantes entre lo estimado para el cierre del año y el presupuesto para 2023:

i) se espera que los ingresos petroleros sean menores en 2023 dado el pronóstico de precios más bajos del petróleo
ii) se espera que el IEPS sobre la gasolina genere ingresos positivos en 2023.
Fuera del IEPS, UBS destaca que el gobierno espera ver cifras sólidas tanto en el ISR como en el IVA. De forma implícita, esto sugiere que el SAT continúe una alta tasa de éxito, fortaleciendo el cumplimiento tributario y frenando la evasión fiscal. En este respecto, UBS no tiene ninguna razón para argumentar en contra; por el contrario, subraya que los ingresos fiscales de México han aumentado en dos puntos porcentuales del PIB desde que AMLO asumió la presidencia sin necesidad de ninguna reforma fiscal.

En cuanto al gasto, el presupuesto prevé un alza real del 11.6% respecto a 2022, lo cual en opinión de UBS se trata de un aumento agresivo. Cerca del 30% se explica por la subida de tasas de interés y el aumento de los costos de financiamiento, que se presupuestas en 3.4% del PIB para 2023, su nivel más alto desde mediados de los noventa. Sin embargo, el gasto programable también sube un fuerte 8.2% anual en términos reales. En este sentido, UBS señala que se observa una combinación de programas obligatorios (entre los que destacan las pensiones; un 4.2% del PIB en gastos) y de la elección de los programas que el gobierno quiere impulsar.

Por sectores, UBS ve un fuerte impulso a los programas sociales del gobierno, incluidos los destinados a adultos mayores y jóvenes. La infraestructura también recibe un gran impulso, en este caso de 21.7% respecto al presupuesto aprobado para 2022. Esto llevaría el gasto en infraestructura a 3.6% del PIB en 2023, su nivel más alto desde 2016. No obstante, UBS observa que en las proyecciones a largo plazo proporcionadas por Hacienda, el gasto en infraestructura cae a 2.2% del PIB en 2024.

La lectura de UBS de esta situación es que la administración hará un gran impulso en 2023 para tratar de lograr avances significativos en sus grandes proyectos de infraestructura (incluidos el Tren Maya y el del Istmo, así como la refinería de Dos Bocas), antes de las elecciones presidenciales de 2024. UBS también subraya que el presupuesto no contempla una ayuda adicional para Pemex, mientras que la CFE sigue viendo crecer su parte del dinero que se asigna a las empresas públicas.

Sobre el cierre de 2022, UBS encuentra que la previsión del gobierno de un crecimiento del PIB de 2.4% para este año está en línea con su propia estimación de 2.3%. UBS también destaca que se espera que el efecto neto del subsidio a la gasolina este año sea cercano a cero. El gobierno espera que el costo de los subsidios asciendan a $395 mil millones de pesos (1.4% del PIB) este año, lo que equivale aproximadamente a los ingresos extraordinarios previstos por el aumento de los precios del petróleo.

UBS concluye que el presupuesto de 2023 se basa en un escenario macroeconómico optimista y prevé un gran aumento del gasto, especialmente en los programas sociales y de infraestructura preferidos por el gobierno. UBS destaca el compromiso del gobierno con la estabilidad fiscal y los recursos disponibles, lo que hace confiar en que se puede evitar una dislocación fiscal significativa en 2023.

En cuanto a las preferencias de gasto del gobierno, UBS duda que las grandes inversiones que se están realizando en proyectos de infraestructura tengan un impacto positivo en el crecimiento, como estiman las autoridades. Dadas las mayorías simples de Morena y sus aliados en ambas cámaras, se espera que el presupuesto se apruebe sin mayores cambios.

Rafael De La Fuente
Economista en Jefe para América Latina de UBS
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