México cerró 2022 con el índice subyacente de inflación más alto desde 1999, estableciéndose en 8.35% a tasa anual, de acuerdo con el INEGI. Esta situación ubicó a nuestro país en la décima posición con mayor inflación, a nivel Latinoamérica, por debajo de naciones como Chile y Colombia, con el tercer y cuarto lugar, respectivamente.

El fenómeno inflacionario ha provocado un cambio significativo en la política monetaria global y la dirección de los niveles generales de las tasas de interés; generando una creciente volatilidad en los mercados financieros. Esto ha impactado a una diversidad de sectores económicos, sin embargo, en la industria inmobiliaria un elemento clave hace la diferencia para contrarrestar afectaciones: la diversificación de los portafolios, como en el caso de los Fideicomisos de Inversión en Bienes Raíces (Fibras).

Contar con una apuesta diversificada en distintos tipos de inmuebles, crean un escudo protector para estos instrumentos, en cuyas operaciones pueden tener desde torres de oficinas, usos mixtos, plazas comerciales y hasta naves industriales.

Por ejemplo , el Fideicomiso en Bienes Raíces más grande de América Latina, Fibra UNO, liderado por André El-Mann, tiene un portafolio de mas de 600 propiedades de distintas vocaciones, lo que le da resiliencia frente a los embates inflacionarios.

“La diversificación ayuda mucho y una prueba de ello es que no hay muchas empresas quienes puedan decir que sus ingresos han ido en aumento progresivo en los últimos dos años (…) los sectores sufrieron, sin embargo, las actividades presenciales van a regresar a la costumbre que teníamos, está recuperándose la ocupación, va a tardar un poco más recuperar el precio, pero, México tiene la gran ventaja de que en todos los sectores… nuestros precios siguen siendo menores que los de nuestros competidores en otros países”, indicó André El-Mann.

En ese sentido, la diversificación se vuelve más competitiva al generar rendimientos para los inversionistas, cuyos dividendos sólidos, provienen de propiedades de distintos formatos y en ubicaciones estratégicas a lo largo del país. Incluso, las rentas de los inmuebles al ajustarse a las condiciones de inflación generan mayores ingresos para quienes invierten en Fibras.

Esto, aunado a una rápida respuesta de adaptación según las condiciones actuales y que va marcando el mercado inmobiliario, hace de las Fibras un instrumento de inversión atractivo para el público inversionista que busca hacer frente a la inflación.