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24% de las cuencas hídricas de Latinoamérica sufren sequías o inundaciones

Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente el 24% de las cuencas hídricas de la región experimentaron sequías o inundaciones en su última medición de 2020. Aunque estas transformaciones están ampliamente asociadas con el cambio climático, la industria tiene la responsabilidad de implementar tecnologías que permitan hacer un uso más eficiente de este recurso para garantizar sus operaciones y disminuir su impacto en el medio ambiente.

En el caso de la industria minera, el agua es un recurso fundamental, ya que es necesaria para los procesos de extracción y limpieza de minerales, así como para el uso de los trabajadores de la mina.

Además, esta industria requiere un estricto tratamiento de las aguas residuales de su actividad para no afectar el medio ambiente y para obtener agua con la calidad suficiente para que sea reutilizada.

¿Cómo puede la industria minera hacer un uso sostenible del agua?

El Día Mundial del Agua, conmemorado cada 22 de marzo, es una oportunidad para reconocer el potencial de la industria minera para implementar soluciones con tecnología de punta que le permitan asumir el desafío de hacer un uso sostenible del agua.

La industria minera puede desempeñar un papel fundamental en el uso sostenible del agua mediante la implementación de prácticas responsables y la colaboración con otras partes interesadas. Entre las medidas que la industria minera puede tomar se incluyen el monitoreo y medición del consumo de agua, la captación y reutilización de aguas pluviales (lluvia), tratamiento de aguas residuales y reciclaje en circuito cerrado, el uso eficiente del agua, la inversión en tecnología avanzada como son los sistemas de filtración y recuperación de agua, también es importante la gestión responsable de residuos y el control de fugas.

Sólo en 2021 en México, se registraron 8,491 sequías, de las cuales 71% fueron severas -con las que hay el riesgo de pérdidas de cultivos-, 26% fueron extremas -con pérdidas mayores en cultivos, y riesgo de incendios forestales-, según datos del Sistema Nacional de la Información del Agua (SINA).

Los cuatro grandes rubros del agua concesionada en el país son: agricultura y ganadería (76%), abastecimiento público (15%), Industria (5%) y plantas termoeléctricas (4%). Una solución coadyuvante para la escasez es la instalación de plantas desalinizadoras para obtener agua de calidad para las operaciones mineras a partir de agua de mar. Esta solución está en tendencia en países como Chile, donde un 83% de las plantas en operación corresponden a plantas que atienden la industria minera. En el corto plazo serán necesarias este tipo de iniciativas dirigidas a abastecer la población a través de empresas sanitarias.

“La desalinización desempeña y desempeñará un rol clave en el abastecimiento de agua para la minería por tratarse de una tecnología madura, probada y que ofrece una solución sostenible que evita el uso de aguas dulces, lo que ayuda a reducir el estrés hídrico de algunas zonas”, explicó Pablo Peñaranda, Director de Desarrollo de Negocio de Black» Veatch para América Latina.

EL principal desafío de estas plantas son sus costos de Capex y Opex en comparación con los costos asociados a la utilización de aguas continentales, ya que se requiere menor procesamiento, y menor intensidad de consumo de energía. Un aspecto que es difícil de esquivar es la conducción del agua desalinizada, pues requieren el tendido de cientos de kilómetros de extensión de cañerías y de varios puntos intermedios de bombeo hasta su destino final.

La sostenibilidad de la actividad minera se está convirtiendo en una ventaja competitiva  para las empresas que implementan soluciones que realmente responden a las necesidades de la región, no sólo por la eficiencia y los costos, sino por los nuevos criterios de sostenibilidad de inversionistas internacionales que están avanzando en el sector. Las tecnologías disponibles para el tratamiento del agua seguirán avanzando y el manejo eficiente de este recurso estará al alcance de más jugadores del sector.

Al adoptar estas prácticas, la industria minera puede reducir su impacto ambiental y asegurar un uso responsable y sostenible del agua.

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