El peso mexicano gana impulso después de que la inflación de la primera quincena de julio superara las estimaciones, registrando un 4.79% a tasa anual. En tanto, los datos de S&P Global sugieren un repunte de la actividad manufacturera en Estados Unidos, suavizando el impacto de la caída del PMI del sector servicios.

Desde la perspectiva del análisis técnico, se observa una tendencia favorable para el peso mexicano, ya que la acción del precio de hoy, junto con la del viernes pasado, está formando un patrón envolvente bajista, lo que garantiza mayores ganancias. A menos que la decisión de la Fed del miércoles sorprenda a los mercados con un alza de línea dura, el peso podría desafiar el mínimo diario de octubre de 2015, de 16.32 unidades por dólar, seguido de la marca de 16.00. Sin embargo, en primer lugar, el dólar debe caer por debajo de las 16.50 unidades. Por el contrario, el dólar podría amenazar la Media Móvil Exponencial (EMA) de 20 días, en 16.95 unidades, seguida de la barrera de los 17.00. Una ruptura de esta última expondría a la EMA de 50 días en 17.22 pesos por billete verde.

La trayectoria futura del peso depende de la próxima reunión de política monetaria de la Fed, con posibles comentarios de línea dura (hawkish), que amenazan con empujarlo más allá de la marca de las 17.00 unidades.

El dólar borró las ganancias del viernes pasado, en medio de los últimos datos económicos de Estados Unidos y México, reforzando a la divisa mexicana. Al momento de escribir estas líneas, el USD/MXN cotiza a 16.83 unidades tras alcanzar un máximo diario de 17.00 pesos por dólar.

Como se mencionó anteriormente, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reveló que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) de México de la primera quincena de julio registró un nivel de 4.79% interanual, por encima de las estimaciones del 4.7%, pero por debajo de la lectura anterior del 5.18%. En cuanto a la inflación subyacente, el dato se situó en el 6.76% a tasa anual, por encima de las previsiones del 6.73%, aunque descendió desde el 6.91% anterior.

Dado que Banxico decidió mantener las tasas dos veces, tras alcanzar un máximo del 11.25%, los datos podrían provocar un cambio si la rigidez de la inflación subyacente sigue siendo un problema que impide que la inflación alcance el objetivo de Banxico.