La decisión del BCE estuvo en línea con las expectativas del mercado. El banco central elevó las tasas de interés en 25 puntos base, su novena alza consecutiva. La tasa de refinanciamiento principal está ahora en 4.25%, su nivel más alto en 15 años.

La Presidenta del BCE reconoció un reciente debilitamiento del crecimiento europeo, ya que condiciones financieras más restrictivas obstaculizaron la demanda por el crédito y la inversión privada. Igualmente, apuntó que los datos de inflación más recientes estaban empezando a mostrar un avance visible. No obstante, el mercado laboral aún sigue ajustado en los principales países, y el nivel de inflación subyacente, que excluye a los componentes de energía y alimentos, aún está muy lejos del nivel requerido por la meta de inflación. Christine Lagarde destacó el desfase en la transmisión de la política monetaria, apuntando que apenas está empezando a tener un impacto en la economía.

La Presidente Lagarde señaló que el BCE se había trasladado hacia una estrategia adaptiva imitando a la de la Fed, una reunión a la vez. Aunque el BCE ha dejado abierta la oportunidad para una pausa en septiembre, consideramos que la Junta de Gobierno va a optar por otra alza de 25 pb. Con el fin de «domar» a la inflación, el BCE deberá cumplir con dichos esfuerzos.