El ajolote mexicano es uno de los anfibios más fascinantes del reino animal. También conocido como axolotl, que significa “monstruo de agua” y conserva características milenarias de las salamandras.

Este animal tiene 33 especies, de las cuales 18 habitan en nuestro país, y una de ellas ha hecho del Lago de Xochimilco su principal hogar. Lamentablemente en los últimos 20 años la población de ajolotes endémicos de la región se redujo considerablemente de seis mil por cada kilómetro cuadrado a solo 36 por kilómetro cuadrado, esto de acuerdo con investigaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Ante este panorama y con el fin de ayudar a los programas de conservación, Reserva Santa Fe, el proyecto regenerativo que apuesta por formar una comunidad que devuelva a la naturaleza más de lo que ésta brinda, conmemora el Día Nacional del Ajolote Mexicano que se celebra el primero de febrero, al informar sobre la planeación de un programa que tiene como objetivo la recuperación y protección de esta especie.

El residencial de lujo que está en etapa de construcción, a solo 15 minutos de Santa Fe, se ha convertido en un ejemplo de regeneración, ya que su objetivo es integrarse a la naturaleza en lugar de desplazarla y enseñar a sus residentes a habitar en sintonía con la flora y fauna de una manera autosustentable.

Como parte de esa filosofía, es que los especialistas que trabajan en Reserva Santa Fe, se encuentran colaborando de la mano de expertos como el Dr. Antonio Ordóñez, Licenciado en Biología por la UNAM y Doctor en Ciencias Biomédicas por el Instituto de Ecología de la UNAM, esto con el fin de preparar y adecuar un espacio idóneo para que ajolotes albinos se integren y sean libres en un hábitat con todas las condiciones que propicien su preservación.

“No es fácil abrirle un espacio ideal a esta especie, darles la adaptación que en verdad necesitan y Reserva Santa Fe lo está planeando de una manera exhaustiva para lograrlo. El ajolote es endémico, sólo crece en Xochimilco, pero debido a las condiciones climáticas actuales ya no se puede reproducir tan fácil en su hábitat natural. Es por eso que estamos creando esta estrategia, para que los ajolotes que lleguen al lago que forma parte de este sitio, tengan un microchip integrado y un número de registro ante la PROFECO y SEMARNAT con el fin de que sean ubicados, se les dé seguimiento y se procure su preservación”, explicó Ordóñez.

Esta es sólo una de las múltiples acciones que Reserva Santa Fe está llevando a cabo para convertirse en un proyecto único en el mundo que en verdad apueste por la sostenibilidad, ya que además, está en búsqueda de certificarse como Living Community Challenge, un distintivo que otorga el International Living Future Institute (ILFI), en la que los proyectos que lo obtienen deben pasar por una rigurosa evaluación para ser considerados comunidades que aportan más de los recursos que se utilizan para su edificación y mantenimiento, restaurando ecosistemas.