El 2023 fue un año retador para el suministro de energía eléctrica en México, al haber diversos casos de apagones y fallas en el suministro que generaron problemas en distintas partes de la república, ante distintas situaciones como la inesperada ola de calor que saturó la red eléctrica, la cual puede repetirse este año gracias al calentamiento global, por mencionar algunas.

A estas fallas se sumó problemas técnicos para suministrar energía a millones de personas, al contar con cableado dañado y transformadores poco modernos. Esto puede ser un desafío para las diferentes industrias, las cuales su producción depende de significativas cantidades de electricidad de manera contínua, para procesos como la metalurgia, la modificación de plásticos, la refrigeración o la iluminación, por mencionar algunas.

El tener una red de suministro eléctrico eficiente es fundamental para el funcionamiento de la industria, y por ende, de una economía como la mexicana, la cual se expande gracias a la buena situación macroeconómica del país y a la llegada del nearshoring (el cual representa una importante oportunidad económica para México).

Pero ¿qué alternativas se pueden tomar ante posibles apagones de la red eléctrica en México? Actualmente, existen varias opciones. Algunas de las más clásicas, que no pierden su efectividad, son las que tienen que ver con la captación de energías limpias. En ese sentido, los paneles solares, los cuales pueden instalarse en los edificios para mejorar el rendimiento de la red interna.

Otra de las formas más innovadoras son las baterías de ion litio (de la empresa Quartux); estas utilizan inteligencia artificial para poder funcionar, regulando la energía dentro de un edificio industrial. De esta manera, se consume energía de la red de la CFE cuando esta tiene menor costo, y se consume al mínimo cuando aumentan los precios por la demanda.

Los sistemas de almacenamiento de energía eléctrica (bess battery energy storage systems) pueden prevenir apagones, ya que, en caso de una falla en el suministro de la red, utilizarán la energía que han guardado, suficiente para que sigan operando equipos importantes que necesitan seguir funcionando en cualquier circunstancia.

Este sistema de baterías industriales de litio ayuda a reducir en un 40% el recibo de luz, lo que genera grandes ahorros, sobre todo para aquellas industrias que utilizan mucho este recurso y quieren reducir significativamente su huella de carbono.

Esta nueva novedad de la industria es la punta de lanza para iniciar mejores prácticas, más ecológicas, previniendo pérdidas por faltas en la luz por los defectos de transformadores, cableados o de las propias plantas eléctricas. Las empresas que implementen el almacenamiento de energía inteligente, darán un paso más hacia mejores estrategias de ahorro, más autónomas e inteligentes para la industria, al tiempo que eficientan los costos y producción de sus operaciones.