La rumiación mental actúa como un disco rayado en nuestra conciencia, repitiendo una y otra vez nuestros problemas, discusiones o regaños. Cuando estamos rumiando, sobrepensamos las cosas hasta obsesionarnos con una situación en particular. La rumiación genera pensamientos negativos que se convierten en un círculo vicioso.

La rumiación a diferencia de la preocupación se enfoca en los malos sentimientos y experiencias del pasado; mientras que la preocupación se concentra en los eventos potencialmente negativos que nos pueden ocurrir en el futuro.

Esta manera de lidiar con las dificultades se asocia a diversas consecuencias negativas, que en un grado extremo puede incluir depresión, ansiedad, desorden de estrés postraumático y consumo excesivo de alcohol o comida, de acuerdo con las investigaciones de Susan Nolen-Hoeksema, psicóloga y profesora en la Universidad de Yale.

“Nuestra felicidad es el resultado de nuestros hábitos, incluyendo los mentales, que influyen en nuestra actitud y perspectiva ante la vida. La rumiación mental afecta a nuestros pensamientos y evita que seamos personas positivas”, apunta con Nora Taboada, coach ejecutiva y fundadora de AFE Liderazgo Consciente y autora del libro “Felicidad activa”.

Las personas que sufren de rumiación de manera cotidiana se sienten indefensas, porque el pensar tanto tiempo en lo mismo paraliza la habilidad de resolver problemas y drena la energía.

Tips para distraerse de la rumiación mental

Si quieres contrarrestar los efectos de la rumiación, estos tips basados en los hallazgos de Nolen-Hoeksema te pueden ayudar:

1. La meditación: Puede ayudar a romper los ciclos de rumiación, ya que se centra el pensamiento y se apaga el disco rayado. Se puede ir a una clase de meditación, meditar en casa, e incluso usar aplicaciones para meditar. Las meditaciones guiadas son prácticas y fáciles de llevar a cabo en diferentes lugares.
2. Tomar pequeños pasos de acción: Una manera útil de resolver los problemas es evitar sobrepensarlos. Si no se puede tomar acción inmediata, se puede agendar y calendarizar cuándo se hará, incluso se puede escribir una metodología paso a paso.

Esto ayuda a sentir que se tiene más control, porque trazar un plan de acción implica hacerse cargo y tomar decisiones, lo que empodera.

1. Desarrollar múltiples fuentes de autoestima: Se puede escribir en un cuaderno una lista de los principales roles que se tiene en la vida, como madre/padre, esposa/esposo, profesionista, amigo/amiga, etc. y enlistar las cosas que se hacen bien en cada rol.

De esta manera cuando se rumie por algo que pasó en alguno de los roles de la vida, se puede pensar en lo que va bien en alguno de los demás roles que se tienen. Así no se ponen todos los huevos en una sola canasta.

“Disfrutar cada momento de la vida, tener claras nuestras metas y hacer retroalimentación ayuda a terminar con la rumiación. Estar bien enfocado y concentrado sin distracciones da una sensación de control, lo que evita que haya espacio para la rumiación mental”, comenta Nora Taboada.

Por otro lado, el altruismo causa un impacto tan profundo y un bienestar psicológico tan grande en las personas, que se olvidan de sus problemas, de su ansiedad y de la rumiación. “Al dar, generamos emociones positivas, como la generosidad y la gentileza, que nos ayudan a desplazar estados emocionales negativos, lo que disminuye nuestra rumiación mental, y nos hace sentirnos bien”, concluyó la experta.