En las últimas décadas, las ciudades alrededor del mundo han enfrentado crecientes desafíos relacionados con la urbanización, el tráfico, la contaminación y la calidad de vida de sus habitantes. Frente a estos desafíos, han surgido dos modelos que buscan mejorar las zonas urbanas: ciudades de 15 minutos y ciudades 24/7. 

El concepto de ciudad de 15 minutos sugiere que todos los servicios, como trabajo, educación, salud, compras y ocio, deben estar accesibles a pie o en bicicleta en un radio de 15 minutos desde el hogar. A la vez, el modelo de ciudades 24/7 se enfoca en mantener la disponibilidad de servicios y actividades, lo que puede revitalizar áreas urbanas y aumentar la seguridad con la presencia continua de personas en las calles.  

En América Latina y, particularmente en México, la implementación de estos modelos enfrenta desafíos significativos, pues la expansión urbana descontrolada y la desigualdad social crean barreras para la accesibilidad equitativa a estos servicios en todas las zonas. 

De acuerdo con un estudio de WeWork y PageGroup “Retos y perspectivas del trabajo: revelando las claves de la evolución laboral”, el 42% de los mexicanos se encuentra a una distancia de 10 a 50 kilómetros de su lugar de trabajo, mientras que un 31% está a una distancia de 3 a 10 kilómetros. Esta distancia considerablemente afecta el tiempo de desplazamiento diario y, por ende, la calidad de vida de los empleados. 

El mismo estudio señala que el 49 % de los mexicanos usa su vehículo para llegar a sus lugares de trabajo, contribuyendo a la congestión del tráfico y a la contaminación urbana. Esta situación se agrava en ciudades como la Ciudad de México, donde la infraestructura de transporte público es insuficiente para satisfacer las necesidades de la población. 

“La dependencia del automóvil y la deficiencia en los sistemas de transporte público complican la transición hacia un modelo más amigable y funcional. Es necesario invertir para renovar y construir la infraestructura adecuada. Además, se requiere una colaboración efectiva entre sectores público y privado”, comentó Karen Scarpetta, CEO Spanish en WeWork LatAm.  

¿Cuál es el rol de los espacios flexibles en estos modelos de ciudad? 

Con el objetivo de acercar a las personas a sus lugares de trabajo y servicios esenciales, los espacios flexibles son esenciales para garantizar esta transformación urbana. La flexibilidad y adaptabilidad de los espacios permiten a los trabajadores elegir ubicaciones más cercanas a sus hogares, reduciendo significativamente los tiempos de desplazamiento y contribuyendo a la sostenibilidad urbana.  

Según reveló WeWork, en el 2019 solo el 11% de los empleados trabajaba de forma híbrida, mientras que en la actualidad el 64% de los colaboradores prefieren este modelo. Este cambio refleja una adaptación hacia modelos más flexibles que apoyan la idea de ciudades de 15 minutos y la necesidad de espacios de trabajo accesibles en múltiples ubicaciones​  

La salud mental de los empleados se ha convertido en una prioridad; actualmente, el 66% de los trabajadores prefieren un modelo de trabajo híbrido, demostrando una clara insatisfacción con el modelo tradicional de 5 días a la semana en la oficina y una demanda por mayor flexibilidad. La reducción del tiempo de desplazamiento no solo mejora la salud mental, sino que también aumenta la productividad y el bienestar general​ 

“En México, ciudades como la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey pueden beneficiarse enormemente de estos modelos integrados. Aunque existen desafíos, como la desigualdad en la distribución de infraestructura y el alto costo de implementación, la descentralización de servicios y la mejora de la infraestructura de transporte pueden transformar la vida urbana”, finalizó Scarpetta.