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¿Por qué las urbes del mundo necesitan más áreas verdes?

La Sociedad de Arquitectos Paisajistas de México (SAPmx) destaca la urgencia de proteger y expandir las áreas verdes en nuestras ciudades para enfrentar los desafíos del cambio climático y mejorar la calidad de vida de los habitantes en las urbes del mundo y del país.

Mientras que las ciudades experimentan veranos más calurosos, el aire acondicionado ofrece solo un alivio limitado, accesible principalmente para unos pocos. «La mayoría buscamos refugio bajo los árboles, que están siendo desplazados por la infraestructura urbana como edificios, carreteras y puentes en diversas áreas del país», señaló Fernanda Rionda, Presidenta de la SAPmx. «Para lograr un desarrollo sostenible e inclusivo, es crucial proteger los árboles urbanos.»

Las ciudades prestan poca atención a la protección de los árboles, lo que resulta en una disminución de la cubierta forestal urbana. En un periodo de cinco años, la cobertura arbórea urbana global promedio ha disminuido en casi 40,000 hectáreas por año. Sin embargo, algunas ciudades como Oslo, Sídney y Vancouver mantienen una mínima cobertura forestal, y Seattle está cerca de alcanzar su objetivo de aumentarla. «Una cubierta arbórea saludable proporciona múltiples beneficios ambientales, sociales, de salud, biodiversidad y económicos», afirmó Rionda.

Beneficios de una cubierta arbórea saludable a nivel urbano

La SAPmx advierte que una cubierta arbórea sana ayuda a lograr un control natural del clima y de las temperaturas, además de representar beneficios en términos de salud pública y por lo tanto, en un incremento en los índices de calidad de vida, en específico:

  1. Reducción del efecto isla de calor: los árboles enfrían el entorno, mitigando el efecto de isla de calor y disminuyendo el consumo de energía. La infraestructura urbana absorbe y libera calor lentamente, elevando la temperatura ambiente. Las ciudades densamente pobladas experimentan este efecto con mayor severidad, con temperaturas que pueden ser al menos 1 a 3°C más altas que en áreas rurales.
  2. Aumento de áreas sombreadas: con más árboles, aumentan las áreas con sombra, la humedad ambiental y el enfriamiento del aire por evapotranspiración. En verano, las superficies sombreadas pueden estar entre 11 y 25°C más frías que las superficies sin sombra, y la evapotranspiración puede reducir las temperaturas máximas entre 5 y 10°C.
  3. Reducción de la demanda de refrigeración: combatir el efecto isla de calor puede disminuir la demanda de refrigeración. En días extremadamente calurosos, la refrigeración puede representar hasta el 70% de la demanda eléctrica residencial máxima en EE. UU. y Oriente Medio. Un solo árbol puede generar un ahorro de energía del 3% en cinco años y del 12% en 15 años, lo que multiplicado por millones de hogares, refleja una reducción significativa en el consumo total de energía y las emisiones de GEI.
  4. Captura y almacenamiento de CO2: los árboles utilizan CO2 para la fotosíntesis y pueden almacenarlo para su crecimiento. Dependiendo del tipo y la edad, un solo árbol puede almacenar entre una y 22 toneladas de CO2 a lo largo de su vida. La tala de árboles libera este CO2 almacenado, afectando negativamente la calidad del aire. «Los árboles contribuyen a las emisiones negativas y eliminan dos tercios de todas las emisiones relacionadas con los humanos en la atmósfera», indicó Rionda.
  5. Reducción de la contaminación: los árboles reducen la contaminación del aire, ruido y agua, mejorando la salud general de los residentes. La OMS afirma que el 99% de la población mundial respira aire que excede los límites de sus pautas y contiene altos niveles de contaminantes. Para 2060, las muertes prematuras por contaminación del aire podrían alcanzar los 6 a 9 millones al año. Las áreas verdes pueden prevenir 400 muertes prematuras al año.
  6. Beneficios para la salud: los árboles mejoran la inmunidad, aumentan la circulación sanguínea, los niveles de oxígeno y disminuyen la presión arterial y la ansiedad. Los bioquímicos liberados por los árboles tienen propiedades antibióticas, antifúngicas y antirreumáticas.
  7. Mejora de la calidad de vida: los espacios verdes fomentan la socialización y el ejercicio, mejorando la calidad de vida. Aumentan el valor de los bienes raíces y la igualdad social, atrayendo mayores oportunidades comerciales. Además, las poblaciones de menores ingresos suelen vivir en áreas con menos cobertura arbórea, lo que incrementa la exposición al calor y la contaminación. «Mejorar la cobertura arbórea en estas áreas promueve la equidad y la inclusión social», destacó Rionda.

  1. Protección de la fauna y flora: los árboles apoyan la biodiversidad, proporcionando refugio a la fauna local y mejorando la salud de los árboles urbanos. Más del 20% de la biodiversidad aviar del mundo reside en las ciudades. Los árboles ayudan a prevenir la erosión del suelo, asegurando que este retenga los minerales necesarios para el crecimiento de los árboles.

El caso de la Ciudad de México

En Ciudad de México, se ubican colonias con abundancia de áreas verdes, como Bosque de Tlalpan, Centro Urbano Benito Juárez, Lomas Hermosa, Colonia Del Valle y Polanco. Estos espacios mejoran la calidad de vida, ofrecen refugio a la fauna local y contribuyen al equilibrio ecológico.

Bosque de Tlalpan: con un 80% de su territorio ocupado por vegetación, es el pulmón verde más grande y diverso de la capital.

Centro Urbano Benito Juárez: con un 78% de área verde, ofrece un edén urbano en medio del ajetreo citadino.

Loma Hermosa de Miguel Hidalgo: dedicada en un 66% a áreas verdes, destaca por su biodiversidad y belleza natural.

Colonia del Valle: conocida por sus amplias zonas arboladas y parques bien cuidados.

Polanco: alberga hermosos parques como el Parque Lincoln y el Parque de Chapultepec.

Por su parte, Fernanda Rionda advierte que: “Es de celebrar que el programa ¨Sembrando Parques¨ logra la rehabilitación y creación de nuevos espacios verdes en áreas urbanas prioritarias. Estas acciones benefician al medio ambiente y fortalecen el tejido social, contribuyendo al desarrollo sostenible de la ciudad”.

El futuro de las ciudades sostenibles e inclusivas depende de cómo cuidemos y protejamos nuestros árboles urbanos. «Es esencial promover leyes que aumenten la cubierta de árboles y eviten la tala indiscriminada. Las áreas verdes son vitales para purificar el aire, mejorar la calidad de vida y mantener el equilibrio ecológico», concluyó Fernanda Rionda.

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