Estás aquí
Inicio > Mundo Verde > La Importancia de los Bosques en el Ciclo Hidrológico

La Importancia de los Bosques en el Ciclo Hidrológico

Los bosques y el agua están íntimamente conectados, formando un sistema complejo y vital para el equilibrio ecológico. Los árboles, como grandes esponjas, absorben el agua de lluvia, la almacenan en el suelo y la liberan gradualmente, regulando el flujo hídrico y manteniendo la calidad del agua.

Utilizando las herramientas que me ha ofrecido la Maestría en Derecho Ambiental y Política Pública considero que esta es una de las tantas relaciones simbióticas vitales para la vida y el bienestar de todos los seres humanos.

La Importancia de los Bosques en el Ciclo Hidrológico

Los bosques desempeñan un papel crucial en el ciclo del agua, ya que regulan su flujo a través de diversos procesos, para los cuales como lo menciona Alejandro Sánchez Velez, la densidad (en este aspecto refiere al número de árboles en determinada superficie) y la cobertura del bosque dependerán del tipo de árbol, edad, altura, formas de hoja, entre otras.

Algunas de estas diversas funciones en las que está involucrada la cobertura forestal se encuentran tales como:

Intercepción de la lluvia: las copas de los árboles interceptan una parte significativa de la precipitación, reduciendo el impacto directo de las gotas de lluvia sobre el suelo, lo que entonces nos ayuda a disminuir la erosión (Bonell, 2008).

Infiltración del agua: la hojarasca y las raíces de los árboles favorecen la infiltración del agua hacia el suelo, recargando nuestros acuíferos subterráneos (FAO, 2007).

Transpiración: a través de las hojas, los árboles liberan vapor de agua a la atmósfera, contribuyendo a incrementar la humedad relativa y a la formación de nubes (Zimmermann, 1983).

Beneficios de los Bosques para la más eficiente Gestión del Agua

La presencia de bosques aporta múltiples beneficios para lograr una gestión del agua más eficiente, ya que nos apoyan en:

Prevención de inundaciones: los bosques actúan como barreras naturales que amortiguan el impacto de las lluvias intensas, reduciendo así el riesgo de inundaciones (Bruijnzeel, 2004).

Mejoran de la calidad del agua: los bosques filtran los contaminantes del agua, sedimentos y nutrientes, y ayudan a mantener la calidad del agua que llega a los ríos y lagos (MEA, 2005).

Mitigación del cambio climático: los bosques almacenan grandes cantidades de carbono, lo que contribuye a mitigar el efecto de este en el cambio climático (IPCC, 2021).

Amenazas a la Relación Bosque-Agua

La deforestación y la degradación de los bosques son de hecho una grave amenaza para esta relación vital. La pérdida de cobertura forestal altera el ciclo hidrológico, aumenta la erosión del suelo, reduce el agua que está realmente disponible y entonces contribuye a la desertificación (FAO, 2020).

Acciones para Proteger los Bosques y el Agua

Promover la reforestación: restaurar áreas degradadas y aumentar la cobertura forestal.

Implementar prácticas de manejo forestal sostenible: aplicar técnicas de manejo que minimicen el impacto ambiental y promuevan la conservación de los bosques.

Fortalecer la protección de las áreas naturales: establecer y gestionar áreas protegidas para conservar los ecosistemas forestales y los recursos hídricos.

Concientizar a la población: difundir la importancia de los bosques y el agua para la vida en el planeta.

Conclusión

Los bosques y el agua están inextricablemente unidos, formando un sistema complejo que sustenta la vida en la Tierra. La conservación de los bosques es fundamental para garantizar la disponibilidad y calidad del agua a largo plazo. Es responsabilidad de todos tomar medidas para proteger estos valiosos ecosistemas y asegurar un futuro sostenible para las generaciones venideras.

“Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de los autores y pueden no coincidir con las de la Universidad del Medio Ambiente”

Karmina Isabel Álvarez Velázquez,
Estudiante de la Maestría en Derecho Ambiental y Política Pública de la UMA
Top