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Escenario para el tipo de cambio 2S24

Los procesos político-electorales suelen tener repercusiones económicas en variables sensibles como el tipo de cambio y la tasa de riesgo de cualquier país. En el caso de México, las evidencias abundan sobre las repercusiones de estos procesos.

Durante las décadas de los años 70 ́s y 80 ́s, el peso mexicano enfrentó periodos de incertidumbre y variaciones en los regímenes cambiarios que fueron acompañados por devaluaciones bruscas de la moneda, causando pérdidas económicas significativas para empresas y familias.

Con el establecimiento del régimen de libre flotación desde 1994, en donde el tipo de cambio funciona de acuerdo a las condiciones del mercado, sin la intervención de las autoridades, estas presiones son determinadas por los participantes en función de la oferta y la demanda. A partir de la transición democrática en el año 2000, la probabilidad de una crisis financiera que igualara la magnitud de aquellas del siglo pasado se ha ido desvaneciendo gracias a un mejor manejo en las finanzas públicas, a la consolidación de la autonomía del banco central, Banxico y a las medidas que las empresas han ido tomando para proteger sus operaciones con divisas.

Entrando en el contexto electoral que se avecinaba, desde octubre de 2023, en Banco BASE nos preguntamos ¿Cuál podría ser el comportamiento del tipo de cambio para una elección presidencial en México?, y el estudio que realizamos arrojó tres factores importantes a considerar para el primer semestre de un año electoral en el país:

1. Existe una tendencia de depreciación en el tipo de cambio que, en promedio, ronda el 12.50% durante estos procesos.
2. El tipo de cambio más alto se generaba en los primeros días de junio de un año electoral.
3. La diferencia de tiempo entre el tipo de cambio más bajo del primer semestre y el más alto en promedio es de 89 días.

Ahora bien, este año se distingue por la coincidencia de procesos electorales tanto en México como en Estados Unidos, siendo las elecciones en este último el próximo 5 de noviembre, sin embargo, camino a este proceso hay eventos a tomar en cuenta. Esto agrega un factor de incertidumbre adicional y nos obliga a plantearnos la siguiente pregunta: ¿Cómo podría comportarse el tipo de cambio durante y después de las elecciones en EE. UU.?

Esta pregunta, que ya es compleja en condiciones normales, presenta mayores complicaciones al considerar que nuestro vecino del norte es nuestro principal socio comercial. En medio de este proceso, es ya evidente que este periodo electoral no estará exento de sobresaltos y declaraciones controversiales, lo que podría aumentar la volatilidad en el tipo de cambio.

Para poder acercarnos a dar una respuesta a la pregunta que nos planteamos, en Banco BASE realizamos un análisis estadístico y predictivo donde logramos incorporar los cambios estructurales que ocurrieron en el año 2016, pero ahora tomando como referencia el tipo de cambio que hemos tenido hasta el 30 de junio de 2024.

Consideramos que, dado que existen similitudes entre las condiciones del año 2016 y del año 2024, sería muy sensato poder incorporar estos elementos para realizar una proyección del tipo de cambio en un rango que va del 1 de julio de 2024 al 15 de enero de 2025, más cuando estadísticamente la correlación entre estos factores estructurales de los dos años tienen una buena significancia numérica.

¿En qué se parecen el 2016 y el 2024?

Además de que en ambos años hubo y habrá elecciones para definir el cambio de gobierno federal en EE.UU., en ambos casos encontramos algunas similitudes que a primera vista nos invitarán a pensar que el comportamiento del tipo de cambio USD/MXN podría ir en el mismo sentido que hace ocho años:

1. Como en el año 2016, este 2024 habrá una mujer como candidata del partido demócrata (Hillary Clinton y Kamala Harris respectivamente).

2. Como en el año 2016, el expresidente Donald Trump encabezará la candidatura a la presidencia de EE. UU. por el partido republicano, volviendo a usar como estandarte de campaña su discurso proteccionista y antimigratorio contra México.

3. Como en el año 2016, la conversación de los discursos de campaña y de los debates programados para los siguientes cuatro meses girarán en torno a dos temas en donde México es protagonista: el comercio y la migración. Es importante recordar que, en la medida que las campañas toman fuerza, ambas candidaturas suelen endurecer sus posiciones respecto a la migración irregular y tienden a afirmar que impondrán aranceles a ciertos productos importados.

4. Como en el 2016, de nuevo se vislumbra una elección cerrada. A pesar de que en ese año el triunfo de Donald Trump tomó por sorpresa a la mayoría de los analistas y al mercado, para este año dado que el actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declinó en su intento por competir por un segundo mandato, la entrada de Kamala Harris a la contienda augura una competencia mucho más estrecha respecto a los escenarios previos, tanto en circunstancias políticas como en económicas por la recaudación que está logrando.

Nicolás Eguiarte Corona
Director de Desarrollo Comercial y Ventas
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