En una época donde el crecimiento urbano es innegable, la planificación urbana se ha vuelto fundamental para asegurar el equilibrio ambiental y la calidad de vida de las personas. Según un informe de la ONU el 54% de la población mundial actual reside en ciudades, y se prevé que para 2050 llegará al 66%. Aunado a lo anterior, nos encontramos un momento donde la inclusión y la conciencia ambiental son fundamentales. Por ello, este crecimiento urbano trae consigo desafíos significativos en términos de inclusión y sostenibilidad; para lograr espacios que garanticen el mayor bienestar. Con esto en mente, Grupo Arqual, referente en el campo arquitectónico de México, presenta algunas razones por la que la arquitectura inclusiva es fundamental para la creación de espacios urbanos accesibles y sostenibles.

La arquitectura inclusiva busca crear entornos de fácil acceso y amigables para todas las personas, sin importar sus capacidades o condiciones; pues bien, integra elementos como rampas seguras, señalización clara, espacios amplios, etc. Sin embargo, no se limita a la accesibilidad física, pues considera las necesidades sociales y culturales de las personas.  Estas estrategias deben tomar en cuenta aspectos como la movilidad y diseño de espacios que sean amigables para todas las edades, capacidades y niveles socioeconómicos. De este modo, el concepto de inclusión adquiere un significado distinto que considera a muchas más personas.

¿Qué tiene que ver esto con sostenibilidad?

Es importante diseñar espacios urbanos de fácil acceso para personas con capacidades distintas y promover la diversidad cultural y social; pero también incluir el uso de prácticas de planificación urbana y construcción que minimicen el impacto ambiental, promuevan el uso eficiente de los recursos naturales y fomenten la resiliencia frente al cambio climático; aumentando el bienestar de las personas que ahí habitan.

Algunas de las estrategias para reducir la huella de carbono en las ciudades tienen que ver con la movilidad; por ejemplo, promover el uso del transporte público o la movilidad activa (caminar y andar en bicicleta). Al generar estrategias que faciliten la movilidad, tanto con transporte público eficiente como con espacios de fácil acceso para todxs, se promueve la sostenibilidad. Así, la relación entre arquitectura inclusiva y sostenibilidad se vuelve clara y es posible generar estrategias con un enfoque que reduce el impacto ambiental y pone en primer plano el bienestar, creando entornos más saludables.

Es evidente que la inclusión y la sostenibilidad son necesidades que deben considerarse en el diseño y planificación urbana, para generar entornos respetuosos con el medio ambiente pero también amigables con las personas sin importar sus características individuales. Así construimos un futuro que asegure el desarrollo urbano con una buena calidad de vida y de oportunidades para todxs.