Transporte marítimo sostenible avanza a toda velocidad Mundo Verde por Vicente Anguiano - noviembre 25, 20240 Piense en el último artículo que ha pedido por Internet. Lo más probable es que haya viajado en barco hasta llegar a usted, o al menos a su país de residencia. El transporte marítimo representa más del 80% del comercio internacional, según la ONU. Aunque el tráfico marítimo desempeña un papel fundamental en las cadenas de suministro de las empresas, esta comodidad tiene un coste medioambiental: Si el transporte marítimo mundial fuera un país, sería el sexto mayor emisor de gases de efecto invernadero (GEI). Junto con la pesca, el transporte marítimo genera casi el 3% de las emisiones mundiales de GEI de origen humano, según la Organización Marítima Internacional (OMI). Con un aumento significativo del transporte de mercancías, la insostenible huella medioambiental del sector podría crecer hasta un 130% de aquí a 2050. A menos que tomemos medidas estrictas. Los marcos reguladores son un comienzo. La OMI ha fijado su rumbo hacia la sostenibilidad con la estrategia de hitos del año pasado, cuyo objetivo es lograr cero emisiones netas de gases de efecto invernadero en torno a 2050. Su objetivo es reducir en un 40% las emisiones de CO2 por trabajo de transporte (una medida de las emisiones en relación con la distancia recorrida y la carga transportada) para 2030, en comparación con los niveles de 2008. Además, las emisiones anuales totales de GEI deben disminuir entre un 20 y un 30% para 2030, y luego hasta un 70-80% para 2040. Paralelamente, la iniciativa marítima FuelEU de la UE, que forma parte del programa europeo de descarbonización económica Fit for 55, pretende incentivar la demanda de algunos tipos de combustibles renovables y bajos en carbono, reduciendo al mismo tiempo las emisiones sectoriales. Aumentan las presiones para adoptar medidas de sostenibilidad A la urgencia de las presiones reguladoras y de los clientes se suman los retos de los seguros derivados de los fenómenos meteorológicos extremos. Las primas están aumentando y se están lanzando nuevas pólizas vinculadas a las emisiones, que reflejan los costes crecientes de los cambios[1] relacionados con el clima. El resultado es un poderoso incentivo doble para que las compañías navieras adopten la sostenibilidad: el cumplimiento de las nuevas normativas de reducción de emisiones de organismos como la OMI y la posibilidad de reducir los costes de los seguros. Es probable que esta convergencia de presiones normativas y financieras acelere la transición del sector hacia prácticas más sostenibles, desde la adopción de combustibles más limpios hasta la optimización de las operaciones para reducir las emisiones. A medida que esta convergencia reconfigura el panorama económico del sector, la colaboración entre navieras, aseguradoras y reguladores será crucial para encontrar el camino hacia un futuro marítimo más sostenible y resistente. Se necesitará una estrategia global y de varias velocidades -que combine respuestas políticas, contratación pública y soluciones digitales integradas- para que este sector extenso y dinámico alcance su objetivo. Tres maneras de incorporar la sostenibilidad al transporte marítimo Como elemento esencial para construir un sector del transporte marítimo resistente y con capacidad de respuesta, la tecnología podría apoyar los resultados sostenibles de muchas maneras diferentes. Sólo tres áreas son: Ingeniería de activos más sostenibles: Una ingeniería más inteligente puede aportar soluciones más sostenibles, tanto para las nuevas construcciones como para los buques y las instalaciones existentes. A medida que la industria marítima adopta materiales emergentes sostenibles, como el acero ecológico, y diseña buques que utilizan sistemas de propulsión o energías renovables, también crece el uso de la ingeniería digital integrada. La japonesa Namura Shipbuilding, por ejemplo, ha digitalizado la ingeniería de sus buques y puentes. Con un sofisticado software centralizado de modelado y diseño en 3D que facilita la colaboración, la comprobación y la automatización, Namura ha mejorado la calidad de la ingeniería, ha reducido los costes de reelaboración y ha acortado el tiempo de diseño en un 10%. Descarbonizar la ingeniería y las operaciones de los activos: La agenda net-zero requiere una acción inmediata, como la adopción de innovaciones generadas colectivamente por coaliciones de empresas. El gemelo digital, con su tecnología ya probada y su capacidad para intercambiar información a lo largo de la cadena de valor, permite ambas cosas. Yinson, uno de los mayores contratistas de unidades flotantes de producción, almacenamiento y descarga (FPSO), no solo ha digitalizado la ingeniería de sus buques con un sofisticado software centralizado de modelado y diseño en 3D para facilitar la colaboración y la comprobación del diseño, sino que también ha ampliado su estrategia de digitalización a la supervisión y el control de sus activos y operaciones. Con ello, Yinson se beneficia de un circuito de retroalimentación y de una mayor comprensión de la adecuación entre el diseño y el rendimiento de sus activos. Mejora continua para ahorrar recursos y reducir emisiones:Quizá lo más importante sea la acción inmediata. El análisis avanzado de datos es esencial para optimizar el transporte marítimo en aras de la sostenibilidad. La tecnología mejora la eficiencia operativa, reduce las emisiones y promueve la conservación de los recursos. Los buques conectados, por ejemplo, pueden controlar continuamente el rendimiento de los motores y el combustible. Junto con los algoritmos de aprendizaje automático, estos conjuntos de datos apoyan el mantenimiento predictivo, por lo que los operadores son notificados de posibles problemas mucho antes de que se produzcan averías. El tiempo de inactividad se reduce al mínimo y las reparaciones tienen un menor impacto ambiental. CSL Group es el mayor propietario de buques autodescargadores del mundo. Gracias a la gestión y el análisis unificados de datos inteligentes, el líder en transbordos evitó múltiples averías en los activos de la flota y redujo las anomalías, al tiempo que ahorraba entre un 3% y un 5% de combustible y 120 toneladas de CO2 por buque al año en sus primeros ocho buques. Explorar todo el potencial del sector marino ecológico El sector marítimo, antes relativamente lento a la hora de abordar la sostenibilidad, avanza ahora a toda máquina hacia objetivos de cero emisiones netas. La iniciativa multinacional Green Shipping Challenge, lanzada en la COP27 y renovada en la COP28, anima a países, puertos, empresas y otros agentes a construir una cadena de valor más sostenible. Se han registrado más de 60 anuncios para impulsar la transición, lo que demuestra el valor de las asociaciones público-privadas en este sector estratégico a escala mundial. Como estos agentes comprenden, las operaciones más ecológicas no se limitan a cumplir la normativa. También permiten a los operadores abordar problemas relacionados con el envejecimiento de las flotas y los elevados costes operativos. La supervisión del rendimiento de los activos con tecnologías digitales certificadas, por ejemplo, hace ambas cosas. Contribuye a la elaboración de informes medioambientales y, al mismo tiempo, reduce directamente los costes optimizando el uso del combustible, por ejemplo, con lo que se consiguen operaciones más ecológicas y eficientes. Las tecnologías digitales son el eje de esta transformación, ya que impulsan la eficiencia y las ganancias de valor a todos los niveles. Solo en términos de sostenibilidad, acelerar la digitalización puede reducir las emisiones en un 15 % para 2050, según los expertos marítimos de DNV. Pero la necesidad de un sector marítimo más ecológico va más allá de la industria. El transporte entra en la categoría 3 de emisiones indirectas de GEI. La red mundial del sector marítimo afecta a todas las empresas que dependen del transporte de mercancías, ya sean productos de consumo adquiridos en línea o materias primas en las cadenas de valor industriales. Por eso, para el sector marítimo y sus clientes, la sostenibilidad y la innovación deben ser las principales prioridades de cara al futuro. Es mucho lo que está en juego, pero también lo son las oportunidades. Para 2030, debemos ver avances sustanciales, y para 2050, un sector del transporte marítimo ecológico debería ser una realidad, no un sueño lejano. Compartir en Facebook Compartir Compartir en TwitterTweet Compartir en Pinterest Compartir Compartir en Linkedin Compartir Compartir en Digg Compartir