El Sindicato Independiente de Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (SITUAM) llamó a la administración de la UAM a priorizar el uso de recursos hacia el personal administrativo sindicalizado por encima de los beneficios directos para los estudiantes. Durante la segunda mesa plenaria de negociación salarial, Noemí Luján Ponce, integrante del comité negociador del sindicato, señaló: “Sin los trabajadores, la universidad no funciona”, dejando clara la postura de la organización en las discusiones.

En el marco de esta negociación, el SITUAM también amenazó con iniciar una huelga si la universidad no cumple con sus exigencias económicas. Entre las principales demandas se encuentra un incremento salarial del 30%, así como mejoras en prestaciones laborales. Según el sindicato, estas demandas representarían una asignación de más de 2 mil millones de pesos, un monto que consideran indispensable para garantizar condiciones adecuadas para el personal.

Además, el sindicato expresó su rechazo a las medidas de austeridad propuestas por el rector general de la UAM. Los representantes del SITUAM argumentaron que las políticas de recorte no son aceptables y que, en lugar de reducir el gasto, este debería redirigirse hacia mejoras en las condiciones laborales y prestaciones del personal sindicalizado. “La austeridad no puede ser una excusa para desatender a los trabajadores”, afirmaron.

Las tensiones entre el sindicato y la administración universitaria han generado preocupación en la comunidad estudiantil y académica. De no lograrse un acuerdo en las mesas de negociación, el paro de actividades podría afectar no solo a las labores administrativas, sino también al desarrollo de actividades académicas en los cinco campus de la institución.

El SITUAM sostiene que su lucha es esencial para la estabilidad y operación de la universidad, mientras que la administración enfrenta el desafío de equilibrar las demandas del sindicato con las restricciones presupuestarias y las necesidades del alumnado. La próxima sesión de negociación será clave para definir el rumbo de este conflicto y evitar la paralización de la universidad.