Educación Financiera: un mapa hacia la estabilidad económica de las personas Actualidad por Vicente Anguiano / Redacción - enero 27, 20250 En un contexto económico global en constante evolución, la educación financiera es fundamental para asegurar la estabilidad económica personal y familiar. En México, durante el año 2024, la inflación alcanzó un 4.21% (Fuente: INEGI), un factor que impacta directamente el poder adquisitivo de la población y subraya la necesidad crítica de una sólida educación financiera. En el marco del pasado 24 de enero, Día Internacional de la Educación, se refuerza la importancia de que todas las personas cuenten con el conocimiento necesario para tener una vida financiera sostenible. Al entender conceptos como tasas de interés, rendimientos y riesgos financieros, las familias pueden optimizar sus finanzas, evitar el endeudamiento excesivo y construir un patrimonio que les permita afrontar con mayor resiliencia las fluctuaciones económicas y asegurar un mejor futuro financiero. “La educación financiera transforma la relación de las personas con el dinero. Esta valiosa herramienta les otorga el poder de tomar decisiones informadas sobre sus finanzas, permitiéndoles controlarlas plenamente, en lugar de ser controlados por ellas. Además, este conocimiento abre las puertas a un mayor número de posibilidades para la inversión y emprendimientos, estableciendo las bases para construir un patrimonio sólido que conduzca a la estabilidad financiera que la población merece”, comentó Lluís Pons, Subdirector General de Banca Personal en México. En primer lugar, comprender las tasas de interés es crucial para tomar decisiones financieras informadas. Ya sea al solicitar un crédito hipotecario, un préstamo personal, al utilizar una tarjeta de crédito o una cuenta de ahorro con rendimientos, conocer la tasa de interés que se aplicará permite a las personas evaluar el costo real y compararlo con otras opciones. Un entendimiento claro de cómo funcionan los intereses compuestos también ayuda a dimensionar el impacto a largo plazo de las deudas y a evitar caer en espirales de endeudamiento. En segundo lugar, el conocimiento sobre rendimientos y riesgos financieros es fundamental para la toma de decisiones de inversión. Entender cómo funcionan los diferentes instrumentos de inversión, como los CETES, los fondos de inversión, o incluso el ahorro con rendimientos en cuentas bancarias, permite a las personas diversificar sus inversiones y buscar opciones que se ajusten a sus objetivos y tolerancia al riesgo. Finalmente, la aplicación de estos conocimientos en la vida cotidiana se traduce en la creación de hábitos financieros saludables. Elaborar un presupuesto detallado, ya sea familiar o personal, permite controlar ingresos y egresos, identificar oportunidades de ahorro y establecer metas financieras realistas. Con una mentalidad de planificación y control financiero, la población puede construir una base sólida para su estabilidad económica, afrontar mejor los imprevistos y adaptarse con mayor facilidad a los cambios económicos del país. En un entorno económico dinámico y desafiante, la educación financiera es esencial para el desarrollo individual y colectivo. Al brindar herramientas para gestionar el capital de la población eficazmente, la educación financiera fomenta la resiliencia ante adversidades económicas, impulsa el crecimiento patrimonial y contribuye a una sociedad más informada y preparada. Compartir en Facebook Compartir Compartir en TwitterTweet Compartir en Pinterest Compartir Compartir en Linkedin Compartir Compartir en Digg Compartir