La falta de agua potable es uno de los principales retos a nivel nacional e internacional. Durante 2024, la sequía y escasez de agua impactó a 114 de los 125 municipios que componen el Estado de México, afectando especialmente a regiones como Naucalpan, Chalco y San Felipe del Progreso, reportó el Servicio Meteorológico Nacional.

Frente a este panorama, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, en colaboración con Juntos Podemos Más, una organización local de ayuda social en Villa de Santa Ana Nichi, se ha sumado a la entrega y colocación de infraestructura que permita a la comunidad acceder a agua potable.

El proyecto consistirá en la construcción de una red hidráulica con un tanque de agua de concreto de 230 m³, tuberías de polietileno de alta densidad y una bomba de pozo profundo, alimentada por energía solar. Además, se instalarán 88 paneles solares para garantizar un suministro confiable. Se espera que el proyecto beneficie a más de 2,500 personas, además de atender las necesidades de aprovisionamiento de escuelas de educación básica, la universidad y un hospital de la región.

Esta donación mejorará las condiciones de vida de los habitantes de la comunidad, quienes, debido al uso de agua contaminada de ríos y lluvias, han atravesado diversos problemas de salud en los últimos años, tales como gastroenteritis y parásitos, afectando principalmente a niños y adultos mayores.

“Creemos en la importancia de ayudar a quienes más lo requieren para impulsar una mejor calidad de vida al satisfacer sus necesidades básicas y construir un futuro mejor para las generaciones que vienen”, mencionó el élder Carlos A. Gabaldón, Setenta de Área y representante de la Iglesia de Jesucristo en este evento

Por su parte, el delegado de Villa de Santa Ana Nichi y presidente de la asociación Juntos Podemos Más, Octavio Alavez, agregó: “Estamos agradecidos con la Iglesia de Jesucristo por confiar y creer en la gente que vivimos en esta región y por ayudarnos a llevar agua donde más se necesita”.

El proyecto está diseñado para beneficiar a la comunidad a largo plazo, por lo que incluye un plan de sostenibilidad donde la población se compromete a cubrir los costos de mantenimiento de la nueva infraestructura para garantizar su eficiencia durante muchos años.