Alto al pesimismo por aranceles, también impactarán la economía estadounidense y podrían revertirse Actualidad por Redacción - marzo 31, 20250 Tras el anuncio del gobierno del presidente Donald Trump de imponer aranceles del 25% a las importaciones de vehículos provenientes de México y otras naciones se pone en riesgo los avances logrados en estas tres décadas de cooperación como los socios comerciales más importantes de Estados Unidos gracias al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), ahora renovado como el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), pero no debemos caer en el pesimismo porque en el corto plazo podría revertirse ya que también tendrá impacto en la economía estadounidense, señala Gloria Estrada, presidenta de la Comisión de Comercio Exterior del Colegio de Contadores Públicos de México. Esta alianza en los últimos 30 años ha permitido un desarrollo sostenido de relaciones comerciales y la creación de cadenas productivas integradas que no solo benefician a las grandes industrias, sino que también impulsan a pequeñas y medianas empresas a lo largo de la región. Hoy, sin embargo, nos enfrentamos a una situación crítica para México, que ha logrado consolidarse como el socio comercial número uno de aquel país tras la guerra comercial que sostiene con China. Como señala Gloria Estrada, «esta medida rompe dramáticamente con los compromisos del Tratado México-Estados Unidos-Canadá, donde se liberaba de aranceles a las mercancías producidas en el territorio de cualquiera de los tres países». El 83% del comercio de México se ha canalizado a través de este tratado, y el 80% de nuestras exportaciones tienen como destino el mercado estadounidense. Los aranceles impuestos por Estados Unidos, que alcanzan un 25% sobre las importaciones de vehículos, «ponen en riesgo los avances logrados en estas tres décadas de cooperación”, especialmente porque la industria automotriz ha sido uno de los pilares del comercio entre las dos naciones. A pesar de la complejidad de esta situación, señala la experta y socia del despacho Antón Rioja, encargada del área de Trámites y Defensa Jurídica,” no debemos caer en el pesimismo”. El futuro es incierto, pero no está perdido porque México tiene los recursos, el talento y la resiliencia para navegar por estos tiempos de cambio y salir fortalecido en el proceso. Si bien el gobierno de Estados Unidos parece determinado a recuperar su industria automotriz y promover la producción interna (back-shoring o el regreso de la industria hacia su territorio), México tiene alternativas para enfrentar este reto. La respuesta que ha planteado el gobierno mexicano, a través de la negociación y el fortalecimiento de nuestra industria nacional, se presenta como un camino viable para mitigar los efectos de estos aranceles. Una de las acciones claves en esta estrategia es el Plan México, un conjunto de medidas enfocadas en atraer inversión, promover la industrialización de las regiones del país que fueron olvidadas en administraciones pasadas y fortalecer nuestras capacidades productivas. “México tiene una red robusta de tratados de libre comercio que abren puertas a más de 50 naciones, y la diversificación de mercados es una de las opciones más viables para enfrentar esta nueva política comercial de Estados Unidos”, asegura la experta en comercio exterior. Al mismo tiempo, se busca optimizar la producción nacional y fortalecer la relación entre las micro, pequeñas y medianas empresas con las grandes corporaciones, creando una red productiva más integrada. Es cierto que la imposición de estos aranceles pone en peligro nuestra posición como el principal socio comercial de Estados Unidos, pero también es importante entender que estas decisiones tienen un impacto interno en la economía estadounidense. El costo de producir únicamente en su territorio podría repercutir en el poder adquisitivo de los consumidores estadounidenses, y en la competitividad de los productos que antes se importaban a precios más bajos. En un mundo globalizado «ningún país es autosuficiente en la producción de bienes y servicios para un mercado interno», apunta Gloria Estrada Antón, y en este contexto, la política proteccionista de Estados Unidos podría tener consecuencias negativas incluso para sus propios ciudadanos. México está listo para adaptarse a los cambios. Si bien el escenario actual puede parecer desafiante, estamos seguros de que las negociaciones y estrategias adoptadas por el gobierno mexicano nos permitirán superar este periodo y reconstruir una relación comercial sólida y más diversificada. «El gobierno de México tiene un plan, el Plan México, que busca atraer inversión, generar procesos de industrialización y optimizar nuestra red de tratados de libre comercio», afirma la presidenta de la Comisión de Comercio Exterior del Colegio de Contadores Públicos de México, quien subraya que el país tiene las herramientas necesarias para superar este reto. Este es un momento de cambio, sí, pero también es una oportunidad para que México fortalezca su economía interna, busque nuevos horizontes comerciales y aproveche las oportunidades que ofrece un mundo interconectado. «El compromiso del gobierno mexicano, apoyado por la iniciativa privada, es claro: buscar alternativas que aseguren el bienestar económico de los mexicanos» , destacó. 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