Bitcoin y criptomonedas, las tres oleadas Columnas por Pierre Savarzeix - marzo 19, 2021marzo 19, 20210 Por Pierre Savarzeix, Gestor de Portafolio de Renta Variable de Seeyond, filial de Natixis IM En solo 10 años de existencia, bitcoin ha logrado alcanzar una capitalización de mercado de 1 billón de dólares. A modo de comparación, el oro sólo alcanzó este nivel en 1999 y actualmente su capitalización es 10 veces mayor: ¿se va a reducir el diferencial entre estos dos activos de alto perfil? Tan diferentes en su naturaleza (activos tangibles versus intangibles, viejo mundo versus nuevo mundo), son sin embargo muy similares en su propósito (el oro «físico» y el bitcoin encriptado tienen como objetivo proporcionar cierta seguridad durante las transacciones). Con un crecimiento vertiginoso y una gran dimensión política, el bitcoin ha pasado rápidamente de ser sujeto del afecto tecnológico de vanguardia a un problema crítico para los inversionistas y bancos centrales por igual; y ahora plantea muchas preguntas sobre los riesgos y beneficios de su adopción generalizada. A favor La fortaleza real de esta moneda digital insignia se basa en 3 elementos: su portabilidad, el anonimato del titular y la promesa de tipo de cambio monetario sin comisiones a terceros adicionales. Más allá de su repentino aumento de precio en los últimos meses (ciertamente con un fuerte componente especulativo), el bitcoin se ha utilizado como una reserva real de valor, una cobertura contra una posible depreciación de las divisas tradicionales controladas por los bancos centrales. Estos últimos, al generar una cantidad masiva de liquidez para contrarrestar los efectos deflacionarios de la crisis del Covid-19, también facilitaron las condiciones para una depreciación de sus monedas. Este flujo hacia el bitcoin y otras criptomonedas ha llegado a convertirse en una preocupación para algunos observadores, que habrían preferido que el oro hubiera desempeñado este papel … exclusivamente. Precio del Bitcoin (USD) en los últimos 3 años Fuente: FactSet, marzo de 2021. Tamaño del balance de la Fed de EEUU Tamaño del balance de la Fed de EEUU Fuente: Junta de Gobierno del Sistema de la Reserva Federal, marzo de 2021. Aunque sujeto a fuertes fluctuaciones de precios, parecería que el bitcoin finalmente está ganando un fuerte impulso, tanto entre las instituciones financieras como entre los tesoreros corporativos (como Tesla, que recientemente invirtió $ 1.5 mil millones de dólares en bitcoin). Sin embargo… el uso generalizado de bitcoin aún enfrenta obstáculos en el camino, ya que las criptomonedas aún generan muchas críticas. En contra Janet Yellen, presidenta del Tesoro de Estados Unidos y ex presidenta de la Reserva Federal, consideró recientemente el uso de bitcoin como excesivamente «ineficiente» desde un punto de vista transaccional. Además, y como señaló el Departamento de Justicia de EEUU, el bitcoin todavía está ampliamente asociado con actividades de financiamiento al terrorismo y lavado de dinero. En los EEUU, el uso de moneda digital se percibe como una amenaza para la extraterritorialidad del dólar estadounidense, un principio que otorga a un juez estadounidense el derecho a iniciar procedimientos, o buscar sanciones, contra cualquier transacción internacional en dólares. Por lo tanto, cuestionar el uso del dólar estadounidense en transacciones internacionales a favor del bitcoin podría ser un riesgo potencial de privar a Estados Unidos de un poderoso apalancamiento geopolítico. En Europa, Christine Lagarde, la presidenta del Banco Central Europeo, parece estar cerrando definitivamente la puerta al bitcoin como activo de reserva para su institución. Además, la imposibilidad de integrar al bitcoin fácilmente a un marco de monitoreo para movimientos de capital (como Tracfin en Francia[1]), genera una fuerte resistencia por parte de la justicia europea. Finalmente, las criptomonedas generalmente requieren enormes recursos energéticos para operar: en el caso de bitcoin, validar y asegurar transacciones requiere un proceso de cálculo largo y complejo. El consumo anual de electricidad del Bitcoin supera hoy al de Argentina, Países Bajos o Noruega[2]… una pena, debido a lo sensibles que son sus usuarios (de generaciones más jóvenes) ante los problemas ambientales. Sumando estos factores negativos, muchos observadores ya están prediciendo un futuro oscuro para el bitcoin: un activo altamente deflacionario en su construcción (ya que no puede exceder del número máximo de 21 millones de bitcoins), que también conserva un alto costo de oportunidad ya que no paga ningún interés o dividendos. No obstante… «Toda verdad pasa por tres etapas. Primero, es ridiculizada. En segundo lugar, enfrenta una violenta oposición y, en tercer lugar, se acepta como evidente por sí misma». Si bien inicialmente los medios de comunicación se burlaron de ella como la moneda anti-sistema de unos cuantos «geeks» informáticos, ¿no comprueban las reacciones constantes que realmente estamos en la segunda ola de este proceso? El siguiente paso Como tal, recordemos que el economista estadounidense Milton Friedman, fundador de la Escuela de Chicago y Premio Nobel de Economía, criticó severamente la creación de una moneda única en Europa. Un año antes del lanzamiento del euro, Friedman mencionó en una entrevista que no esperaba que la unión monetaria sobreviviera más de diez años… y 20 años después, aunque aún persisten problemas críticos, con la imposibilidad de llevar a cabo devaluaciones competitivas utilizando tipos de cambio dentro de la zona, o compensarlas con déficits fiscales que excederían los criterios de Maastricht- el euro sigue vivo. Esto ni siquiera considera el interés reciente en las criptomonedas provenientes de los actores financieros tradicionales, que ven su adopción generalizada como un potencial para renovar la oferta a sus clientes; con la esperanza de volver al panorama actual de la banca más atractivo para sus clientes. En resumen, la adopción de monedas digitales sería solo la última fase en la automatización bancaria. En un mundo que está adoptando constantemente nuevas regulaciones, las criptomonedas y el blockchain permitiría a las autoridades proporcionar una supervisión centralizada más eficiente y menos costosa de configurar para los actores bancarios. Sin embargo, esta adopción no está recibiendo impulso de manera proactiva de las instituciones financieras privadas en la actualidad, ya que estas aún se benefician del virtual monopolio de la creación de dinero (otorgada por los bancos centrales). Los bancos y las aseguradoras están por tanto, en un compás de espera con respecto a las autoridades de supervisión. En este marco, tanto la reserva federal de EEUU y el Banco Central Europeo buscan incubar un dólar y un euro digital lanzando, entre otras cosas- consultas públicas. Al principio, son cautelosos para no alterar demasiado las prácticas bancarias y no dejar que el control de la creación de dinero se traslade a nuevos actores más difíciles de regular. El establecimiento de estas criptomonedas estatales marcaría el comienzo de la tercera ola: la generalización y trivialización del uso de criptomonedas, cualquiera que sean. Sin embargo, dadas algunas de sus limitaciones técnicas, no se garantiza que el bitcoin sea el principal beneficiario de este movimiento. Se puede asumir con certeza que los actores digitales masivos como Google, Amazon, Apple y Facebook también están buscando aprovechar la digitalización de las divisas. En Europa, por ejemplo, también podemos esperar la aparición de nuevas leyes que combinarán alguna forma de legislación y regulaciones bancarias, por un lado, con la Protección General de Datos (GDPR) por el otro. Una vez saliendo de la crisis que ha generado el Covid-19, aún queda mucha incertidumbre sobre la naturaleza de la recuperación económica. El billón de dólares almacenado en bitcoins probablemente incitará a varios actores a intentar captar esta información financiera. En la actualidad, la iniciativa más convincente es el uso de criptomonedas como garantía de un crédito bancario: de la forma más paradójica posible, el bitcoin, diseñado para erradicar el papel moneda, podría utilizarse para apoyar la expansión del crédito y, por tanto … la recuperación económica. Compartir en Facebook Compartir Compartir en TwitterTweet Compartir en Pinterest Compartir Compartir en Linkedin Compartir Compartir en Digg Compartir