Por Markus Allenspach, director de investigación de renta fija, Julius Baer

Markus Allenspach, director de investigación de renta fija en Julius Baer sigue prefiriendo un riesgo crediticio moderado en el contexto de un fuerte impulso económico de EE.UU., el progreso en la vacunación y los elevados precios de las materias primas. Los rendimientos de los bonos del Tesoro todavía parecen consolidarse en los niveles actuales, argumentando una duración corta o neutral.

El lunes, el Tesoro de EE.UU. subastó con éxito 58,000 millones de dólares en notas a tres años y 38,000 millones de dólares en notas a 10 años, respectivamente, y hoy reabrirá un bono del Tesoro a 30 años. El primer tramo de este ciclo de subasta comprimido ha sido bien recibido, con el rendimiento más alto de la nota a tres años en 0.36%. El interés del mercado no es solo el resultado del bono a 30 años, sino también del calendario de compras de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) que vence hoy más tarde. En un discurso que interesó a muchos la semana pasada, un funcionario de la Fed reflexionó sobre un aumento de las compras de bonos a más largo plazo a expensas de las compras de valores del Tesoro protegidos contra la inflación (TIPS).

Esto podría resultar en TIPS (rendimientos reales de los bonos) más altos y, en consecuencia, en una disminución de la tasa de inflación de equilibrio (BEI). El BEI es la diferencia aritmética entre el rendimiento de los bonos convencionales y los TIPS. Un BEI más bajo ayudaría al mercado del Tesoro a consolidarse en los niveles de rendimiento actuales. Aún vemos más espacio para la compresión de los diferenciales de crédito, la ventaja de rendimiento de los bonos corporativos sobre los bonos del Tesoro, ya que la economía está cobrando fuerza. Esperamos que las cifras de las ventas minoristas mensuales confirmen el repunte del gasto del consumidor después de una caída relacionada con el clima en febrero.