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Oro y plata: No debe preocupar la inflación

Por Yves Bonzon, CEO de Julius Baer

Los datos que arroja la economía estadounidense son cuando menos espectaculares. En el mes de marzo, la creación de puestos de trabajo y las ventas del comercio minorista superaron incluso las expectativas más optimistas, trayendo consigo la correspondiente revisión al alza de las estimaciones de crecimiento para el primer trimestre de 2021. Teniendo en cuenta la aceleración del ritmo de vacunación y la reapertura gradual del sector de los servicios, se espera que el trimestre en curso presente cifras aún más pujantes: ahora mismo, en términos anualizados, tenemos sobre la mesa una tasa de expansión de dos dígitos.

La economía de EE. UU. cuenta con todos los ingredientes para generar un bucle de retroalimentación positiva. Podemos observar cómo el aumento de la demanda de los consumidores conduce a una mayor producción, más empleo, mejoras en la estabilidad laboral y, en última instancia, el afianzamiento de la confianza del consumidor vuelve a impulsar el incremento del gasto. No obstante, tanto este trimestre como el próximo podrían verse afectados por un factor limitador, que quizás no sea la ausencia de demanda (como viene siendo normal en el mundo post-Lehman), sino unos cuellos de botella pasajeros en la oferta. Por ejemplo, la escasez mundial de semiconductores está frenando la producción de automóviles, y el parque de viviendas disponibles para la venta ha caído al nivel más bajo jamás registrado. Los casos anecdóticos de subidas de precios se multiplican, y no es de extrañar que las encuestas de consumidores reflejen un aumento de las expectativas de inflación.

La fortaleza de la demanda de los consumidores y la cuestión de los cuellos de botella en el mercado aparecen en un momento en el que el efecto base se traduce en mayores tasas de inflación. Los precios al consumo en EE. UU. presentaron un incremento del 2,6% interanual en marzo, frente al 1,7% de febrero. Una vez excluidas de los cálculos las caídas masivas de precios registradas durante los primeros meses de la pandemia, la inflación declarada aumentará casi un 4% en los próximos meses.

Aunque la Reserva Federal promete seguir adelante con su política de tasas de interés cero, en este contexto no podemos descartar un nuevo repunte de los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense. Mantenemos nuestra posición de duración corta mientras buscamos mejores niveles de entrada para añadir bonos del Tesoro de EE. UU. a nuestras carteras.

Yves Bonzon
CEO de Julius Baer
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