Banco de México anticipa PIB de 6.0% para 2021 y de 3.0% para 2022, desde 4.8% y 3.3% previos. En su informe trimestral (IT) al 1T21, Banco de México señaló que un primer trimestre de 2021 mejor que el previsto, perspectivas positivas para la demanda externa, y el avance en el proceso de vacunación y la reapertura de actividades que implica, lo llevaron a aumentar su pronóstico de crecimiento para este año.

“La previsión central para 2021 refleja tanto un mejor desempeño de la economía en el primer trimestre del año respecto de lo previamente anticipado, como la expectativa de que a partir del segundo trimestre la recuperación gradual de la economía se presente con un ritmo más elevado”, estableció la Junta de Gobierno, la máxima autoridad dentro del Banxico.

Asimismo el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, dijo que el pronóstico de crecimiento económico para este año por parte del gobierno se ubicaría “en alrededor” de 6.5%, desde un nivel anterior de 5.3%, y superior al rango máximo fijado en marzo pasado, por lo que la recuperación de la crisis desatada por Pandemia del Covid-19 ocurriría antes de lo previsto.

La institución revisó un aspecto por demás importante por su impacto en la economía, al alza sus pronósticos de inflación para el resto de 2021 por los choques que han incidido sobre los precios, destacando los energéticos; en particular, estima una inflación de 4.8% para el 4T21, 1.2pp mayor que su proyección anterior.

Sin embargo, el Banco Central considera que los efectos de los choques a la inflación se disiparán el próximo año, de tal manera que la inflación cerraría 2022 en 3.1% (antes la anticipaba en 3.0%). Después de 7 trimestres consecutivos sin calificar el balance de riesgos a la inflación, ahora Banxico señaló que estos están sesgados al alza, destacando los riesgos asociados a una mayor inflación a nivel internacional, así como con presiones de costos por posibles medidas sanitarias adicionales, disrupciones en las cadenas de distribución o aumentos salariales.

La coyuntura indica que la política económica en los ámbitos fiscal y monetario debe continuar fortaleciendo los fundamentos macroeconómicos, concluyó la Junta de Gobierno del Banxico.