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Reunión del FOMC: Posición Sorpresiva

La reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) sorprendió al señalar un levantamiento de medidas más temprano y más significativo en 2023. La orientación de política a corto plazo no ha cambiado, y las compras de activos continuarán hasta que se logre un progreso sustancial en la recuperación. Seguimos esperando que la discusión sobre la desaceleración se vuelva prominente en agosto y septiembre y que las compras de activos se reduzcan en 2022. Un dólar estadounidense más alto y los rendimientos del Tesoro estadounidense a 10 años hacen que las condiciones financieras estadounidenses sean algo más apretadas.

El presidente de la Fed, Jerome Powell, reconoció mucha incertidumbre sobre las perspectivas de inflación después de que las autoridades cambiaron al alza el pronóstico de crecimiento e inflación, en particular para 2021 y en menor grado para 2022 y 2023. Los miembros del FOMC aumentaron su pronóstico de PIB para el cuarto trimestre de este año a 7.0% y la previsión de inflación subyacente a 3.0%. Aún se espera que la inflación disminuya a 2.1% en 2022 y 2023, pero las nuevas proyecciones muestran que los miembros del FOMC ven bien dos aumentos de tasas en 2023. La Fed se ha vuelto decididamente agresiva, ya que indica una menor tolerancia a la inflación a más largo plazo de lo que se suponía anteriormente.

No hubo sorpresa en el tema de la compra de activos, que había sido el principal punto de atención antes de la reunión del FOMC. Powell confirmó que el FOMC ha estado «hablando de hablar sobre» la reducción gradual de las compras de activos, pero que «todavía falta mucho para alcanzar el estándar de progreso sustancial». Dado el pronóstico de inflación más alto para este año, el mensaje de la Fed no deja dudas de que la recuperación del mercado laboral sigue siendo el foco principal de la política monetaria en el corto plazo. Seguimos esperando que comience una discusión genuina sobre la reducción gradual de compras a fines del tercer trimestre de este año y una implementación de un ritmo más lento de compras en 2022.

La menor tolerancia hacia la inflación a largo plazo ha empujado al alza al dólar estadounidense y Rendimientos de los bonos del Tesoro, lo que hace que las condiciones financieras de EE.UU. sean más apretadas. El apoyo al dólar estadounidense de una Fed más agresiva se mantendrá en los próximos meses, contrarrestando los vientos en contra de la recuperación económica global cada vez mayor, que promueve las inversiones fuera de los EE.UU.

David Kohl
economista jefe, Julius Baer
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