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Países Emergentes después de la Fed

Esta semana, nos centramos en la reacción de los mercados emergentes después de la reunión del comité el 15-16 de junio de 2021. Los mercados emergentes siguen siendo sensibles a cualquier cambio en la dirección de la política monetaria de EEUU. Los países emergentes se enfrentan a un endurecimiento de la postura de la Fed, así como a una inflación creciente. Los que cambiaron su política monetaria más rápido fueron aquellos para quienes el tipo de cambio y las tasas de interés fueron los más resistentes.

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El aumento de precios de las materias primas, incluyendo alimentos y energía, ha derivado en un aumento de la inflación en muchos países emergentes.

Los alimentos y la energía son importantes en los índices de precios al consumidor (IPC) de países emergentes. En promedio, los alimentos representan 25% y la energía 10% de los IPC. Sin embargo, estos porcentajes varían según el país. En India, los alimentos son el 45% y 40% en el caso de Filipinas.

El gráfico abajo muestra que de los 18 países principales, 15 tienen actualmente una tasa de inflación por encima de la meta del banco central desde abril de 2021.

Si bien algunos bancos centrales, como los de Brasil, Sudáfrica, África, Ucrania o Rusia, han comenzado a endurecer sus políticas monetarias o han anunciado ya a finales del año pasado, su intención de hacerlo, otros han sido más cautelosos.

El resurgimiento de la pandemia, así como la incertidumbre en torno al aspecto transitorio o la persistencia de una inflación en aumento, siguen pesando sobre las decisiones de los bancos centrales.

Asia es una excepción. La inflación se mantiene por debajo de la meta general del banco central (excepto en Filipinas, Pakistán, India y Corea del Sur) y permite a los bancos centrales de la región respaldar la recuperación de la actividad.

La gráfica a continuación ilustra la situación. La tasa de inflación promedio en los mismos 18 países principales es más alta que su tasa de política monetaria.

Las tasas reales negativas amenazan la estabilidad financiera a medida que los activos financieros se vuelven menos atractivos, especialmente las divisas. El riesgo es que la depreciación de las monedas a través de los efectos de contagio hacia la inflación eventualmente derive en un aumento a las tasas de interés domésticas.

Los costos de los préstamos aumentan, lo que dificulta que los países con altos déficits presupuestales, como Turquía, Sudáfrica y Brasil, refinancien su deuda.

Así, los bancos centrales de los países emergentes atraviesan una situación compleja. Deberían acompañar la recuperación de su actividad, pero la aceleración de la inflación los obliga a reaccionar para preservar su credibilidad y estabilidad macroeconómica

La reacción de los mercados emergentes después de la reunión del Comité del Mercado Abierto de la Fed.

Después de la reunión de Junio 15-16, 2021, fue principalmente el mercado del tipo de cambio el más afectado por la decisión de la Fed.

Las divisas de los Mercados Emergentes se depreciaron ante el dólar, asociadas con el fortalecimiento de la moneda de EEUU (gráfico abajo). El índice ICE registró un desempeño de casi 2% entre el 16 y 22 de junio, 2021.

Sin embargo, hay diferentes comportamientos las divisas.

Las divisas de Asia fueron más resilientes en general que las de Latinoamérica, Europa del Este y África. Esto se debe probablemente a mejores perspectivas de recuperación que en otras áreas y a un yuan más sólido. A pesar del alza de los precios de las materias primas, las divisas de países netamente productores y exportadores, como el rand (ZAR), se han visto castigadas. Esto refleja la gran sensibilidad de estos países a las decisiones de política monetaria de la Fed

Las divisas que han sido más resilientes son aquellas cuyos bancos centrales tienen políticas monetarias menos expansivas.

Este fue el caso del Real Brasileño (BRL), que registró una evolución de 1.6% ante el dólar EEUU. El 16 de junio de 2021, el banco central brasileño (Bacen) decidió aumentar su tasa de interés clave (Selic) en 75 pb hasta el 4.25%

Desde marzo, el Bacen ha incrementado su tasa Selic en 225 pb debido a la aceleración de la inflación que alcanzó 8.1% en mayo, superando su meta de 3.75% (+/- 1,5%).

En la minuta del Consejo de Política Monetaria, conocido como COPOM, del 15-16 de junio, el Bacen indicó que la posibilidad de un mayor ajuste monetario estaba sobre la mesa. La mejora de las perspectivas de crecimiento ha reducido significativamente los riesgos de una desventaja para la inflación. El riesgo fiscal sigue siendo un problema a pesar de las mejoras recientes.

En otras palabras, la lectura del Bacen de su situación económica es comparable a la de la Fed.

El Bacen normaliza sus tasas de interés reales para reflejar el actual estado de la actividad que es más robusto.

Entre las monedas de Europa del Este, el rublo (RUB) se depreció menos vs el dólar. El Banco Central ruso ha elevado su tasa de referencia en +125 pb desde el 12 de febrero de 2021, al 5,5%.

La aceleración de la inflación y el cambio de la postura de la Fed forzó la mano de otros bancos centrales.

Este es el caso del banco central húngaro, que también elevó su tasa de referencia la semana pasada en 30 pb a 0.9%, y el banco central mexicano, que inesperadamente levantó su tasa clave en 25 pb a 4.25%, de República Checa, que elevó su tasa de interés clave a 0.5% en 25 pb a principios de junio, y del banco central de Corea del Sur, que podría también seguir su ejemplo.

La gráfica arriba muestra que las tasas reales se han estabilizado en los países donde los bancos centrales han endurecido la política monetaria.

Sudáfrica es la excepción. Sus tasas negativas reales siguen cayendo, lo que explica el mal desempeño del rand (ZAR) frente al dólar desde el último FOMC.

Desde principios de año hasta el 14 de junio de 2021, antes del último comité de la Fed, el rand fue la moneda con mejor desempeño (casi 7%) ante el dólar. La explicación está en su cuenta corriente, que alcanzó casi 3% del PIB (promedio móvil de 4 trimestres) gracias al aumento de los precios de las materias primas, en particular de los metales. Hasta ahora, el Banco Central de Sudáfrica se ha mostrado reacio a subir las tasas de interés para no ralentizar la recuperación. El comienzo de la normalización de la Fed deberá hacerlo ceder.

En 2020, los bancos centrales de los países emergentes realizaron agresivos recortes a las tasas para limitar el impacto de la pandemia en las empresas.

Los bancos centrales que comienzan a normalizar sus políticas monetarias, como Brasil y Rusia, parten, por tanto, de un nivel bajo en las tasas de interés, lo que también les permite no restringir demasiado la reanudación de la actividad (las tasas de interés reales siguen siendo negativas). mientras estabilizan sus mercados financieros.

En el mercado de deuda soberana, el índice EMBIGD (deuda denominada en dólares) registró un rendimiento nulo en el período del 15 al 23 de junio de 2021. Sin embargo, el segmento de grado de inversión (IG) superó en un + 0.5% comparado con el segmento de alto rendimiento (HY) con -0.5%. Probablemente se esté registrando una rotación. Desde principios de año hasta el 14 de junio, antes del comité de la Fed, el HY superó al IG (-2.9%) en un 2.6%. Los inversores parecen favorecer a la deuda soberana de países con calificaciones altas. Veremos qué pasa …

Después de alcanzar niveles mínimos en el año de 329 pb, el diferencial EMBIGD avanzó levemente de 7 pb a 336 pb.

En los mercados de deuda locales, el índice GBI-EM registró un rendimiento de -0.3% durante el mismo período luego del FOMC. Cabe señalar que, por primera vez desde mayo de 2020, su rendimiento del 5% supera ligeramente al rendimiento del EMBIGD de 4.9%, reflejando el aumento de las tasas de interés locales.

Sin embargo, como muestra la gráfica a continuación, la reacción ha sido contenida con respecto a impactos anteriores y en particular con respecto al “Taper Tantrum” del 20213. Esto es porque a la Fed todavía le falta un rato para el “Tapering”.

Por otro lado, las circunstancias son diferentes: la deuda de mercados emergentes en divisas duras ha disminuido significativamente. A finales de 2019, de acuerdo con datos del BIS, más del 80% de la deuda pública está denominada en divisas locales y a tasas fijas. Esto reduce el riesgo soberano crediticio.

Las posiciones externas (cuentas corrientes) están en superávit y las reservas de divisas son holgadas debido a los mayores precios de las materias primas, lo que reduce la vulnerabilidad externa de los países.

En el mercado de renta variable, el impacto fue también más limitado que en las divisas, como lo demuestra el gráfico a continuación. Los países con las divisas más afectadas registraron un desempeño positivo en los mercados bursátiles como Corea del Sur o Chile.

Finalmente, el último punto a destacar es que el contexto político y social es tenso en los países emergentes.

Con la excepción de países con altos déficits presupuestales como Turquía, Brasil y Sudáfrica, las tasas de interés a largo plazo en Chile, Colombia y Perú superan a sus niveles de inicio del año (ver gráfica a continuación).

Las tensiones sociales han surgido en Chile y Colombia por la implementación de reformas no populares para mejorar el gasto público. En Perú, hay incertidumbre acerca de los resultados de las elecciones presidenciales que hizo que las tasas de interés se elevaran. El probable futuro presidente, Pedro Castillo, aumenta el temor por sus vagas intenciones sobre el programa económico del país.

Las tensiones sociales asociadas a las consecuencias económicas de la pandemia, así como el programa electoral, conllevan el riesgo de atrasar reformas fiscales cruciales para la estabilización de las finanzas públicas en muchos países. Esto deberá aumentar la presión en sus tasas de interés a largo plazo. Esta es la razón por la cual el reto principal que enfrentan los bancos centrales de países emergentes hoy día es garantizar la estabilidad financiera al preservar su credibilidad.

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