Intuición y riesgo, las claves del éxito de Daniel Rodríguez, Cofundador y CEO de Picap Actualidad por Vicente Anguiano - septiembre 20, 2021septiembre 20, 20210 A sus 32 años, Daniel Rodríguez, Cofundador y CEO de Picap, cuenta con una destacada trayectoria como emprendedor. Y es que se le da bien armar negocios, “para mí no era opción no ser emprendedor. Lo llevo en la sangre”, reconoce. Su vínculo con el emprendimiento empezó a temprana edad, cuando desde niño pasaba horas en el negocio de ropa de su padre inventando qué hacer para matar el tiempo. Así, a los 14 años, en su natal Bogotá, Rodríguez tuvo su primera idea de negocio: comprar empanadas camino a la escuela para revenderlas entre sus compañeros. A pesar de que en la escuela no estaba permitido vender alimentos, Daniel entendió la necesidad de sus compañeros y profesores y decidió ofrecer sus productos a precios mucho más accesibles “Visualicé el problema y me planteé una solución”. Misma acción que casi 20 años después lo llevaría al éxito». Pero este no fue el último acercamiento de Daniel Rodríguez con la entrega de productos, ni menos con la burocracia legislativa, su olfato para detectar problemas y entregar soluciones lo condujo a una situación que poco a poco se fue convirtiendo en uno de los emprendimientos con mayor crecimiento durante la pandemia: Picap. Con una mente curiosa -desarmó y armó cuanto juguete encontró en su niñez- este Ingeniero Eléctrico e Ingeniero de Sistemas se topó frente a frente con el que sería su mejor desarrollo. Al estar trabajando junto a su socio, CFO y Cofundador de Picap, Héctor Neira, en la aplicación Smart Taxi, ambos comenzaron a cuestionarse cómo optimizar mejor el tiempo. Vivían en Bogotá, estadísticamente la tercera ciudad del mundo con peor congestión de tránsito, por lo que los trayectos en autos se hacían eternos. Siguiendo su buena intuición para dar soluciones innovadorasa los problemas, pensaron en las motos. Convirtiéndose en conejillos de indias de su propia idea, empezaron a pedirle al motoquero que les hacía la mensajería que los llevara en moto donde tuvieran que ir. Como resultado de este experimento, Daniel y Héctor pudieron darse cuenta que, con la opción de la moto para sus viajes por la ciudad, los trayectos de hora y media se convertían en viajes de 20 minutos. «Entonces dijimos por qué no hacemos un proyecto así, pero masivo’”, señaló Rodríguez. Al poco andar Picap, obtuvo su primer impulso inversor. Se trató de un capital semilla de US$ 250.000, aportado por Adventure Capital, proveniente del inversionista ángel Fahim Saleh, otro joven emprendedor, fundador de Pathao, la plataforma de mototaxismo más grande de Bangladesh. Desde ese momento, Picap nunca paró de crecer pese a las trabas burocráticas que, a cada paso, tuvo que enfrentar. Desde Bogotá se expandió primero a las ciudades de Medellín, Bucaramanga, Neiva, Villavicencio, Cartagena, Popayán e Ibagué, entre otras, y luego a países como Brasil, México y Perú, donde ya tiene oficinas. Del negocio original acotado a los mototaxis, la plataforma fue, como siempre, descubriendo necesidades y problemas a resolver y amplió, en los distintos países en los que opera, su servicio con nuevas aplicaciones, como Picap Rent que ofrece alquiler de vehículos, ya sea carro o moto, con la opción de elegir si se necesita conductor o no por las horas que requiera el usuario. También nació Picarga, una solución de transporte enfocada a la carga pesada. “Nuestra visión de futuro es entregar una solución logística de punta a punta para los diferentes tipos de clientes, queremos ser la solución de las empresas desde el principio, incluso llegar a los aviones, a los barcos y ser la solución que mejore la cadena de suministro”, asegura Daniel. Otra de las aplicaciones a través de las cuales se expandió Picap es Pibox, para el transporte de paquetería liviana que surgió tras escuchar las inquietudes de sus colaboradores. «Nuestros choferes nos decían que querían trabajar más. Detectamos, entonces, que, fuera de ciertas franjas horarias de la mañana y del fin de la tarde, disponían de tiempo extra en el que no se hacían viajes con personas y que podrían aprovecharlo para transportar paquetes livianos en sus motos», refuerza Daniel. Junto con los nuevos servicios, llegaron más inversionistas. En diferentes rondas Picap recaudó más de 6 millones de dólares de fondos norteamericanos y alemanes. En este proceso, fue clave la incorporación al emprendimiento de Harlyn Pacheco, quien se sumó como socio y fue la vía por la que Picap aterrizó en Silicon Valley. La acelerada expansión y crecimiento que ha tenido Picap no asustan a su CEO y cofundador. Al contrario, le imprimen más ganas de seguir resolviendo nuevos problemas que encuentran en su interacción con la sociedad. “Tenemos como misión mejorar la vida de las personas, tanto de nuestros clientes, como de las personas que trabajan con nosotros”, agrega. Por las venas de Daniel Rodríguez corre sangre emprendedora. Misma sangre que lo ha impulsado a arriesgarse y ganarse un espacio en mercados maduros o copados por jugadores de peso pesado, «Cuando nosotros empezamos en Colombia ya existía Rappi, ya existían Uber y otros, y aun así encontramos un hueco en el mercado». El emprendedor tiene claro que una idea innovadora siempre va a poder abrirse camino si se desarrolla con convicción y si tiene por finalidad cambiar el estatus quo de las cosas para contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas. Compartir en Facebook Compartir Compartir en TwitterTweet Compartir en Pinterest Compartir Compartir en Linkedin Compartir Compartir en Digg Compartir