En la actualidad uno de los alimentos básicos en todo el mundo, es la papa, de la cual se tiene registro de su cultivo por primera vez entre los años 8001 y 5000 a. C. ​ en una región que comprendería lo que hoy es el sur de Perú​​ y el noroeste del Altiplano boliviano​.

Sin embargo las papas fritas congeladas las inventó Simplot en 1953, compañía es líder en la distribución de alimentos congelados, vegetales, frutas y pulpa de aguacate dentro del mercado B2B de foodservice, misma que es la tercera compañía de papas más grande a nivel global, con presencia en 60 países y oficinas internacionales en 7 naciones.

Al principio de la pandemia la venta de alimentos congelados tuvo una caída del 60%, la industria sobrevivió gracias al delivery, la reactivación económica y la vacunación ayudaron a Simplot en la recuperación de su mercado y tuvieron que adaptarse a los cambios en la industria de los alimentos, al respecto Alberto Ponce, Director de Operaciones para México y Centroamérica explicó que experimentaron grandes cambios, aunque la peor parte se sobrellevó de manera positiva en el área de logística, aunque innovaron en los procesos y soluciones para continuar siendo líderes en el mercado de las papas.

«Otro aspecto importante en nuestro negocio es la cadena de frío que está en constante cambio y con la pandemia hubo muchos cambios, pues ahora utilizamos el transporte ferroviario en 50% posteriormente se despachan a los camiones refrigerados para ser llevados a los espacios de almacenamiento de sus distribuidores para que realicen el picking y después salgan a hacer la última milla para llegar al punto de venta. En México hemos desarrollado y mejorado las capacidades para mantener la cadena de frío en todo el trayecto desde que se producen las papas y la pulpa de aguacate hasta que se sirve en los restaurantes o se lleva a lugares como Walmart, Sam’s Club, Burger King o Soriana. Para garantizar la óptima calidad del producto debe de mantenerse en su transportación a 18° C bajo cero». detalló Ponce.

Simplot tiene 11 años en México y es uno de los mercados más bondadosos, pues el consumo de papas es grande, además los estados de Michoacán y Guanajuato son la cuna de su producción de aguacate hass para la pulpa que se vende maravillosamente en el mercado mexicano, así como en más de 60 países.

«El aguacate es el ‘oro verde’ y es muy versátil al poder hacerse infinidad de platillos con él, dulces y salados, eso es un plus para Simplot, ya que es también una forma de innovar en el consumo de este maravilloso alimento», enfatizó Ponce.

Empresa alineada con los ODS

Es bien sabido que en estos tiempos el crecimiento de un negocio o empresa depende, en gran medida, de su responsabilidad en el manejo de los recursos naturales y del impacto social positivo que brinde en el entorno donde se desarrolla. Esta visión es producto de años de trabajo y de iniciativas en favor de una economía sostenible; como la que se plasma en los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS), establecidos en la Agenda 2030.

En relación a ese compromiso con el aspecto social y ambiental, Simplot trae a la agenda 3 aportaciones de las agroempresas para un cultivo y desempeño responsable.

1. Impulsar el talento humano

Impulsar el empleo decente, el talento humano y mejorar los estándares de vida forma parte de un crecimiento económico inclusivo y sostenido, el cual a su vez impulsa el progreso. En línea con el objetivo número 8, esto es vital en las agroindustrias, las cuales, al tiempo que alimentan al mundo a través de cultivos amigables con la tierra, deben implementar las mejores prácticas y entornos laborales que garanticen el acceso a los servicios esenciales y a la protección social. De acuerdo con los ODS, entre las líneas de trabajo para este propósito se encuentran:

Garantizar los servicios de salud esenciales y proteger los sistemas sanitarios.

Ayudar ante la adversidad mediante protección social y servicios básicos.

Orientar el aumento necesario de estímulos fiscales y financieros.

2. Hacer cultivos responsables

Producir más con menos recursos es una de las bases que ha llevado a plantas de producción agrícola, como la de Simplot, a posicionarse en 2017 como “Planta Verde” en su sede estadounidense. Con la misión de contribuir la alimentación a través de un cultivo responsable, con un enfoque comunitario y sostenible, la compañía ha logrado un equilibrio entre su crecimiento y el cuidado del medio ambiente.

Evitar el desperdicio de alimentos, comida y productos a través de mejores prácticas de transporte y optimización de la recolección, así como de programas sociales.

Fomentar y aplicar el ahorro de energía eléctrica.

Preponderar el ahorro de recursos y un cambio en los estilos de vida de los consumidores hacia prácticas más sostenibles.

3. Enfocar el impacto comunitario

La responsabilidad social es crucial en la agroindustria, donde impulsar plantas agrícolas a través del desarrollo comunitario, cosechas sostenibles y cuidado ambiental son algunas de las mejores prácticas para el cumplimiento de los ODS. En México, plantas procesadoras como la de aguacate en Morelia e Irapuato, de Simplot, se posicionan como referentes en estos temas, con beneficios para los pequeños agricultores.

Promover la cohesión social e invertir en sistemas de resiliencia comunitarios, además de la inclusión social y económica de todas las personas, independientemente de su edad, sexo, discapacidad, orientación, identidad de género, raza, etnia, origen, religión u otra condición.