La religión en México ocupa uno de los pilares sociales con presencia predominante en el territorio, lo cual se ha visto reflejado en su expansión y diversidad religiosa en los diferentes estados, siendo más del 90% las personas que siguen alguna “fe”, de acuerdo con datos del INEGI durante 2020.

Aun cuando el país cuenta con una fuerte aceptación religiosa, esta no puede ser predicada en diversos lugares de acuerdo con las leyes y reglamentos que rigen en México. Uno de estos son los centros escolares, en donde, por decreto constitucional, la educación siempre habrá de ser pública, laica y obligatoria para todo el nivel básico, esto con el propósito de no mermar en los ideales de los estudiantes hasta que estos puedan formar un criterio propio que no interfiera con sus conocimiento científicos.

Aunque es una realidad que la religión está regulada y separada de la educación y el estado por estos motivos, actualmente se sabe que, debido al contexto religioso del país y su importante impacto para la sociedad, hasta 6 de 10 de los padres de familia se declaran a favor de la educación “de culto” en centros educativos públicos, siendo que solo está permitida en los centros privados, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Creencias y Prácticas Religiosas en México. Siendo Guanajuato, Aguascalientes y Jalisco los estados con más centros religiosos, según datos del mismo estudio.

Estos datos permiten medir el nivel de aceptación de los cultos religiosos en la cotidianidad de los mexicanos, quienes ven en estos un apoyo para la promoción de valores o creencias personales y muestran un alto porcentaje de preferencia para hacerlos parte del día a día de sus hijos. Si bien este nivel de preferencia marca un precedente para el rumbo de los colegios religiosos y la educación de los estudiantes, esto no es aplicable para los estudiantes de educación pública, quienes representan el 90% de la comunidad estudiantil general en México, de acuerdo con datos de la SEP durante 2021.

Bajo este contexto, existen países en Latinoamérica que permiten de manera abierta la educación religiosa en colegios públicos, esto como parte de la matrícula aprobada para los estudiantes de toda la nación. Un ejemplo de esto es Chile, país donde se permite para alumnos de educación básica.

Esta situación ha generado algunos temas de interés público y alto alcance de difusión, como fue el caso conocido como “Pavez vs Chile”, donde se presentó la situación de Sandra Pavez, ex profesora de religión por más de 10 años, quien fue redimida de su cargo debido a su orientación sexual por decisión de las autoridades religiosas, quienes tienen la facultad de elegir a sus profesores de acuerdo con una serie de aptitudes morales e intelectuales que se adecuen con sus creencias. Este caso levantó el ojo mediático al llegar al Comité Interamericano de Derechos Humanos, como una de las luchas más largas de los últimos años para la protección de los derechos humanos, la no discriminación y la importancia del respeto a los estatutos religiosos que pueden regir a una comunidad.

Ante esta situación, cuéntanos #Túquéopinas, ¿Crees que la educación religiosa debe ser un requerimiento en México? ¿Cuál es tu postura al respecto?