Con el objetivo de empoderar la visión del talento femenino en las economías y comunidades de nuestro país, FUNDACIÓN ADO y Educampo, se unen a la sensibilización y la concientización sobre las desigualdades de género que existen en la actualidad, que otorga el Día Internacional de la Mujer Emprendedora.

De acuerdo con el estudio La puerta de la formalidad: una oportunidad para el emprendimiento femenino, liderado por el Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (IMCO), 4 millones 286 mil mujeres emprenden para generar ingresos por cuenta propia, lo que permite lograr combinar su vida personal y laboral para impulsar la fuerza laboral femenina y de esta manera puedan crecer o acceder a nuevos mercados.

FUNDACIÓN ADO a través de su programa “Desarrollo de Mujeres” impulsa a líderes de comunidades vulnerables a potenciar sus capacidades, para que logren consolidar emprendimientos productivos que les permita formar un estilo de vida digno, sostenible e independiente.

Carmina Galicia, responsable de Inversión y Proyectos Sociales en FUNDACIÓN ADO, refirió que “Nuestro compromiso es crear entornos equitativos e invertir en las mujeres, permite ofrecer futuros con una visión compartida que beneficia directamente a las comunidades y logra un crecimiento integral donde todas las personas contribuyen generando valor”.

Por lo que FUNDACIÓN ADO a través de sus alianzas impulsa el bienestar social y en conjunto con Educampo y su iniciativa ‘En Pro de la Mujer’ ha logrado impactar a más de 500 mujeres rurales e indígenas por medio de sus modelos sostenibles de educación, organización grupal y formación de empresas.

Educampo promueve una mejor calidad de vida en las familias, y para ello, ha desarrollado programas como En Pro de la Mujer, Educampo granos, Agricultura inclusiva, Alimentos para siempre, Territorios cafetaleros y Sostenibilidad hídrica, los cuales están desarrollados a través de un modelo metodológico que trabaja a partir de 3 componentes claves, que logran fomentar el progreso social y económico en las comunidades.

Educación Social Básica. – Basado en la persona, permite que los y las productoras se asuman como motores de su propio desarrollo, construyendo un sentido crítico y fortaleciendo su proactividad.

Asociatividad. – Consiste en formar grupos organizados que trabajen en conjunto para la solución de conflictos y la mejor comercialización de productos.

Proyecto productivo. – Se busca la generación de ingresos económicos para las familias, a través de una actividad productiva rentable.