Las instalaciones acuáticas, además de convertirse en una demanda expresa de los turistas, también se ve reflejada en la rentabilidad de los alojamientos con instalaciones que cubren esta necesidad, como una respuesta oportuna de servicio al cliente.

Una alberca es un espacio ecléctico e ideal para jugar con diversas posibilidades de uso; desde la relajación personal o grupal, hasta convertirse en un elemento icónico de un gran espacio,  esto claro sin olvidar el aspecto recreativo, que como todos sabemos, significa un atractivo importante para toda la familia.

Específicamente hablando desde la visión turística, las albercas no solo son un elemento decorativo, sino que puede convertirse en un diferenciador que impulse las reservaciones y por ende los ingresos de sitios turísticos. Como en muchas ocasiones, esto implica una inversión inicial que después, como círculo virtuoso, por medio del incremento en el número de usuarios, es un atractivo importante que se convierte en gancho y por ende en utilidad para los hoteles y sitios turísticos.

De acuerdo con Álvaro Carrillo, director general del Instituto Tecnológico Hotelero en España, “Esta oportunidad de crecimiento se ve potenciada por las nuevas tecnologías. Estas hacen que la oferta les haga diferenciarse del resto de las opciones y dan dinamismo y personalización a los posibles nuevos huéspedes”.

Continuando con este entendido, una de las ventajas adquiridas a través de la innovación aplicada a las piscinas, más allá de mejorar el equipamiento y la gestión de sus funciones, es el siempre tomar en cuenta la sustentabilidad.  Esto se debe a que las personas cada vez son más conscientes del impacto o huella ambiental que dejan, intentando reducirla en medida de lo posible y además de impactar de manera positiva en la percepción de los de los usuarios y posibles huéspedes.

Si tomamos lo anterior en cuenta como elemento diferencial, el ocio acuático además de convertirse en una demanda expresa de los turistas, también se ve reflejada en la rentabilidad de los alojamientos con instalaciones que cubren esta necesidad, como una respuesta oportuna de servicio al cliente.

“Los establecimientos turísticos tendrán que migrar a un modelo de innovación que en estos momentos se antoja como una gran solución además de la incorporación de elementos lúdicos y de diseño singulares y atractivos, que les hagan aprovechar y optimizar en valor diferencial que las piscinas y otros elementos de ocio acuático aportan a sus alojamientos”, asegura Víctor Moreno, Director del salón profesional Piscina & Wellness México.

De esa manera, las tendencias para hacer de la estadía de los huéspedes en los hoteles sea una experiencia completa y agradable, se ve marcada por factores que van de la tecnología y la sustentabilidad hasta el diseño. A continuación presentamos algunas de ellas:

• Piscinas inteligentes: la  tecnología móvil, la domótica y los sistemas automáticos de limpieza permiten controlar elementos como la temperatura, la iluminación, así como el mantenimiento.

• Piscinas “para la foto”: como elemento de diseño es importante que las albercas integren elementos estéticos y decorativos que hagan de ellas espacios idílicos que enamoren a la vista.

• Color e iluminación: elementos que dan contraste, y personalidad a un espacio que deja de ser lúdico o de descanso, para convertirse en un área atractiva a la vista.

• Agua en movimiento: aprovechar las caídas y los chorros de agua proporciona dinamismo que, en conjunto con la decoración, le da vida al entorno.

Para saber más sobre las últimas tendencias en el sector de las albercas y  bienestar integral, el salón profesional Piscina & Wellness México, un espacio de exposición, contacto y actividad comercial entre líderes latinoamericanos de ambos sectores, se realizará del 10 al 12 de junio de 2020 en el Centro Citibanamex en la Ciudad de México en donde se podrá vivir de primera mano cómo las albercas logran un impacto económico en la industria hotelera y turística en nuestro país, el cuidado de la mente y el cuerpo.