Dicen por ahí que “el tiempo mejora con el vino y si es orgánico más”, Bodega Santa Julia es una empresa vitivinícola, originaria de la región de Mendoza, Argentina, con poco más de 70 años en el mercado nacional e internacional y es el productor número uno de Argentina con certificación de viñedos orgánicos.

Hace poco lanzó una campaña denominada Porque #NoNosDaLoMismo con la cual asumen su responsabilidad y gestionan su impacto social, además representa para la marca el compromiso con el cual alcanzarán los niveles más altos de calidad mediante prácticas sustentables que contribuyen no solamente al cuidado del medio ambiente sino también hacia la comunidad.

La Sustentabilidad, el ADN de los vinos de Mendoza

Para Bodega Santa Julia la sustentabilidad es una tradición, ya que siempre les ha importado la agricultura orgánica, el cuidado del suelo, no utilizan herbicidas, para controlar enfermedades usan fungicidas minerales y algo muy importante es el control del crecimiento de la maleza de manera mecánica, y requieren tractor, rastra y desorilladora, formas muy tradicionales de trabajar la tierra. También lo llegan a hacer de manera manual, utilizando la zapa, un instrumento para excavar.

Como dice Julia, nieta del ingeniero Alberto Zuccardi, fundador de esta tradicional bodega de vinos que cuidadosamente han cultivado las uvas que con el tiempo y a través de un meticuloso proceso se convierten en una exquisita bebida: el vino.

No les da lo mismo cualquier tierra, ni cualquier uva, cultivan en una tierra en donde los enamorados de la tierra, saben que hacer, como trabajar en equipo, respetan el medioambiente y lo más importante: respetar lo que son….. creadores de vino.

Durante una reunión realizada vía en una tarde cálida, hace unas semanas, Magaly Iturralde, Gerente de Marca, platicó respecto a la Bodega Santa Julia, sus vinos sustentables, su gran historia y, no solo eso, sino que pudimos degustar un delicioso Malbec 2021, Santa Julia, un vino joven, fresco y con carácter de fruta suave, el cual es excelente para acompañar pastas o carnes, su armonía es delicada y perfecta.

Magaly Iturralde explicó que para hablar de vinos sustentables se deben de tener en cuenta diversos factores, como en el caso de Bodega Santa Julia que se preocupa porque su comunidad esté bien y no tengan desabasto de agua. Otros factores importantes en la producción del vino, y quizá sea la regla número uno, buscar no afectar el medioambiente, esto se hace por medio del seguimiento de la huella de carbono y la huella hídrica de cada vino.

Lo anterior, es fundamental si se tiene en cuenta que la huella de carbono contabiliza las emisiones de gas de efecto invernadero (GEI) a lo largo del ciclo de vida del vino y la huella hídrica cuantifica el uso y consumo de agua durante el ciclo de vida del vino.

Una de las metodologías de cultivo que utilizan en Bodegas Santa Julia es la agricultura orgánica que incluye prácticas como la elaboración de fertilizantes naturales para sus suelos como la composta (10.000 toneladas al año) y el Humus de Lombriz adicional a la plantación de Verdeo (cebada, centeno, vicio y sorgo) para la salubridad de sus suelos, además se trabajan con variedades no tradicionales, contando con más de 35 cepajes originarios de diversas regiones del mundo y se pone en práctica el comercio justo al otorgar un 4% a un comité de trabajadores que convierten dicha recaudación en una función social.

Es por esto y más que Santa Julia ha sido nombrada la primera Bodega Argentina en certificar Fair Trade que le permite exportar sus vinos con la garantía de que el proceso productivo se desarrolla bajo condiciones dignas para los trabajadores.

Destaca que Bodega Santa Julia logró que se plasme en sus etiquetas el sello de certificación vegana, la cual confirma que durante el proceso de producción de los vinos no se ha utilizado ninguna sustancia de origen animal.

Con todo esto Santa Julia responde con excelencia al interés de los consumidores.

Aunque Julia Zuccardi no estuvo en la reunión virtual sus palabras se recordaron

“El cuidado de la gente y del medioambiente están presentes en Santa Julia desde siempre, ya que fueron prioritarios para mi abuelo. Él decía que para hacer un buen vino hay que tener buena gente”.

“Tuve la suerte de trabajar con mi abuela y aprender de ella lo que fue generando en materia de responsabilidad social”.