Vivimos en un mundo cada vez más globalizado, interconectado y con interdependencia económica. Gracias a internet y a las redes sociales se ha vuelto más sencillo conocer diferentes culturas, idiomas, representaciones artísticas, religiones, deportes, etc. Hoy en día trabajar con personas de diferentes partes del mundo ya no es poco común, muchas barreras se han roto y han dado paso al intercambio laboral y cultural.

De acuerdo con el autor Gary Yukl, el contexto multicultural es una situación en la que individuos de diversas culturas operan en una cultura extranjera y sus acciones o comportamientos en este contexto generan rendimiento internacional.

Cuando se trabaja con un equipo internacional hay que tratar con personas de diferente origen cultural, étnico o religioso, que tienen valores y creencias diferentes. Por lo que se necesitan ciertas características para ser un buen líder multicultural, como son la comprensión y la empatía.

Nathalie Darres, experta en marketing y negocios con un enfoque de empoderamiento femenino, nos comparte algunas estrategias que le han funcionado para ser una buena líder multicultural:

1) Apostar por la diversidad: Tener empleados con diversos perfiles, con experiencia multicultural y capacidades de liderazgo. Los equipos multiculturales poseen una gran riqueza al momento de encontrar alternativas para resolver problemas y alcanzar metas. Esto se debe a que cada miembro ve las cosas de manera diferente debido a su cultura, su educación y sus experiencias. La perspectiva del equipo se amplía y se descubren nuevas posibilidades con la aportación de todos los miembros del equipo.

2) Tener una comunicación efectiva: La comunicación es clave para que cualquier empresa funcione bien, cuando se tiene un equipo multicultural es indispensable conocer las formas de comunicación de las diferentes culturas de los miembros del equipo. En algunas culturas decir “no” es una ofensa y en otras se valora el ser directo y concreto. Los líderes y todos los miembros del equipo deben conocer los estilos de comunicación adecuado para cada persona, esto ayudará a que todos trabajen con paciencia, sean empáticos y evitará los malos entendidos.

3) Hablar todos un mismo idioma: Cuando se trabaja con personas que hablan diferentes idiomas se debe procurar que mientras estén en la oficina o tengan alguna junta virtual todos hablen en el mismo idioma. De lo contrario podría haber casos de separación y exclusión, o que se formen subgrupos que dificulten la integración del equipo.

4) Conocer a cada cultura: Muchos conflictos se pueden producir cuando se trabaja con equipos multiculturales por las diferencias culturales. Algunos temas de conversación o comportamientos pueden ser apropiados en algunas culturas y en otros ofensivos. Siempre es mejor aprender sobre las culturas con las que se trabaja para tener diálogos respetuosos y que cada miembro del equipo se sienta con la libertad de compartir con los demás sus tradiciones y aspectos de su cultura. El líder siempre debe promover la comunicación y que los miembros de su equipo puedan expresar lo que los hace sentir incómodos respecto a comentarios, estereotipos o prejuicios respecto a su cultura, para buscar una solución y siempre trabajar en un ambiente armonioso.

5) Integración del equipo: El líder del equipo debe promover la integración, proporcionando espacios para que sus colaboradores se conozcan mejor, más allá de lo laboral. Se pueden organizar retiros, seminarios o actividades para que el equipo conviva y descubra los gustos e intereses que se tienen en común.

6) Poner en práctica un liderazgo afiliativo democrático: Este tipo de liderazgo ayuda mucho porque obliga a ser inclusivo, flexible y adaptable cuando se trabaja con muchas culturas. Ya que los líderes se tienen que concentrar en la escucha para entender los puntos de vista de todos los miembros del equipo.

Para Nathalie Darres las empresas en la actualidad no tienen los límites que tienen los países, tanto para hacer negocios como para incorporar nuevos equipos de trabajo. “Los líderes deben ser flexibles, promover la participación de todos los miembros del equipo, tener una buena inteligencia emocional, saber respetar y aceptar las diferencias de sus trabajadores”.

Muchos estudios han demostrado que tener miembros del equipo de diferentes culturas permite aumentar la creatividad y la innovación de la empresa, enriquece el entorno del trabajo y el sentido de pertenencia, mejora la flexibilidad, favorece la retención de talento y abre nuevos segmentos de mercado, concluyó la experta en marketing y negocios.