En noviembre, el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) cayó en -0.5% mensual, muy por debajo de nuestra estimación de un crecimiento de 0.2% y menor a la estimación oportuna de INEGI de una caída de -0.4%. La disminución del IGAE se explica por los decrementos en la agricultura (-6.2% mensual) y la PI (-1.0%), mientras que los servicios aumentaron 0.2%. Considerando estos resultados y datos oportunos para diciembre, ahora estimamos un crecimiento del PIB en el 4T23 de 0.6% trimestral (antes proyectábamos un crecimiento de 0.8%), con riesgos sesgados a la baja. No obstante, seguimos estimando un crecimiento del PIB de 3.4% para 2023. Para 2024 pronosticamos un crecimiento menor en el PIB, de 2.2%, con riesgos al alza principalmente relacionados a las tendencias del nearshoring y a la baja por un “aterrizaje duro” de la economía estadounidense.

La actividad económica se debilitó. El IGAE cayó en -0.5% mensual en noviembre, por debajo de nuestra proyección de un aumento de 0.2%, y luego de una caída de 0.1% registrada un mes antes. Con esta caída el IGAE acumuló 2 meses consecutivos de reducción por primera vez desde mayo-junio de 2022.

Los sectores primario e industrial explicaron la caída. En noviembre la PI cayó en -1.0%, luego de un incremento de 0.6% en octubre, registrando decrementos generalizados. La construcción y la manufactura retrocedieron en 2.9% y 0.5% mensual, respectivamente, mientras que la minería y agua y gas lo hicieron en -1.4% y -0.4%, mismo orden. En contraste, los servicios aumentaron en 0.2%, luego de una caída de 0.4% el mes anterior, con aumentos en 11 de 14 actividades, destacando los servicios financieros (+2.9% mensual; -2.1% en octubre), artes y entretenimiento (+1.8% desde -2.9% en octubre) y hoteles y restaurantes (+1.2%; -1.7% en octubre).

Con cifras originales, el IGAE aumentó 2.3% anual (4.4% en octubre). El crecimiento de noviembre es explicado por la PI (2.8% anual, esta cifra ya se conocía), y servicios (2.6%), ya que el sector primario cayó -6.5%. Durante enero-noviembre 2023, el IGAE aumentó en 3.4%. Seguimos estimando un crecimiento del PIB de 3.4% en 2023 y de 2.2% en 2024. La actividad económica de noviembre estuvo por debajo de nuestras expectativas, ya que la agricultura sorprendió a la baja. En este sentido, el aumento en los servicios compensó parcialmente la caída del sector primario y la PI.

Con respecto a esta última, las caídas en construcción y la producción automotriz apuntan a una desaceleración de ambas industrias, que han sido clave en el crecimiento de la actividad económica desde la segunda mitad de 2022. El rebote en servicios, a pesar de la caída de la actividad en Guerrero relacionada a los efectos del huracán Otis, sugiere que el consumo permanece resiliente. Considerando información
oportuna, ahora estimamos un crecimiento del PIB de 0.6% trimestral en el 4T23 (0.8% previamente), por debajo del crecimiento de 1.1% registrado en el 3T23.

Para diciembre, esperamos un rebote del IGAE con un crecimiento de 0.6% mensual. Para 2024, seguimos proyectando una desaceleración moderada, con un crecimiento del PIB de 2.2%. Estimamos que la demanda externa se mantenga débil ante una desaceleración de la economía estadounidense. Anticipamos que la demanda interna se desacelere a medida que las condiciones del mercado laboral se relajen gradualmente, las tasas de interés real permanezcan elevadas y que la inversión pública se estabilice. Vemos riesgos balanceados para la estimación de 2024, con riesgos al alza principalmente relacionados a las tendencias del nearshoring y a la baja con un “aterrizaje forzoso” en la economía estadounidense.