En un ejercicio de transparencia y pluralidad, con la finalidad de informar plenamente sobre las acciones que la banca mexicana ha tomado para ayudar a sus clientes, el Comité de Dirección de la Asociación de Bancos de México (ABM), encabezado por Luis Niño de Rivera, sostuvo esta semana reuniones con la Junta Directiva de la Comisión de Hacienda y Crédito Público de la Cámara de Diputados, así como los grupos parlamentarios de MORENA y PRI en el Senado de la República.

En estos encuentros, los representantes del gremio expusieron ante los miembros del Poder Legislativo los distintos programas implementados para apoyar a sus clientes a sortear de mejor manera los efectos económicos de la pandemia; dichos programas se anunciaron el pasado 26 de marzo sobre diferimiento de pagos de capital e intereses por 4 y hasta 6 meses, aplicable a quienes estuvieran al corriente con sus pagos al 28 de febrero. Esta acción ha beneficiado a más de 2.7 millones de acreditados, de los que cerca de 1.4 millones corresponde a tarjetas de crédito; y 240 mil a créditos para Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MiPyME).

Los legisladores, como representantes de sus estados y distritos, manifestaron sus puntos de vista y aclararon las dudas sobre los programas de apoyo, así como las posibles medidas adicionales a poner en marcha en el futuro cercano para impulsar la reactivación económica.

Durante estas reuniones, Niño de Rivera explicó que las medidas tienen como principal objetivo apoyar a los clientes y se tiene especial interés en impulsar el fortalecimiento y mantenimiento de las MiPyME, base de la cadena productiva nacional, que genera el 70% del empleo en el país. Del mismo modo, dijo que se trabaja en conjunto con gobiernos de los estados, banca de desarrollo e iniciativa privada, para concretar programas de apoyo y financiamiento, sectoriales y/o regionales.

Por su parte, Eduardo Osuna, vicepresidente de la ABM, aseguró que el apalancamiento de la banca comercial con el apoyo de la banca de desarrollo, permitiría multiplicar los recursos disponibles, especialmente para las MiPyME, tal como sucede en otras partes del mundo.

Carlos Rojo, presidente ejecutivo de la Asociación, reiteró que los estados y municipios pueden jugar un papel fundamental en la reactivación de cadenas productivas locales. Julio Carranza, también vicepresidente de la ABM, enfatizó que la solidez de la banca permitirá que, ante la difícil situación económica, el gremio sea parte de la solución. A esto se suma una cuantiosa inversión de recursos en tecnología para el desarrollo de la banca móvil y la banca electrónica, que han sido pieza clave para que muchos clientes no tengan que asistir a una sucursal, especialmente ahora, que la sana distancia es tan importante.

El igualmente vicepresidente de la ABM, Raúl Martínez-Ostos, reconoció la rapidez del actuar de las autoridades del sector financiero y aseguró que los grandes inversionistas tienen interés en el país, pero falta consolidar los esquemas de cooperación entre el sector público y el privado.

Finalmente, Enri ue Zorrilla, también vicepresidente de la Asociación, destacó que en la banca no hay falta de liquidez; lo que se requiere son garantías de la banca de desarrollo, con las que se podrá reducir el riesgo en sectores en los que hoy, la incertidumbre es muy alta.

Legisladores de ambas Cámaras del Congreso de la Unión y de todas las fracciones parlamentarios reconocieron el esfuerzo y la actitud de la banca ante la crisis, y coincidieron en que aún queda mucho por hacer. Por ello, el presidente de la ABM, junto con el Comité de Dirección, aseguraron que el trabajo en conjunto con la banca de desarrollo, las entidades federativas y el Gobierno Federal será imprescindible.

Con este ejercicio, que continuará durante los próximos días, la Asociación de Bancos de México reitera su compromiso con el país, con sus clientes y con la población en general, en coadyuvar con el bienestar económico de la nación.