Con las elecciones de 2024 en Estados Unidos acercándose, las implicaciones para los mercados emergentes, especialmente en América Latina, están tomando una relevancia cada vez mayor. por ello UBS realizó el informe Invertir en Mercados Emergentes, que ofrece un análisis profundo sobre cómo los distintos resultados electorales podrían impactar a los mercados globalmente, con un enfoque especial en México y América Latina.

Aspectos destacados del informe:

• Sensibilidad Económica de México: El informe subraya los profundos lazos económicos entre México y Estados Unidos, enfatizando que un posible cambio en las políticas comerciales estadounidenses podría tener un impacto significativo en el peso mexicano y el crecimiento económico. Una victoria republicana, en particular, podría aumentar la volatilidad en los activos mexicanos debido a posibles implementaciones de aranceles y políticas migratorias más estrictas.

• Relaciones Comerciales EE.UU.-México: Con Estados Unidos como el mayor socio comercial de México, cualquier cambio en el panorama político estadounidense afectará directamente la dinámica comercial. El informe analiza cómo las tendencias de nearshoring y el Acuerdo EE.UU.-México-Canadá (USMCA) jugarán un papel crucial en el futuro de esta relación.

• Impacto Regional: El análisis también destaca los impactos regionales más amplios, incluidos los posibles efectos en otras economías de América Latina como Brasil y Argentina, que podrían enfrentar diferentes grados de disrupción según los resultados electorales.

Cabe mencionar que de acuerdo con el estudio Invertir en Mercados Emergentes, la proximidad geográfica, la afinidad cultural y los profundos lazos económicos explican por qué Estados Unidos ha desempeñado un papel importante en la historia moderna de América Latina, hasta el punto de que la región es apodada “el patio trasero de Estados Unidos” en algunos círculos internacionales. Los residentes de la región seguirán las elecciones estadounidenses con gran interés.

Como argumentaron los especialistas de USB, una victoria republicana introduciría varios vientos en contra para la región. Las tasas de interés más altas y un dólar estadounidense más fuerte representan un endurecimiento de las condiciones financieras, y los inversores globales rara vez están dispuestos a asignar capital a América Latina cuando aumenta el ruido comercial y geopolítico.

El impacto sería aún más notorio en el caso de un resultado unificado del gobierno estadounidense. Dicho esto, los distintos países experimentarán las elecciones de manera bastante diferente, teniendo en cuenta la naturaleza de los vínculos económicos, así como la marcada brecha entre Trump y Harris en su enfoque del comercio y la geopolítica.

Capítulo México

México es particularmente sensible a la dinámica del crecimiento económico de Estados Unidos; se dice comúnmente que cuando Estados Unidos estornuda, México se enferma de neumonía. Después de todo, Estados Unidos es el mayor socio comercial de México y la mayor fuente de inversión extranjera directa.

Además, las remesas representan una fuente muy considerable de ingresos extranjeros para México, y casi el 95% de estos se originan en Estados Unidos. Creemos que una victoria republicana, en particular en el caso de una victoria roja arrasadora, probablemente elevaría la actividad y la dinámica inflacionaria en México.

Dicho esto, una victoria de Trump probablemente generaría incertidumbre para México, con la posible implementación de nuevos aranceles a importaciones seleccionadas y posiblemente aranceles universales que probablemente debilitarían el peso mexicano para compensar el impacto. Sin embargo, es más probable que Trump busque una aplicación agresiva del T-MEC en lugar de salir de ella. Por el contrario, una administración de Harris probablemente
resultaría en una relación comercial más predecible y estable, con los aranceles existentes que se mantendrían vigentes y un énfasis en las alianzas estratégicas con países como México. Si bien los desafíos en torno a las cuestiones laborales y ambientales se mantendrían, se espera que la postura general sea más colaborativa.

La creciente influencia de China en el comercio global es una preocupación bipartidista en Washington. México se encuentra en una posición difícil, ya que su papel como aliado confiable para el nearshoring a veces es cuestionado debido a las preocupaciones de que China podría estar usando a México para eludir los aranceles estadounidenses. Recientemente, México ha demostrado una fuerte alineación con las preocupaciones estadounidenses al imponer aranceles significativos a las importaciones chinas. Sin embargo, a medida que se acerca la revisión del T-MEC de 2026, esta narrativa puede convertirse en un tema central.